46. 💙 Locuras bajo la luna 💙

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Suspiro y bloqueo mi móvil para no seguir leyendo ese mensaje tan siniestro. Mentiría si dijera que lo único que quiero ahora es correr hacia mi hija y no separarme de ella nunca más para que no le pase nada malo. Y es lo que haré en cuanto vuelva mañana a mi casa, además de decirle a Aron esto. No quiero darle malas noticias a Jack, sobre todo porque pretendo que este finde sea uno bonito y sin ningún inconveniente. A la tercera va la vencida, así que, si recibo algo más, se lo tendré que decir porque llega a ser realmente grave. Mi cerebro decide dejar apartada esa preocupación, aunque no sé si será buena idea del todo.

- ¡Mofletitos! – escucho el grito de Jack demasiado cerca y me asusto.

- ¿¡Qué pasa!? ¿¡Se quema la casa!?

- No, que te estoy hablando y te has quedado mirando la pantalla – señala la tele con su dedo – Bueno, también lo entiendo, que la hemos parado cuando se ve la cara de ese idiota.

- ¡Nick no es idiota!

- ¿Payaso?

- ¡No! – le tiro un cojín – No insultes.

- Vale, vale – ríe y se sienta de nuevo a mi lado – Qué violenta eres con un hombre bueno que te trae galletas.

- Tú de bueno no tienes nada – le arrebato la galleta cuando veo que la tiene en su mano.

- ¿Y tú sí? – muerde un trozo de la galleta y me besa cuando me ve fruncir el ceño – Yo no fui la que en Francia me restregó todo el culo para ponerme duro.

- Pero si fuiste tú el que empezaste, que tenías más ganas de follar que un perro antes de ser castrado.

- Qué mentirosilla eres.

- Mentiroso eres tú, porque recuerdo perfectamente lo que pasó y fuiste tú el que provocaste todo.

💙 CINCO AÑOS ATRÁS 💙

- Qué coñazo de programa – Scott vuelve a coger el mando y cambia de canal – Aburrido – cambia – Aburrido – cambia – Aburrido – cambia – Aburrido.

- ¿Quieres dejar un canal puesto de una puta vez? – protesto con irritación, qué pesado es.

- Es que todo es aburrido.

- Pues pon Netflix.

- Vale.

Va a la opción de esa plataforma que aparece en la tele y empieza a buscar. Es por la noche en Francia, bueno, en Francia y en cualquier país de Europa, y Jack, mi hermano y yo estamos tumbados en el sofá mirando cualquier cosa en la tele y charlando. Eso último lo hacemos Jack y yo mientras nos abrazamos, el imbécil que nos acompaña da por culo sin encontrar nada que le guste en la televisión.

– Aburrido, aburrido, aburrido, aburrido.

- Voy a tener que recurrir a la lectura de la biblia para no tener pensamientos sobre asesinar a mi hermano – ruedo los ojos – Y lo digo muy en serio.

- Es que tienes el diablo dentro, vete al baño a darte una ducha.

- ¿Para qué?

- Para que te bañes en agua bendita.

- El agua de la ducha es normal, no está bendita.

- Pues la bendigo yo – se encoje de hombros – Agua, ponte bendita, y ya está.

- No eres cura.

- Al agua se le engaña fácil.

Y a él también.

- Ayúdame – miro a Jack con cara de súplica, ya que mi hermano me está sacando muchísimo de mis casillas.

- Mira tío, esa tiene acción y tiros, seguro te gusta – le dice señalando una peli que aparece en el primer plano de Netflix.

💙 NUESTRO TESORO 💙 #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora