Capítulo 26

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Por una semana estuve yendo de cita en cita con Chris y Adler intentando decidirme quien era el que me gustaba pero hasta el momento seguía sin tomar una decisión y eso ya me estaba sopesando demasiado. Naya intenta ayudarme pero realmente no puedo tomar una decisión entre ambos chicos que si bien sus formas son tan diferentes, me gustaban de igual forma.

Mientras tanto, Jena estaba decidida a hacerme la vida imposible al menos en casa, pero pasaba mucho menos tiempo allí y gracias a los chicos he podido estar más tranquila y feliz con mi vida... quisiera que todo siguiera así o mejor...

-¿Qué es lo que tanto ocupa tu mente, Keira? -Chris me mira mientras ambos estábamos acostados en la playa, como aquella vez.

-Nada, nada -le sonreí agomodábdome entre sus brazos y acercándome a su cuerpo.

-¿Segura? Estabas muy distraída.

-Segura, todo está perfecto.

-Está bien.

Besa mi frente y acaricia mi costado mientras volvíamos a quedarnos en un silencio muy cómodo. Aunque no era tan silencioso porque del teléfono de Chris sonaba una melodía muy linda que calmaba el ambiente de cualquier cosa que podría ser.

-Oye... daré una fiesta por las victorias del equipo y el comienzo de las vacaciones, será en mi casa... ¿crees poder ir?

-¿Una fiesta? -asiente-. No lo sé... nunca había ido a una.

-Será divertido, lo prometo.

-Hm...

Lo pensé por un tiempo, en realidad pensaba en cómo haría para escaparme de mamá ya que era obvio que no me dejaría ir. Terminé resoplando decidida a dejar de preocuparme por ella.

-Está bien, iré.

Chris sonríe y acaricia mi mejilla antes de levantar más mi cabeza y besar mis labios. Su sabor era tan tentador y sus caricias tan cálidas que por un segundo quise sentir aún más. El beso se intensifica antes de que me diera cuenta, enterré mis dedos en su cabello rubio y él se colocó sobre mí. Pronto me había quedado sin aire al no estar acostumbrada a tanta intensidad, me separé para respirar y él me miró a los ojos con un nuevo brillo en los suyos.

-Creo que es momento de irnos...

Asentí al no poder articular palabra alguna. Chris se levanta y me ayuda a hacer lo mismo, recogemos nuestras cosas y nos acercamos a su auto. Me lleva a casa y me deja en la entrada, volvimos a despedirnos con un leve beso antes de entrar a casa y encontrar a mamá y Jena allí.

-¿Saliendo con el ex de tu hermana? ¿No te da vergüenza?

-A ella no le dijiste lo mismo cuando empezó a salir con mi ex...

-¡¿Qué has dicho?! -mamá se me acerca con intenciones de jalarme del cabello.

Al instante me cubrí el rostro y me hice para atrás tratando de evitar lo máximo posible el golpe, pero ella gruñe y se aleja. Jena estaba molesta igual pero suelta una maldición y se aleja igual.

Suspiré aliviada por salvarme de otra serie de golpes y maldiciones. Fui a mi habitación y pensé en lo que me pondría para esta noche. No tenía nada porque jamás había pensado en ir a una fiesta... ¿qué haré? ¿Y si llamo a Naya? Agarré mi teléfono y marqué su número.

-¿Hola?

-Naya, necesito tu ayuda... ¿Vas a la fiesta de hoy, no?

-Claro, ¿qué pasa con eso?

-Bueno... es que yo... no tengo que ponerme.

-...

-¿Naya?

-En cinco minutos estoy en tu casa, ¿o no prefieres venir a la mía? Será mejor, ¿no te parece?

-Sí, preferiría que fuera así. Gracias.

-No es nada, te espero, ¿está bien?

-Está bien.

Colgué y agarré nuevamente mis cosas antes de salir de casa y pedir un taxi. No tardé casi nada en llegar a su casa, que ya había ido un par de veces, y ella me recibió emocionada.

-¡Bien! Empecemos.

Ella me jala hasta su habitación y se pone a desordenar su armario buscando la ropa que me prestaría. Me hizo probarte tantos tipos de conjuntos y vestidos que ya me estaba cansando de cambiarme, ¿y si mejor no voy? Ahora mismo prefiero mi cama que salir...
No. Ya le había dicho a Chris que iría.

-Este, este es el bueno.

-Eso has dicho hace diez conjuntos atrás -lloriqueé cansada y agarrando el vestido.

-Lo sé, lo sé, pero hazme caso. Este sí.

Resoplé profundo y volví a cambiarme de ropa, me miré en el espejo y me sentí... bien. Sonreí y salí para mostrarle a Naya como estaba, ella me mira de pies a cabeza antes de chillar como una loca.

-¡Te lo dije! ¡Este es el bueno! Te queda precioso, mejor que a mí, que suerte que ya me había dejado de quedar.

-Supongo... es muy lindo.

Me miré en el espejo de nuevo y me moví un poco para verlo en diferentes ángulos. Por fin no tenía a Jena detrás diciéndome algo despectivo y podía seguir sintiéndome bien con mi aspecto.

-Está bien, ahora yo.

Naya tardó otra hora en buscar un conjunto para ella, la ayudé ya que por mí había tardado en prepararse ella. Cuando encontramos un conjunto ella chilla de la emoción otra vez y luego procede a maquillarnos a ambas ya que yo no sabía hacerlo para esta ocasión. Me arregla el cabello y luego el suyo, de verdad que era como una modista profesional.

-Listo, quedaste hermosa, Keira. Serás la más linda en esa fiesta.

Sonreí apenada mientras me miraba por completo desde los zapatos hasta mi cabello arreglado increíblemente. Y Naya no se quedaba atrás, estaba igual de hermosa o más. Ambas estábamos completamente listas así que ella llama un taxi y ambas nos vamos a la fiesta de Chris. La música se escuchaba desde afuera, ya había gente allí y hasta un par de personas ebrias. Mi primera fiesta...

SER EGOÍSTA SUELE ESTAR BIENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora