XXXVI

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Capítulo XXXVI

Advertencias: sangre, tortura, inferencias al canibalismo…

Leer bajo su propio riesgo.

Antes de entrar, Lan WangJi se detiene un segundo mientras Jiang Cheng frunce el ceño.

La energía oscura que emana de este lugar es sofocante.

Se supone que este es un ataque nocturno, sin embargo fue una gran sorpresa para ambos cultivadores llegar y comprobar que hay cadáveres regados por todo el lugar de la mansión de Wen Chao. Jiang Chen hace una señal con su mano y los demás inspeccionan dentro y fuera del lugar, el resultado es el mismo: hay muerte, sangre y una gran cantidad de energía resentida.

Suben escaleras y se miran entre sí cuando ven las puertas de la habitación de Wen Chao  abiertas de par en par. Jiang Cheng es el primero en entrar, solo quedaba un cadáver femenino en la habitación. La ropa está esparcida, mostrando su desnudes y terribles arañazos en todo su cuerpo y su quijada está fracturada, completamente más abierta que la de un humano cualquiera.

Con un simple vistazo, Jiang Cheng se estremece, pues las manos del cadáver sostienen la pata de un taburete que sobresale de la entrepierna. Incluso el otro extremo atraviesa el vientre, es una visión completamente desagradable. Es fácil comprender que ella misma cometió este acto tan bizarro hasta atravesar su carne y desangrarse.

Jiang Cheng  retrocede un paso y con un simple movimiento corta la cortina de seda que sobresale de la cama, cubriendo por completo el cadáver. Quizás en otro mundo, en otro universo, podría alegrarse por la muerte de esta mujer sin embargo… Esta muerte resultó ser demasiado incómoda.

Después de todo, es una clara connotación de lo que ella…

—Los talismanes son inversos—La voz de Lan Wangji interrumpe los pensamientos del líder de secta. Jiang Cheng voltea para observar aquellos talismanes escritos con sangre.

—¿Qué…?

El grito aterrador de un hombre los hace sobresaltar. Ambos toman sus espadas y siguen el sonido hasta llegar a una de las torres de vigilancia de la mansión. Dos figuras se ven a la distancia a pesar de la oscuridad, una se apresura dentro, cerrando las puertas y ventanas, la otra se encoge. Inquietos  de la técnica de 'Mano de fusión del núcleo' de Wen ZhuLiu, los dos deciden no alertar al enemigo y se lanzan al techo en lugar de entrar por la puerta.

Apartando las lejas logran escuchar el ronco aliento de una voz.

—Wen ZhuLiu ... ¡Wen ZhuLiu! Ayúdame ayúdame… ¡Lo vi! ¡Vi lo que hizo! ¡Lo que la obligó a hacer!

Wen Chao está pálido, sollozando mientras se cubre el rostro con sus manos. Wen ZhuLiu tampoco parece estar bien, aunque su rostro impasible y sus movimientos son rápidos, hay un leve temblor que sólo Jiang Cheng puede apreciar. También ve los nudillos blancos de Lan Wangji, conteniendose.

Oh.

Muchos fueron los rumores sobre el secuestro de Lan Wangji con los Perros Wen, incluso especularon sobre cómo Wen ZhuLiu derritió el núcleo, pero sólo fueron rumores… Lan Wangji se salvó de ese destino y resurgió más fuerte e indomable.

Pero Jiang Cheng tiene una terrible sospecha, una que desea con todo su ser que no sea verdadera.

—Wen ZhuLiu, ¿Qué hacemos? ¿Qué hacemos? Tú… Tú me protegerás, ¿verdad?—susurra poseído Wen Chao, sudando frío, amarillento, tomando las mangas del hombre que está frente a él. —Si… Si lo haces, le diré a padre que te de el más alto rango, ¡Serás de la familia! ¡Serás mi gege…! ¡Así que ayúdame! ¡Ayúdame, gege!

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