Es gracioso que pensarais que todo había finalizado, que no había más cosas que contar sobre nosotros y nuestra alocada, divertida, dramática y complicada vida, pero os equivocasteis a más no poder. Para nada, nosotros siempre tendremos algo que decir, algo de lo que hablar, nuestra vida es una montaña rusa de sentimientos y acontecimientos que nos acaban mareando y haciendo soltar carcajadas a partes iguales, a veces incluso nos da un poco de miedo. Como es mi caso. Os actualizo mi estado actual para que os pongáis al día, ya que desde nuestra última toma de contacto han pasado muchas cosas que son importantes que las sepáis.
Yo ahora mismo estoy casada con Jack, mi marido. Suena increíble, ¿verdad? Mi marido Jack. Jack, marido. Jack es mi marido. Mío, solo mío y de nadie más. Es que suena demasiado bien, necesito repetirlo mucho para caer en la realidad, aunque ya llevemos 2 años siendo marido y mujer. Nos casamos tres meses antes de que naciese nuestra actual hija, llamada Violeta Brooks Royers. ¿Lo pilláis? Lila, mi nombre, Violeta, su nombre.
Resulta que teníamos planeado otro nombre para nuestra primogénita, pero todos nuestros planes se fueron por el váter cuando vimos que al nacer nuestra hermosa hija tenía los ojos de color violeta, al igual que me ocurrió a mí en mi nacimiento. Como consecuencia de ello, decidimos llamarla de esta otra forma. Aunque también podíamos haberla llamado Flash porque vino antes de tiempo. Dije antes que nos casamos tres meses antes de la fecha prevista de su nacimiento, pero la bebé tenía demasiadas ganas de conocer el mundo y se adelantó dos meses, fue sietemesina. La pobre estuvo mucho en la incubadora, pesó muy poquito, ha salido pequeñita al igual que su madre.
En fin, que me lío igual que el cable de mis cascos cada vez que les meto en mi bolso. Vivo con Jack, mi marido, lo repito porque me da la gana, y tengo la niña de dos años que es la más bonita del mundo mundial. Trabajo en un centro de ayuda psicológica y tengo una vida aparentemente normal... Los que me conocéis sabéis que eso es lo más falso que os han podido echar a la cara. Yo pensaba que teniendo una hija, un trabajo, casándome y formando una familia se iba a poder madurar y dejar de tener situaciones atípicas y vergonzosas como las que tenía a mis 17 años.
Me equivoqué de nuevo, mi vida es cualquier cosa menos aburrida. Mis amigos son unos locos que tienen mil problemas y me meten a mí en todos ellos, mi hermano parece que cada día es más idiota, yo creo que tiene el síndrome de Benjamin Button, y él en vez de mejorar e ir para adelante, va para atrás.
Nada ha cambiado, solo una cosa... Que ahora Jack y yo tenemos a una personita por la que daríamos nuestra vida entera, que es el pegamento que nos une aún más y que cuidaremos siempre como si fuera el tesoro más preciado del universo, nuestro tesoro.
Será divertido que nos acompañéis en esta nueva etapa de nuestra vida, sobre todo para que veáis los desastres que monto y en la cantidad de líos en que me meto, porque Lila solo hay una y no deja indiferente a nadie.
Vamos allá... ¿Por dónde empezamos esto? Ah, sí.— Mofletitos, no.
— Jack, sí.
— Te estoy diciendo que no.
— Y yo te estoy diciendo que sí, sabes que es lo mejor.
— Eso no es mejor, Violeta se tiene que quedar con nosotros.
— A ver, cariño — me siento en la cama y le doy las manos para que se ponga a mi lado — La niña tiene ya dos años, nosotros trabajamos mucho y es bueno que vaya al colegio.
— No.
— ¿Por qué no?
— ¡Porque es muy pequeña! — bufo mirando hacia el techo, buscando un poco de ayuda divina para esto.
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💙 NUESTRO TESORO 💙 #4
RomanceLila ama a Jack. Jack ama a Lila. Ambos aman a lo que es el fruto de su amor, su tesoro más preciado. Sin embargo, la paternidad, la convivencia, el trabajo, las amistades y la vida adulta no son fáciles. Más problemas, más celos, más romance, más d...