44. 💙 Experta en sus besos 💙

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- Quizás la madre no haya dicho toda la verdad, hay gente que sabe fingir muy bien y mentir con tanta facilidad que te hace dudar de...

- Mofletitos – Jack me sujeta por los hombros y me hace detener mi reflexión en voz alta sobre el maldito misterio de la supuesta chica asesina - ¿Qué hemos dicho?

- Que no todo es como en los libros que leo.

- No, lo otro – sonríe – Empezamos hoy el finde, con nuestro viaje, nada de trabajo ni de cosas peligrosas durante todo este tiempo.

- Tienes razón, perdón – le doy un beso – Es que mi cabeza se va ahí sin querer.

- Tu cabeza tiene que desconectar y conozco buenos métodos para eso – me guiña el ojo – Venga, vamos a dejar a Vi con tu madre.

Ambos entramos a nuestra habitación para coger las maletas que hemos preparado para el viaje, tal es nuestra sorpresa que nos encontramos la de Jack abierta y a nuestra pequeña traviesa intentando meterse en ella. Por lo chiquitina que es, podría meterse sin problema, además de que Jack nunca llena las maletas tanto como yo. Ella sabe cuál tiene que abrir.

- Tesoro – Jack la mira y sonríe de forma tierna - ¿Qué haces?

- Oh, pillateis a Vi – ella ríe y saca la pierna de la maleta – Quetía econdeme pa i con papi y mami a viaje.

- Habíamos quedado en que te quedabas con la abu – la alzo y acaricio su pelo - ¿No quieres?

- Ti mami – me rodea el cuello con sus bracitos – Peto voy a etaña a papis.

- Nosotros a ti también – le beso el moflete y Jack hace lo mismo, ella ríe suave cuando los dos le besamos la cara – Pero tienes que quedarte para hacer lo que te mandé con la tía Sophie, ¿recuerdas?

- Oh, ti – ella asiente rápido – Vi tecueda, teno que atuda a tía Tophie.

- ¿En qué la tienes que ayudar? – cuestiona Jack sin saber lo que ellas planean. Normal, la sorpresa es para él.

- Cochas de ticas papi, tú ño entende.

- Ah bueno, si son cosas de chicas no digo nada – sonríe besando su cabeza antes de volver a cerrar su maleta – Es la hora, vamos.

Jack y yo salimos de nuestra casa agarrando la mano de Vi y con nuestras respectivas maletas. Mi madre y Ben esperan a nuestra pequeña en la puerta, ya que ahora viven juntos en mi antigua casa, y Vi no tiene ningún reparo en entrar con ellos y correr a arrasar el armario de los dulces. Hay cosas que no cambian de generación en generación.

Cuando ya nos quedamos a solas, vamos al coche de Jack para que este conduzca hacia nuestro destino. No tiene que pensarlo mucho, recuerda el camino de cuando fuimos hace... Vaya, hace ya más de cinco años, en septiembre de este año hizo cinco. Parece más tiempo, aunque también se mantiene la sensación de que parece que fue ayer mismo cuando vinimos a este sitio.

- Esta vez no vas a estar enfadada conmigo, ¿no? – comenta él en broma mientras aparca delante de la casita.

- Depende, ¿has dejado entrar a alguna chica a tu casa?

- Dejo entrar todos los días a dos preciosas chicas, pero tengo justificación.

- ¿Cuál?

- Pues que son los amores de mi vida.

- Entonces te dejo que las lleves a tu casa – le beso – Guapo – salimos del coche y entramos rápidamente a la casa para instalarnos – Vaya, sigue igual que como la recordaba.

- Y tanto, vaya recuerdos... - veo que observa todo el lugar, es que literal que parece que hemos viajado en el tiempo y esto nos traslada automáticamente a ese día y todo lo que ocurrió – Todos buenos.

💙 NUESTRO TESORO 💙 #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora