— No grites, que te escuchan — sonríe jugando con el móvil en su mano — Tú te has buscado esto, a veces pienso que lo haces a propósito para que te active el juguete.
Puede ser, pero ahora no es el caso.
— Este no es... — cierro los ojos y respiro hondo para controlar el placer que crece en mi interior a pasos agigantados — Yo no... Es que tú...
— ¿Cómo dices? — sonríe de forma maliciosa y aumenta aún más la velocidad.
— ¡Para esto! ¡Que no puedo hablar!
— No puedes hablar, pero sí gritar — ríe observándome con una mirada oscura — Interesante eso.
— Ja-Jack — suspiro entre jadeos, metiendo mi mano por dentro del vestido para sacarme este aparato del coño.
— No, no — niega agarrando mi muñeca para que no realice ese movimiento — Como te le saques, te dejo toda la noche con él puesto y sabes que soy capaz.
Lo sé, lo hizo la vez que fui sola a visitar a Víctor a Barcelona y casi tengo a Violeta en su coche. Fue una falsa alarma, pero una historia bastante graciosa, algún día lo leeréis y veréis cómo fue.
— Entonces déjame... — muerdo mi labio, sabiendo que no voy a poder aguantar mucho más sin gemir. Abro la puerta del baño para meterme ahí y que las personas que hay a unos metros de nosotros no nos escuchen — Serás hijo de puta — pongo las manos sobre el lavamanos, viendo que Jack entra detrás de mí y cierra la puerta.
— Cariño, no es tan difícil — se acerca a mí, mirándome a través del espejo — Dime qué pasa y te dejo correrte.
— Es muy rastrero que me chantajees con sexo para conseguir lo que quieres.
— Aprendí de la mejor — tiene razón, pero esto es muy duro cuando soy yo la que lo sufre.
El karma, querida.
— Está bien — me giro para enfrentarle de frente — Pero baja la intensidad, sino no me concentro para hablar bien.
— Habla — me pide tras hacer lo que le he pedido.
— El caso es que... — pienso por un momento y me decido por soltar todo de golpe — Me han ascendido en el trabajo y voy a tener que trabajar el doble de horas que antes — cierro y aprieto mucho los ojos para no ver su reacción, más los vuelvo a abrir cuando me doy cuenta de que no dice nada a mi noticia — Eso era.
— Ya, ya lo sé.
— ¿Cómo que ya lo sabes?
— Víctor me lo dijo.
— ¿¡Qué!?
Yo estrangulo a ese imbécil.
— Se le escapó el otro día cuando jugábamos con los demás al Warzone online — habla con calma, pero el golpe en que da cuando deja el móvil sobre el armario me indica que por dentro no está del todo calmado — No te imaginas lo que me duele y me jode que le digas las cosas a él antes que a mí.
— No es el caso, esto lo sabe todo el mundo antes que tú — agranda sus ojos de la impresión.
— ¿Pero por qué me ocultas las cosas, Lila?
— No me llames Lila.
— Y tú no me mientas.
— Te miento porque me da miedo que te enfades.
— ¿¡Y te crees que mintiéndome no me voy a enfadar también!?
— ¿Sabes qué? — me cruzo de brazos a la defensiva — Está clara una cosa. Haga lo que haga, te vas a enfadar.
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💙 NUESTRO TESORO 💙 #4
RomanceLila ama a Jack. Jack ama a Lila. Ambos aman a lo que es el fruto de su amor, su tesoro más preciado. Sin embargo, la paternidad, la convivencia, el trabajo, las amistades y la vida adulta no son fáciles. Más problemas, más celos, más romance, más d...