Siblings AU

XIV

Los discípulos contienen el aliento mientras ven las manos elegantes de Ning Yingying tirar las cuerdas de seda. La canción es dulce y conmovedora, todos los discípulos contienen la respiración al deleitarse de esta melodía, tan suave que calma el espíritu.

Ning Yingying ha mejorado bastante, sus movimientos son elegantes y diligentes. Una leve sonrisa hay en su delicado rostro mientras roza las cuerdas del guqin, su muñeca se eleva para alcanzar otra cuerda cuando se escucha un leve sonido distorsionado. Esa nota mal ejecutada rompe la atmosfera del lugar; enseguida, un abanico golpetea levemente la muñeca de la joven discípula.

— Relaja la muñeca. No pierdas la concentración.

Todos los estudiantes del Pico Qing Jing intentan controlar su emoción al ver a su maestro. El cultivador de ropas verdes y rostro afilado inspecciona los movimientos de su alumna, su abanico se abre de nuevo sin mirar a ningún otro estudiante más que a Ning YingYing.

La niña asiente y reanuda la melodía, pero sus manos se vuelven más torpes a medida que avanza la canción. Sus ojos se desvían constantemente para contemplar la figura que está a su lado, evaluándola y poniéndola un poco nerviosa.

Los discípulos tampoco pueden concentrarse ahora que ha llegado su shizun a la clase. No es extraño que shizun llegue a revisar el avance de sus alumnos, pero no pueden evitar sentirse emocionados y nerviosos para obtener la aprobación de su maestro. Hasta ahora solo Ning Yinying y Ming Fan han conseguido lo que ningún otro discípulo ha logrado: una leve sonrisa de Shen Qingqiu.

No es una sonrisa normal, solo una línea más curva en su rostro detrás de ese abanico. La suavidad que trasmiten los ojos de Shen Qingqiu es suficiente para motivar a sus discípulos y desde entonces, cada discípulo ha sido más diligente en sus responsabilidades para lograr esa recompensa.

Aunque quizás, hoy Ning Yingying no la obtenga.

El cultivador cierra su abanico y hace un ademán para detener la música. Ning Yingying se levanta y hace una leve reverencia.

— Shizun, lamento mucho mi desempeño, ¡pero es que es muy difícil!— . Exclama la joven, haciendo un puchero y señalando el guqin como si fuera el responsable de todo.

Nadie se atreve a hablar con tanta familiaridad e infantilismo como lo hace la única discípula del Pico Qing Jing y aun así muchos estudiantes veneran a esta niña porque siempre suele salirse con la suya.

— Shizun, shizun, ¿podrías enseñarnos de nuevo en cómo tocar esta canción?— Suplica Ning Yingying, juntando sus manos en un intento infantil y adorable.

El inmortal suelta un suspiro, se sienta y toma el fino guqin entre sus manos.

Enseguida, los discípulos se empujan entre sí, algunos lanzan jadeos emocionados, otros estiran su cuello para contemplar mejor al inmortal, observando como los hábiles dedos se deslizan y tiran de las cuerdas de seda para afinar el instrumento. Shen Qingqiu toca una nota más fuerte para silenciar a la multitud de estudiantes que no pueden quedarse quietos. El sonido estremece al público y todos toman asiento en silencio, incluso algunos contienen la respiración.

Shen Qingqiu alza el mentón, inspecciona a los jóvenes y comienza a tocar el guqin. El hombre es magnífico, su rostro sereno, mirada concentrada y su cabello cayendo como una cortina oscura, enmarcándolo. La vista es hermosa, los discípulos mantienen la compostura, aunque algunos han prestado más atención en el rostro de su shizun que en la melodía que toca. Por un tiempo la canción es suave y sencilla hasta que otra melodía resuena y Shen Qingqiu muestra su habilidad innata por tocar el guqin, deslizando sus dedos con destreza y devoción, moviendo sus dedos tan rápido que las armonías son como cascadas de agua fresca. El mundo que trasmite Shen Qingqiu es maravilloso a través de su música, todos se emocionan cuando hay una sonrisa de satisfacción en el rostro de su maestro, como si se perdiera en su propio mundo hasta finalizar la canción con un movimiento suave de su mano.