47. 💙 Y llegó Copito 💙

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- No sé si me voy a arrepentir de esto - bromea Jack mirando cómo no dejo de abrazar y jugar con el perrito que me acaba de regalar - Le vas a hacer más caso que a mí.

- Eso mismo me dijiste cuando nació nuestra hija y dudo que en ningún caso te arrepientas - acaricio la tripita del animal cuando este se recuesta en mis piernas - Por Dios, qué recuerdos me están viniendo a la mente, es como si volviese a tener 5 años.

- Costó encontrarle en un refugio de animales, me los quise llevar todos - suspira - Pero bueno, quería que fuera esta raza en concreto, me acordaba perfectamente de cómo era Copito - menciona el nombre de mi anterior perro, le puse ese nombre más que nada porque era entero blanco, como un copo de nieve.

- Gracias, mi vida - le beso y río cuando este ladra suave al vernos hacer eso - Copito segundo, supongo.

- Como tu quieras, mofletitos.

- Vi se va a morir cuando le llevemos, lleva queriendo una mascota desde que vio al gato de su primito.

- Sí, no me quiero imaginar cuando quieran jugar los cuatro en el mismo lugar - reímos imaginando esa escena graciosa y puede que algo peligrosa.

- Es un bebé - murmuro viendo que se le cierran los ojos.

- Tiene solo dos meses.

- No puedo creerlo, en serio no puedo - sonrío notando que Copito abre un ojito cuando le dejo de acariciar y le vuelve a cerrar cuando mi mano sigue en su cabecita.

- Creételo, a partir de ahora vas a tener a una niña gritona y un perro que nos despierten y hagan madrugar todos los días.

- No tengo problema, además habrá que sacarle a la calle todos los días.

- Yo puedo hacerlo por la mañana antes de ir a trabajar para que no madrugues, tú cuando ya vaya anocheciendo.

- Trato hecho - sujeto su mejilla y le doy varios besos en los labios - Bombón, que te como entero.

- ¿Sí? ¿Cuándo?

- Cuando tú quieras.

- Mmmm - comprueba que Copito se ha quedado dormido y le agarra para dejarle sobre uno de los cojines del salón - ¿Nos damos un baño?

- No.

- ¿Por qué?

- ¿Y si se despierta? - señalo a nuestro nuevo bebé - No conoce la casa ni nada, igual se asusta y se pone a llorar.

- Vale, vale - sonríe tirando de mi mano para que me junte más a él en el sofá - Ven, preciosa.

Me quita la camiseta que llevo puesta, dejándome solamente con el tanga que cubre mi entrepierna y con las tetas al aire. Gira mi cuerpo para que quede tumbada boca abajo en el sofá y le noto ponerse encima de mi antes de ver su camiseta volar por los aires hasta caer en el suelo.

- Podríamos estar así todo el tiempo, ¿no? - murmura pegando su pecho desnudo a mi espalda y apartando mi pelo para besar mi cuello.

- ¿Hoy o siempre? - cierro los ojos, empezando a sentir el cosquilleo de placer que me entra cada vez que pone su lengua en esa parte de mi cuerpo.

- Sabes perfectamente la respuesta, gatita.

- Yo lo haría, pero mi marido es muy celoso y no quiere que otros hombres me vean desnuda.

- Es que tu marido te quiere entera para él... - baja sus labios por mi espalda, provocando escalofríos por todas mis extremidades. Suelto un gritito agudo cuando siento un golpe en una de mis nalgas justo antes de que empiece a masajear mi culo con un poco de fuerza - Cómo me encanta tu culo, joder.

💙 NUESTRO TESORO 💙 #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora