Capítulo 27

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-¡Keira!

Escuché mi nombre por encima de la música fuerte, miré a todos lados y pude ver a Chris acercándose a mí y sonriendo, me mira de pies a cabeza.

-Wau... te ves más hermosa de lo normal -se acerca a mi oído-. Simplemente perfecta.

-Gracias... -sonreí apenada y sonrojada.

-Vengan, pasen -nos mira a Naya y a mí antes de meternos más a la fiesta-. La barra está allí, pidan lo que quieran. ¿Ya has tomado?

Me mira a mí y de inmediato recordé la noche que pasé con Adler en su casa y que sí había tomado.

-Sí, aunque solo fue una vez.

-Entiendo.

Llegamos hasta la barra de tragos pero Naya se me acerca mientras mantenía su fija vista en algo más, o alguien.

-Bueno amiga, viendo que estás bien acompañada... me iré a... a... ya sabes, búscame por cualquier cosa.

Se va de inmediato a encontrarse con un chico que la había estado mirando desde que entró. Naya coquetea con él al instante, y él le corresponde igual. Me reí por ella un segundo antes de mirar a los tragos y luego a Chris.

-¿Qué me recomiendas?

-¿Me dejas elegir por ti?

Asentí. Él sonríe y se lo piensa un momento antes de tenerlo en claro y pedirle al chico de la barra que prepare dos bebidas iguales. Así lo hizo y nos los entregó.

-Pruébalo y me dices qué tal.

-Está bien.

Miré el trago antes de beberlo un poco y sentir como ardía en mi garganta.

-Está fuerte... pero es bueno.

-Sí, ¿verdad?

Él bebe su trago de un golpe, lo miré sorprendida pero él deja la copa y se acerca a mí.

-Me alegra que hayas venido...

-Te lo había dicho.

-Lo sé, pero aún así me alegra.

Sonríe y apoya su mano en mi pierna, me hizo sentir un revoltijo en el estómago y para ocultar mis emociones bebí un poco más.

-Te pondrás ebria muy rápido si sigues así.

-¿No es lo que se hace en una fiesta?

-Para los que les gusta eso sí, pero yo quiero que disfrutes estando sobria... al menos el inicio.

Me hace dejar el vaso sobre la mesa y vuelve a sonreír, eleva su mano hasta acariciar mi mejilla y mantener mi cabello tras mi oreja. Luego me acaricia hasta que sus dedos levantan mi cabeza desde mi barbilla y acerca su rostro.

-De verdad no puedo resistirme a ti...

Ambos estábamos por besarnos cuando escuchamos gritos de alegría por parte de todos y vi al vicecapitan del equipo de Chris sobre una mesa con un vaso con alcohol.

-¡Por nuestras cinco victorias seguidas! ¡Pronto llegaremos a la final y todo gracias a nuestro increíble capitán! ¡¿Dónde estás Chris?!

Todos lo buscan hasta que se topan con él y nos miran a ambos. Chris se aleja de mí para reír y levantat mi vaso.

-Por el equipo.

Todos gritan alegremente y beben luego del brindis de Chris quien deja el vaso de nuevo sobre la mesa y me mira.

-¿Quieres bailar?

-Seguro.

Me tiende la mano y ambos nos alejamos de la barra para acercarnos al grupo de personas que bailaban sin frenos. Miré a las chicas para saber cómo es que bailaban este tipo de música, se me daba bien aprender rápido así que las imité con disimulo.

-No sabía que bailaban esta música.

-Lo creas o no, acabo de aprender. -ambos nos reímos por lo bajo.

-Entonces déjame enseñarte más.

Me toma sorpresivamente por la cintura para apegarme a su cuerpo y moverse apegado a mí. Lo seguí como pude, ambos pegamos nuestras frentes mientras bailábamos juntos y poco a poco me fui acostumbrando y desenvolviendo. Sonreímos juntos hasta que Chris se separa, solo la cabeza, para agarrar el vaso de uno de sus amigos y beberse el contenido de golpe.

-¿Sabes lo que es?

-Ahora sí.

Sonríe volviendo a bailar conmigo, pero acerca su rostro y besa mis labios. Claramente podía sentir el sabor a alcohol en él pero no me molestaba. El beso se intensifica como aquella vez en la playa, tanto que hasta sentí como nuestras lenguas se encontraban. Varios chicos, amigos de Chris que nos habían visto, aúllan por su capitán quien se separa de mí sonriendo y suspirando.

-¿Quieres quedarte aquí o prefieres alejarte un rato?

-Mejor vamos.

Asiente y me guía por la multitud sin soltar mi mano para no perderme. No estaba acostumbrada a este tipo dr ambiente, así que la música fuerte me estaba haciendo doler la cabeza. Subimos las escaleras y cruzamos un par de pasillos, pudr escuchar como algunos usaban las habitaciones que no eran las del fondo, -supongo que esas eran de su familia- para sus intimidades.

Llegamos hasta una de las habitaciones, pasando una de esas cintas rojas que prohibían el paso, y entramos. Enseguida de mi cuenta de que se trataba de la habitación de Chris. La música seguía siendo audible pero no tanto, podía estar tranquila aquí.

-Ponte cómoda.

Asentí sonriendo un poco y me permití pasearme un poco por la habitación. Miraba las cosas y luego volteé a ver a Chris, me miraba desde la puerta, tenía un brillo en los ojos que me hizo sonrojar.

-Am... ¿el baño...? -pregunté apenada, él apunta a una de las puertas de la habitación y yo huí ahí.

Me miré en el espejo notando ahora sí el sonrojo fuerte de mi rostro. Me sentía extraña, como esperando que pase algo de lo que no estaba segura lo que era. Suspiré calmándome, me dediqué a hacer mis necesidades y luego me limpié las manos. Pero mientras buscaba alguna toalla para secarme, encontré uno de los cajones medio abiertos. Miré dentro por si había alguna toalla pero lo de adentro no era lo que buscaba.

Me sonrojé mucho más de lo que ya estaba al ver una caja de preservativos ya abierta. Mi imaginación explota y al estar en el baño de la propia habitación dr Chris, me fue imposible no pensar en él usándolos... claro que no me molestaba... al contrario... me hacia imaginarme cosas de las que debería avergonzarme. ¡Dios! Primero espié a Adler cambiándose, luego a Chris cuando corría con su uniforme... ¡¿Qué me pasa?!

-¿Keira, está todo bien?

-¡S..Sí!

Me apresuré a responder, agarré mis cosas... volví a mirar dentro del cajón y resoplé.

-Ya salgo.

SER EGOÍSTA SUELE ESTAR BIENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora