-Eso sería todo -habla el abogado-. Ahora tienes acceso a la cantidad de dinero que quieras en tu cuenta.
-¿Puedo usarlo cuando yo quiera? -seguía sin creer que lo había conseguido.
-Así es.
Miré hacia atrás, parados a mis espaldas estaban Chris y Adler, sonriendo felices por mí. Mi sonrisa aparece y miré al abogado.
-Gracias...
Asiente pero saca unos papeles más y me los entrega.
-Esto es parte del testamento de tu padre, creo que puede interesante algo.
Lo tomé dudosa y miré lo escrito en los papeles; estaba segura que si estuviera tomando algo lo habría escupido.
-¿Qué dice, princesa? -pregunta Adler curioso por mi reacción.
-Me...Me dejó la casa y los autos.
No podía creer esto, pero ¿estaba segura que quería esa casa? Digo... la mayor parte mala en mi vida sucedió allí... Además, mamá y Jena siguen viviendo en ese lugar.
-¿Y? ¿Qué harás? -pregunta Chris.
Los miré a los tres por un segundo, luego a los papeles. Se me ocurrió una idea y decidí hacerlo.
Pedí que los chicos nos llevaran al abogado y a mí a casa de mi madre. Además de traer dos policías conmigo, ya estaba pensando en todo lo que haría a partir de este momento. Tenía nervios, pero Chris, que estaba a mi lado sujeta mi mano para darme ánimos. Le sonreí un poco antes de mirar por la ventana. Ni uno de los tres sabía en lo que estaba pensando hacer, pero tampoco dijeron nada. Llegamos a casa, aún me seguía dando escalofríos estar aquí... no me gustaba.
-Entonces, ¿qué harás? -pregunta por fin Adler abriendo mi puerta.
-Pues... ya lo verás.
Entre los policías, el abogado, los chicos y yo nos acercamos a la entrada de la casa. Me costó un poco pero al final toqué al timbre y escuché un "enseguida" de mi madre tras la puerta, a los segundos esta se abre y ella se sorprende por verme acompañada de todas estas personas.
-¿Qué has hecho ahora? -pregunta mirándome.
Hice una mueca antes de suspirar disimulada y mirar al abogado antes de pedirle los papeles del testamento de papá.
-Según el testamento... La casa en la que estás ahora mismo, me pertenece -solté.
-¿Qué dices? -su rostro se desencaja por completo-. No digas tonterías, mejor vete y llévate a todas estas personas.
-No son tonterías. Marie. La casa es mía, así que te pediré que tu hija y tú salgan de aquí, o paguen un alquiler.
Los dos chicos tras de mí se mueven y estaba segura que sonreían por mí. Mamá bufa y ríe con burla antes de cruzarse de brazos, justo en ese momento vi a Jena observando todo desde las escaleras.
-¿Pagarte a ti? Sí, claro. Esto es todo.
Intenta cerrar la puerta pero miré a los policías y ellos intervinieron. Abrieron la puerta de nuevo y uno sujeta a mamá mientras el otro fue a buscar a Jena que intentó escapar pero sin éxito alguno.
-¡¿Qué creen que hacen?! ¡Suéltennos! ¡Los demandaré!
-Soy yo la que debería demandarlas a ustedes -los policias las colocan una a lado de la otra frente a mí-. Todos esos años de abuso infantil no desaparecerán, nunca.
-¿A..Abuso infantil? ¿De qué hablas? -mamá mira nerviosa a los policías y ríe de igual forma.
-No intentes negarlo, tengo las pruebas suficientes para corroborar lo que digo.
Ella frunce los labios mirándome con enojo y odio a la vez, pero por fin... eso ya no me importaba.
-Puedo meterlas a la cárcel a ambas si yo quisiera, después de todo... Jena también es mayor de edad.
La nombrada forcejea contra los policías, queriendo saltar a atacarme. Las miré a ambas por un momento, me abracé a mí misma y retrocedí un paso sintiéndome horrible. Quería llorar... Pasé tanto tiempo llamándolas madre y hermana que me es tan difícil meter a mi familia en la cárcel, aunque se lo merecieran por completo. Todos los años de intentar ganarme su amor no desaparecerán tampoco, yo las amé a pesar de todo.
