25. 💙 Sujetavelas, cervezas y contraseñas 💙

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- No me puedo creer que estés de novio todavía con nuestra profesora para las oposiciones.

- Yo tampoco me lo creo, llevamos ya 6 meses – Ian asiente sin caer todavía en que es la relación más larga que ha tenido en toda su vida – Si cuento desde el primer polvo, llevamos 2 años y pico.

- Parece que aquí somos bastante de la línea de tardar en comprometernos – asiento por lo que dice Víctor – La princesita y Jack tardaron unos 20 años, Lara con Jordan unos 2 años y Scott con Emma... Bueno, ahí tardaste poco cabezón.

- Yo soy más rápido que los demás – este le da un beso a su novia, la cual está sentada sobre sus piernas.

- Por favor, solo fuiste rápido para no matar a cualquiera que le quisiera meter a lengua a su chica – le rebato sabiendo que esa es la realidad – Fue más por orgullo de macho alfa que otra cosa.

- ¿Macho alfa? ¿Por qué hemos cambiado el tema ahora a Teen Wolf? – cuestiona Sam sin entender.

- Dije macho alfa, no lobo alfa – ruedo los ojos – Hay diferencia.

- Ah qué susto, ya estaba pensando que te habías convertido en hombre lobo – fija su mirada en Scott – Nah, no serías un lobo, yo te imagino más como un chucho de esos que roncan mucho.

- Buena comparación – ríe Jack sabiendo que los ronquidos de Scott podrían catalogarse fácilmente como más de animal que de persona.

Es sábado noche, hace una hora Jack y yo hemos dejado a Vi con sus abuelos y nos hemos venido a la famosa casa en la que vive Sam, donde nos esperaba el resto de la gente. Yo estuve una vez aquí cuando recién conocía a Víctor, Ian y Sam, la verdad que lo pasé genial, y volver aquí con todos nuestros amigos en una especie de reencuentro me parece genial. Estamos todos menos Jordan y Lara, ya que han decidido pasar a solas el finde como "reconciliación" por lo que pasó ayer y la puta broma que la hicieron a la pobre de mi amiga. Sin embargo, creo que eso ha conseguido reforzarles y me parece que ahora sí que pueden tener una relación normal. Espero, ruego y deseo, por mi salud mental.

El caso es que va a ser una noche genial, y pese a que también me encantaría pasarle con mi hija y mi marido, un poco de fiesta tampoco viene mal. Alcohol, amigos, mi chico, comida y música. ¿Qué podría salir mal? Pues a mí todo, ya lo veréis.

- Ya no ronco, me estoy poniendo tiritas que abren las fosas nasales.

- Bueno... - Emma mueve la cabeza en negación – Sigues roncando cariño, pero puede que un poco más bajito.

- No jodas – mi hermano abre mucho los ojos en sorpresa - ¿Y por qué no me lo has dicho antes?

- Me pongo unos tapones muy buenos – ella se encoje de hombros, sonrío recordando que esa marca de tapones se la recomendé yo – Pero a veces es imposible no escucharte.

- Joder, pues yo pensaba que ya no roncaba – protesta y patalea como un niño idiota – Voy a pedirle explicaciones a ese farmacéutico, quiero que me devuelvan el dinero.

- Los farmacéuticos no tienen la culpa de que la ciencia todavía no haya encontrado algo que elimine tus ronquidos, hermanito.

- Ni tampoco que te haga crecer unos centímetros más.

- Ni que haga tu cabeza más pequeña.

- Ni que te haga menos culona.

- Vale, vale – Víctor levanta la mano al ver que podemos estar así hasta el final de los tiempos – Mira tío, mi padre ponía cebolla en la habitación para respirar mejor y roncar menos, igual te sirve.

- Qué asco, prefiero que siga roncando – Emma pone cara de asco, yo la imito debido a que a ninguna de las dos nos gusta ese alimento – Ni se te ocurra hacer eso Scott, si lo haces, no vuelvo a dormir en nuestra cama.

💙 NUESTRO TESORO 💙 #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora