-Tuve que salir del trabajo por ti. ¿Ves lo que ocasionas? ¿Y qué? ¿Tengo que buscar un psicólogo por tu disque depresión? Si lo finges todo. Solo quieres llamar la atención porque no sabes hacer otra cosa. ¡En serio que hartas!
Mamá habla mientras conduce molesta, yo mantenía la cabeza agachada en todo momento, me dolía pero no podía decir nada. No tenía ganas de nada... ni siquiera de llorar ya.
-¿Sabes cuánto cuesta el hospital? Agradece que tenemos el dinero suficiente porque o sino, te dejaba a la primera oportunidad. Si no fuera por tu padre ya te habría abandonado.
Sus palabras dolían tanto que dejaban mi corazón destruido, tenía ganas de abrir la puerta y tirarme a la calle esperando a que los autos me pasaran por encima. ¿Estaría bien si solamente desaparecía? ¿Qué pasaría con papá? No quiero dejarlo... no quiero que se ponga triste. No, no lo haré.
-Vete a tu habitación y no molestes. Ya te llevaran comida para tu desnutrición esa.
Hice lo que me dijo, bajé del auto y fui directo a mi habitacion. Me encerré allí y solo me tiré a mi cama, tenía sueño... pero no pude dormir mucho cuando trajeron la comida que me había dicho mamá, no tenía hambre pero me obligué a comer. Solo que apenas meter el primer bocado a la boca corrí al baño a tirarla. Mi cuerpo no aceptaba la comida y no quería forzarme, me hacía sentir peor.
Pasé por enfrente del espejo y me miré, traté de pensar en lo que Chris veía de mí por eso me había cambiado por Jena. Me miré de diferentes ángulos, empezando a comprender que Jena siempre fue y será más hermosa que yo. Agarré la piel de mi estómago y de mis brazos. Me sentía con mucho más peso de lo que tenía, hice una mueca y miré la comida en mi cama. La agarré y la tiré a la basura, dejé las cosas en el suelo y me tiré a dormir para apagar mis pensamientos y emociones, al menos por un tiempo.
Pero todo regresaba cuando despertaba, y era pero al ver a Jena con Chris. Mi vida se desmoronaba mucho más todos los días, pero aún así, lo único que me quedaba era papá. Que seguía queriéndome y tratando de hacerme feliz cuando regresaba a casa, a pesar de solo ser unos días.
-Ojalá quedarme más tiempo...
-No importa papá, sabemos que te vas para que tengamos lo que tenemos ahora -dije sonriendo y abrazándolo.
Él suelta sus cosas y me estrecha entre sus brazos con fuerza, pero se mantiene confuso.
-Estás más delgada... ¿estás comiendo bien, Keira?
-Sí, solo que estoy haciendo dieta. No quiero subir de peso.
-¿Dieta? Pero si tú no la necesitas, estás perfecta tal y como estás.
Papá besa mi frente haciéndome sentir mejor. Su presencia conseguía calmar las cosas, hizo que comiera bien y no llorase todas las noches. Mejoró mis días sin hacer mucho, solo quererme. Eso era todo lo que quería...
-¿Qué les parece si vamos a comer? -dice papá.
-¡Gran idea! Jena, ¿por qué no invitas a tu novio? -propone mamá.
-¡Sí! Papá, quiero que lo conozcas.
-¿Novio? No me habían dicho nada.
-Es que queríamos que fuera sorpresa, ahora es buen momento.
Ellos sonríen pero a mi no me parecía la idea de estar en el mismo lugar que Chris. Hice una mueca que disimulé.
-Lo siento papá, tengo tarea por hacer... mejor vayan ustedes, yo me quedaré.
-Pero, Keira...
-Déjala, si tiene tarea que la haga.
Mamá consigue distraer a papá y hacerlo aceptar. Yo fui a mi habitación de nuevo, ni siquiera tenía tarea por hacer. Me acosté en mi cama y volví a hundirme en la música. Resoplé profundo dejando escapar la primera de muchas lágrimas, y nuevamente me quedé dormida luego de llorar. Mientras mi familia se divertía con mi ex y comían a gusto.
Desperté a mitad de la noche esa vez, me mantuve mirando el techo por tanto tiempo hasta que tomé una decisión. Me levanté y salí de mi casa en silencio, nadie se había dado cuenta y prefería eso. Caminé por las vacías calles que solo eran iluminadas por las farolas, no me importó nada y llegué hasta el puente sobre el río de la ciudad. Me acerqué mirando la corriente, me senté en el borde y dejé colgar mis pies del lado del río. No hubo lágrimas, tampoco miedo, solo sentía la brisa golpear contra mi rostro.
Lo siento papá, pero esto era lo mejor...
Cerré los ojos y dejé escapar otro suspiro antes de impulsarme hacia el frente y caer al agua. La corriente me arrastra y yo empezaba a quedarme sin aire. Abrí los ojos de par en par cuando mis pulmones ardían, intenté volver a la superficie, ¿por qué? Quiero morir... pero mi cuerpo parecía actuar por sí solo, hasta que escuché algo sumergirse y pronto un par de brazos me rodearon por la cintura y me sacaron del agua.
Escupí el agua para cambiarlo por aire cuanto pude, mi cuerpo temblaba, pero no era por el frío de la noche. Escuché el suspiro de aquella persona que me había sacado. Miré a mi lado, y vi a un chico.
-Entonces... ¿por qué una linda chica como tú se tiró de esa forma?
¿Quién era? ¿Por qué me ha salvado? No tenía idea de nada, en ese momento solo podía pensar en que ese chico, que bajo la luz de aquella luna llena, era muy atractivo y era quien salvó mi vida. O la salvaría...
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SER EGOÍSTA SUELE ESTAR BIEN
Teen FictionDesde siempre tuvo que saber lo que era darle todo lo que tenía a alguien más, a pesar de no querer hacerlo. Quería ganarse el amor de mamá, pero tuvo que aprender por las malas que eso era algo imposible. Ella siempre elegiría a su hermana mayor. K...