Chris y Adler me sujetan entre los dos, demostrando su cariño y apoyo ante esta situación tan difícil.
-Solo... sáquenlas de aquí... -pedí apartando la mirada.
Los policías asienten y se las llevan mientras ellas gritan y forcejean. Mi labio inferior tiembla, abracé con fuerza a Adler escondiendo mi rostro en su pecho. Chris me rodea desde atrás y ambos me ayudan a sentirme mejor y segura.
-¡Está bien, tú ganas!
Me aparté de ambos limpiando mi rostro y viendo hacia la entrada de la casa. Miré al policía que sujetaba a mamá y asentí, la suelta y ella permanece en su lugar.
-Pagaremos por la casa.
-¡Mamá...! -Jena intenta interrumpir pero mamá la hace callar.
-Jena, silencio.
Me acerqué a mamá pero volteé a ver a Jena y luego al policía que aún la sujetaba. Le indiqué con un gesto que podía soltarla también y así lo hizo.
-Bien... Lo que necesites saber será con el abogado, pronto estará todo listo para que firmes por el alquiler.
Mamá aprieta los puños pero los suelta y asiente a regañadientes.
-Ah, y... los autos también son míos, si quieres ver el testamento ahí lo dice.
Mamá abre los ojos de par en par pero ella no fue la que reaccionó. Jena suelta un grito de frustración e ira y consigue saltar sobre mí y tirarme al suelo a la vez que golpeaba mi mejilla con la mano abierta.
-¡Eres una maldita, te odio!
Los policías no tardan en sacarla de encima, yo me senté apoyando mi mano en mi mejilla por el ardor que me causó el rasguño en la mejilla. Al mirar mis dedos tenía un poco de sangre en ellos, los dos chicos se me acercan pero yo me levanté.
-¿Presentará cargos? -pregunta uno de los policías.
-¡Te odio! ¡Te odio, bastarda!
-¡Jena, basta!
Mamá intenta controlarla pero Jena estaba completamente fuera de control. Tenía miedo de ella, era la verdad. Tanto que comencé a temblar, los chicos lo notan, Chris me atrae hasta sí y me abraza mientras susurra palabras bonitas y de apoyo en mi oreja, Adler se colocaba en frente, haciéndome saber que no permitiría que Jena se acercara a mí si se llegara a soltar. Me aferré a la remera de Chris.
-Hagan lo que tengan que hacer... -mencioné.
Mamá grita pidiendo que suelten a Jena mientras los policías se la llevaban a la patrulla y la metían en los asientos de adentro. El escándalo sucede afuera y el interior de la casa queda más silencioso. Chris me hace levantar la mirada con su mano en mi barbilla, observa la herida en mi mejilla y suspira.
-¿Te duele?
Negué, supongo que la adrenalina me ayuda con eso. Adler se me acerca y me toma por la cabeza delicadamente para apegarme ahora a su pecho y abrazarme. Yo miré al abogado.
-Hablaremos de los detalles al rato...
-Está bien, entonces me voy.
Asentí. El abogado se despide y sale de la casa. Los policías ya habían llevado a Jena y mamá había ido con ellos, me separé de los chicos y miré a todos lados de la casa.
-Realmente odio este lugar.
-En tal caso... será mejor irnos -habla Adler besando mi cabeza antes de ir hacia la puerta.
Chris pasa por mi lado y besa mi mejilla, me toma de la mano y me incita a salir de aquel lugar. Los tres volvimos a irnos, nos subimos al auto de Adler y nos alejamos hasta la comisaría. No quería hacer esto ahora, pero debía... espero que todo termine de una vez.
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SER EGOÍSTA SUELE ESTAR BIEN
Roman pour AdolescentsDesde siempre tuvo que saber lo que era darle todo lo que tenía a alguien más, a pesar de no querer hacerlo. Quería ganarse el amor de mamá, pero tuvo que aprender por las malas que eso era algo imposible. Ella siempre elegiría a su hermana mayor. K...