Chris se me acerca lentamente y en silencio, me mira esperando encontrar alguna marca que se me haya quedado por algún golpe que mi mamá o Jena me hayan hecho, pero al no ver nada parece aliviarse.
-¿Estás bien? -pregunta agachándose frente a mí y apoyando sus manos en mis rodillas.
-Sí, lo estoy -le sonreí para demostrarle que de verdad estaba bien.
-Que suerte, cuando no te vi en estos días ni en tu casa... me preocupé.
-Lo siento, no quería que eso pase -negó y apoyó su mano en mi mejilla.
-Ya no importa. Estás bien y eso es lo que interesa.
Lo abracé efusivamente y él se levanta conmigo, esconde su rostro en el hueco de mi cuello y suspira aliviado. Me deja en el suelo, ya que me había levantado de más, y deja sus manos apoyadas en mi cintura. Nos miramos a los ojos y pensé en besarlo, pero me sentía incómoda hacerlo frente a Adler; así como me sentiría incómoda besar a Adler frente a Chris.
Bajé la mirada antes de que eso pase y miré al dueño de casa que estaba recostado contra la puerta de brazos cruzados. Él me mira y sonríe con ternura antes de asentir, demostrándome así que no le importaba que besara a Chris. Justamente él levanta mi cabeza con su mano en mi barbilla y besa mis labios intensamente. Aún así, el sentimiento de incomodidad no desapareció, pero el beso era necesario para ambos.
-¿Vas a contarme lo que pasó? -preguntó al separarnos.
-Si en serio quieres saber...
Asiente, entonces ambos nos sentamos en la cama, miré al suelo mientras jugaba con mis manos y comencé a relatar lo sucedido hace dos días. Claro que... evité el detalle de que Adler tuvo que evitar que me lanzara del puente y por suerte para mí, él tampoco lo mencionó. Supongo que sabía que era un tema que de verdad no quería tocar, y supo respetar eso.
-Entonces... ¿vivirás aquí? -Chris parece sorprendido y un poco celoso pero no quiso demostrarlo.
-B..Bueno... -quería decir que no quería vivir aquí por mucho tiempo para no molestar a Adler ni a su padre.
-Sí -Adler responde sonriéndome.
Chris lo mira y luego a mí, parece pensar en algo por un tiempo pero entonces suspira.
-¿Sabes? No me agrada -Chris se cruza de brazos.
-Que pena... -se burla Adler.
-No me agrada, porque sé que él puede tenerte día y noche -habla Chris-. Es injusto.
Los miré a ambos, Adler sonreía con superioridad mientras que Chris lo miraba fulminante. Pero entonces voltea a verme a mí.
-Me encantaría ayudarte también, Keira... me siento inútil sabiendo tu situación y que solo Adler haga algo por ti.
-Chris... -lo miré apenada. No quería hacerlo sentir de esa forma.
-Ah, ya sé a donde va esto... -Adler resopla.
-Sabes que tampoco tengo problema con que te quedes conmigo, eres más que bienvenida.
Me sonrojé pero lo miré sonriendo agradecida. Él me devuelve la sonrisa y yo suspiré.
-Chicos... de verdad les agradezco lo que hacen por mí y que me dejen quedarme en sus casas... pero...
-Sabemos que te sientes avergonzada por tener que hacerlo, pero Keira... no tienes opción ¿o sí? -habla Adler haciéndome callar.
-Odio decirlo pero tiene razón. No puedes volver a tu casa y tampoco creemos que te dejen volver. Sabes que solo te hace mal estar allí.
-Sí, lo sé...
-Así que no hay discusión -Adler se acerca y se sienta a mi otro lado-. Si no quieres estar aquí todo el tiempo porque te sientes una aprovechada... entonces ve con él.
-No es que no quiera estar aquí, Adler.
-Lo sé, no necesitas aclararlo, princesa -me abraza y besa mi cabeza-. Solo digo... no hace falta que estés conmigo todo el tiempo si te hace sentir así. Puedes pasar unos días conmigo y otros con Quiasimodo, hasta que sepas que hacer.
-Deja de llamarme así.
Me reí mientras ambos se molestaban con la mirada pero al escuchar mi risa volvieron su atención a mí. Respiré profundo antes de agarrar sus manos y apretarlas un poco para demostrarles mi gratitud.
-Gracias chicos... de verdad.
-No es nada, princesa.
-Por nada, Keira.
Adler besa mis nudillos mientras que Chris mi cabeza. Me sentía extraña con ambos chicos en una misma habitación sin matarse y... haciéndome sentir bien. Esto era malo, porque me confundían cada vez más. Mi actitud cambia y eso no pasó desapercibido para ellos.
-¿Qué pasa?
-¿Princesa?
-Yo... lo siento... aún no puedo decidir, no quiero seguir de este modo. Siento que les hago daño y eso...
Adler gira mi cabeza hacia él y besa mis labios para callarme, me dejó sin aliento pero nada más soltarme; Chris me gira, limpia mis labios con su pulgar haciéndome reír leve y me besa de igual forma.
-No pienses en eso ahora.
-Lo importante es tu bienestar, princesa. Deja eso para cuando todo termine, ¿de acuerdo?
-Pero...
Chris vuelve a besarme para callarme ahora él y Adler besa mi cuello haciéndome jadear por la forma placentera de hacerme erizar.
-Silencio, princesa.
-Keira, no necesitas tocar el tema.
Suspiré mirándolos pero me quedé en silencio de nuevo. Aunque a ellos pareciera realmente no importarles... a mí sí. No me gustaba seguir estancada en esta decisión, pero ambos me gustaban, ambos me hacían sentir de tantas maneras diferentes y agradables. Era tan difícil decirle que sí a uno y rechazar al otro.
Hasta pensé en la posibilidad de pedirles una relación de tres, ya saben, esas poliamorosas... pero no puedo ser tan egoísta, ellos no se llevan bien, no puedo pedirles eso. Debo elegir.
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SER EGOÍSTA SUELE ESTAR BIEN
Teen FictionDesde siempre tuvo que saber lo que era darle todo lo que tenía a alguien más, a pesar de no querer hacerlo. Quería ganarse el amor de mamá, pero tuvo que aprender por las malas que eso era algo imposible. Ella siempre elegiría a su hermana mayor. K...