XL

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Capítulo XL

Fue una muerte atroz mas no fue instantánea.

Lo curioso es que, en el momento en que aquel joven muere, nace de las profundidades del infierno un demonio.

No hay paciencia, solo soporta el peso del odio que se aloja en sus entrañas. Mira la espada entre sus manos, la aprieta con fuerza.

Hay tanto odio y resentimiento en su ser.

Por todo lo sufrido, por lo no dicho, por lo errado, por todo lo perdido.

Es un dolor hueco que hay en su pecho, no le ayuda a respirar. Luo Binghe mira la espada, se queda en blanco, dejando que las lágrimas fluyan con sollozos sin control.

No hay mentira piadosa para apaciguar su sangre cuando se da cuenta que todo lo que amaba ha muerto. Al tener a Xin Mo en sus manos se da cuenta de las ventajas que puede hacer esta espada para sincronizar espacios en diferentes lugares, entonces... Lo que vio no era un engaño.

Hong er murió frente a él.

De improvisto, a través de la deriva del dolor, sucumbe el pensamiento: Entonces Wei Ying también ha muerto.

Porque Wei Ying quería tanto a su hermanito menor que preferiría morir a que Hong er estuviese en esas condiciones. Pero, si su querido hermano menor estaba así...

La última vez que los vio fue en aquel muelle, sonriendo a través de las lágrimas. Aún puede sentir en sus dedos el cabello de Hong al trenzar sus cabellos, aún puede sentir el abrazo de Wei Ying...

Este entendimiento se vuelve una grieta profunda que recorre a un sollozo de impotencia.

Luo Binghe gruñe, gimiendo de dolor.

Lo están matando con la muerte de todos.

Su madre, su jade, su maestro, sus hermanos... Cada cosa amada se ha disipado de su nervio. ¿De qué sirve vivir después de todo esto? Si todo lo amado se ha perdido, no hay identificación, no hay respuesta.

Él intentó por todos los medios protegerlos... Trabajó tan arduo para conseguir dinero para su madre, dejó a sus hermanos para que ellos estuvieran a salvo, entrenó tanto para alcanzar un nivel de cultivo y ¿para qué?

Entonces, ¿Así es el destino? ¿Es permitir que su madre muera por intentar proteger a un niño? ¿Es dejar que un niño pelee con un perro por un trozo de comida? ¿Ser arrastrado por las calles en un costal solo para divertir? ¿O es permitir que la persona que ha amado muera solo para protegerlo?

Hah.

Él pidió ser fuerte sin importar nada, ¿acaso el maldito destino cumple caprichos tan terribles robandole todo lo que ama? ¿Este es el precio de la verdadera fuerza?

¿Este es el destino que le han asignado los cielos?

En la sonrisa de Binghe, hay un toque de salvajismo.

Del llanto pasa a la risa, una risa incontrolable llena de furia, de horror, de desesperación.

Ahora ya nada es importante, ya no tiene nada qué perder. Entonces, ¿puede hacer lo que quiera, verdad? Para Binghe ya no existe el destino, o si existe, ¡solo debe pisotearlo!

¿Qué más pueden quitarle si todo lo que amó ya ha sido robado?

Su cabeza finalmente se levanta, mira la destrucción que ha causado a partir de su poder y de Xin Mo.

En su mano, aquella arma vibra, susurrando cosas, aprovechando esta brecha en la mente del demonio debido al dolor, infiltrándose para enloquecerlo.

Destrucción, caos, avaricia, poder, venganza, odio.

Siblings AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora