-¡Puah! El primer día se supone debe de ser divertido y relajante, ¡¿por qué no hicimos nada más que tareas y pruebas diagnósticas entonces?!
Naya levanta los brazos y mira al cielo como reclamándole al de arriba que el primer día de clases fue una mierda, como suele ser. Me reí por lo bajo mientras caminaba a su lado e íbamos por la plaza. Veíamos a varios niños o un poco mayores paseando en patinetas, bicicletas, patines y demás juguetes.
-Siempre ha sido así, por eso nadie que no sea nuevo se emociona por el primer día -mencioné.
-En mi antigua escuela, el primer día era sagrado, hasta la mayoría de personas no iba. O se hacían fiestas y los mayores llegaban con resaca o aún borrachos.
-Suena interesante.
-Lo era. Los guardias tenían que hacer un control de alcohol antes de que los alumnos ingresáramos. Era divertido ver como los aún borrachos negaban por su vida que no estaban borrachos.
Ella se ríe a carcajadas por los recuerdos que tenía de su antigua escuela.
-Si estabas bien ahí, ¿por qué te mudaste? -me atreví a preguntar.
-No confundas, era divertido ver, pero en realidad no me iba muy bien allí. Siempre me peleaba con los mimados de esa escuela, respondía a los profesores y no tenía buenas notas... Al final, me terminaron expulsando.
-¿En tu último año?
Asiente cruzándose de brazos, bufa pero se encoge de hombros para restarle importancia. Iba a seguir hablando cuando se detiene de golpe y sus ojos brillan.
-¡Ahí, ahí está! -volteé a ver al alquiler de carritos que había mencionado en la escuela- ¡Vamos!
Me agarra la mano y me jala hasta allí. Pide un carrito de dos, le da lo necesario y se sube en el asiento del conductor.
-¡Vamos, Keira, sube!
-Ya voy, ya voy.
Rodeé el carrito y me subí a su lado sonriendo. Ella empieza a pedalear e ir por todos lados mientras yo sostenía nuestras cosas. Parecía realmente divertida con todo esto, y... no podía mentir que a mí también me gustaba.
-Quisiera que manejar un auto sea tan fácil como esto.
-Pero si un auto es así, entonces te cansarás antes de llegar a donde debes -murmuré riendo leve.
-Es verdad... ¡Pero sería más fácil aún así!
-Te doy el punto.
-Hey, hay un vendedor de helados, ¿quieres?
-¡Sí! -me cubrí la boca con ambas manos y me sonrojé -. Quiero decir, sí...
-Se nota que eres tan fanática de los helados como yo, ¡así que no te contengas en demostrarlo!
Pedalea con rapidez hasta estacionarnos junto al vendedor. Le compramos dos helados y nos alejamos de nuevo. No iba a mentir de que en realidad me gustaba estar con Naya, era agradable.
-Ow, ya se acabó el tiempo del alquiler... hay que regresarlo... -menciona haciendo un puchero.
-Está bien, de igual forma se está haciendo tarde.
Asiente. Devolvemos el carrito al hombre y ella se estira por completo mientras caminamos y nos alejamos.
-Oye, quería preguntarte... ¿en serio eres modelo? -pregunté.
-Estudiante de, pero sí. Ya he ido a un par de sesiones de fotos pero aún me falta pasar por la pasarela -su rostro se ilumina- ¡Quisiera hacerlo!
-Estoy segura que lo harás.
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SER EGOÍSTA SUELE ESTAR BIEN
Teen FictionDesde siempre tuvo que saber lo que era darle todo lo que tenía a alguien más, a pesar de no querer hacerlo. Quería ganarse el amor de mamá, pero tuvo que aprender por las malas que eso era algo imposible. Ella siempre elegiría a su hermana mayor. K...