💙 NUESTRO TESORO 💙 #4

34. 💙 El teorema de las uñas rosas 💙

- Que no.

- Que sí.

- Que no.

- Que sí.

- Que no, princesita.

- ¡Que sí! – grito más de la cuenta y menos mal que tengo el móvil bien agarrado, que si no se me habría caído al suelo – Algo me oculta.

- Jack está hasta los huesos por ti, no te va a ocultar ni a hacer nada de lo que estás pensando.

- ¿Tú qué sabes lo que pienso?

- Que tienes una cornamenta más grande que un toro de 80 kilos.

- No pensaba eso – miento.

- Sigues sin saber mentir, aunque estemos por videollamada, conozco tus caras.

- Joder Víctor – resoplo con agobio y muchísimas dudas – Odio seguir desconfiando, de verdad te lo digo, Jack nunca me ha dado razones para hacerlo, pero yo... Sigo pensando que algún día me puede engañar.

- Eso es porque eres muy insegura y le amas mucho.

- ¿A ti también te pasa eso con Kiara?

- ¿Qué si tengo miedo de que Kiara me sea infiel? – asiento y él carcajea fuerte – Qué va, nadie es tan sexy como yo, ella babea por mí.

- Ojalá pudiese tener tu confianza.

- Sí que la tienes, pero a veces se te tambalea un poco – bajo la mirada, supongo que lleva razón – Deberías hablarlo con Jack princesita, no conmigo.

- Con él seguro acabaría discutiendo.

- Lo que te preocupa por dentro debes decírselo, quizás si él es consciente de cómo te sientes en realidad se aleja de esa chica.

- O se enfada porque dice que él también tiene que aguantar que trabaje con Aron.

- Tenéis que ponerlos los dos en el lugar del otro, no es tan difícil.

- Joder, puedo aconsejar a mil mujeres para que salgan de una relación tóxica y no soy capaz de resolver mis problemas de pareja.

- Eso es muy normal, es mejor ver lo de otros antes que lo tuyo.

- O sea que, ¿tú también tienes problemas?

- Claro, no todo es de color de rosa nunca, sino sería muy aburrido.

- Cierto – giro mi cabeza al escuchar la puerta de la habitación abrirse.

- Mami.

- Dime cariño.

- Ta teminé de hache comita pa papi.

- ¿Seguro que está la pizza echa? ¿Tiene suficiente queso?

- Ti, toto e paquete – ríe.

- Nunca es suficiente queso – comenta Víctor al otro lado de la pantalla tras escucharnos.

- ¡Tío Vitoooo! – se sube a la cama y corre hasta mirar mi móvil - ¡Hodaaaaa!

- Hola mini princesita – sonríe – Ya era hora de que mami me pasara contigo.

- Mami, ¿po qué ño me dijite que hababa con tío Vito? – frunce el ceño – Vi quetía vele.

- Perdona tesoro, te iba a avisar dentro de poco.

- Meno – sonríe de nuevo hacia la pantalla – Mita tío Vito, en cole me han pitado uña – levanta la manita para enseñárselas.

- Qué bonitas las uñas, yo también quiero – enseña su mano - ¿Qué color me quedaría mejor?

- Tosa, ti.