Capítulo 28

303 29 1
                                    

Abrí la puerta del baño y me encontré con Chris sentado en su cama y pensando, aunque al escucharme levanta la mirada y sonríe. Me acerqué a él y me senté a su lado.

-Creí que te habías quedado colgada o algo, sueles hacerlo.

-Lo siento -sonreí apenada pero él niega.

-No lo dije para que te disculparas. Te ves tierna cuando estás en ese modo.

Mi rostro nuevamente se sonroja por su comentario pero él ríe por mi reacción y apoya su mano en mi mejilla.

-E igual te ves tierna sonrojada.

Me mira el rostro pero se queda en mis labios, yo apreté el borde del vestido con algo de nervios cuando él me besó. Al comienzo fue como todos nuestros besos, tierno y calmado, pero no tardó en intensificarse. Alcé mi mano hasta su rostro y la apoyé en su mejilla mientras ladeada mi cabeza para acceder mejor a él. Su mano acaricia mi pierna desde mi rodilla y sube, pero se detiene de golpe y la aparta junto a su mirada. Suspira para calmarse.

-¿No quieres...?

Con mi mano en su mejilla hice que volteara a verme de nuevo y ahora fui yo la que empezó el beso intenso. Su sorpresa no pasó desapercibida al igual que su confusión. Me atreví a moverme y en un momento ya estaba sentada sobre su regazo.

-¿Keira?

Lo miré a los ojos por un momento mientras me sostenía por sus hombros y él por mi cintura. No sabía lo que hacía, pero quería seguir...

-Chris... ¿p..podemos seguir?

Abre los ojos de par en par, me mira fijamente y tan sorprendido que creo que había entrado en un estado de shock.

-¿Estás ebria?

-No, no es eso... ni siquiera bebí tanto -resoplé avergonzada-. ¿T..Tú no quieres...?

Todas las inseguridades que mi madre y Jena se aseguraron dr meterme en la cabeza comienzan a atacarme internamente. Me hacían pensar en que él no quería seguir porque le causaba asco o algún tipo de rechazo.

-Keira, no tengo ningún problema, y ¿sabes? Realmente me encantaría ser el primero en estar contigo...

-¿Pero...?

-Pero... quiero que esté completamente segura de esto. ¿No haces esto por algún tipo de presión o algo, cierto?

Negué con la cabeza rápidamente.

-No, solo... me dio curiosidad.

-Y es normal, te entiendo por completo, créeme... Pero también sé que es posible que te arrepientas después y no quiero ser el causante de eso. No quiero lastimarte.

Lo abracé por sorpresa. Era por esto que estaba segura, porque sabía que le importaba y que jamás me lastimaría. Conozco a Chris, y por eso estaba segura.

-No lo haré, te lo prometo. Estoy completamente sobria y segura de esto... porque eres tú.

-¿Y Adler? ¿Qué pasa con él?

-Yo... no lo sé, sigo confundida... pero quiero hacer esto, así que por favor Chris... ¿M..Me... ayudarás?

Nos miramos a los ojos por un tiempo, pero él sonríe y vuelve a apoyar su mano en mi mejilla.

-¿Cómo podría negarme a ti?

Me acerqué y lo besé al instante, estaba lista para esto. Aunque en el fondo sabía que no importara quien fuera, si Chris o Adler... me gustaría hacerlo, solo si es con uno de los dos. ¿Es injusto o egoísta de mi parte?

Las manos de Chris me hicieron volver a la realidad, acariciaban mis muslos hasta subir y tocar mi trasero. Mi piel se eriza por completo ante su tacto, entonces sentí cuando comenzaba a bajar el cierre del vestido, lo sentí flojo y sabía que con este vestido no se usaba sujetador, así que cuando mis senos estuvieron expuestos me sentí vulnerable y ya no podría arrepentirme.

Chris baja a besar mi cuello y sigue hasta mi pecho, se separa para verme pero eleva la mirada hasta encontrar mis ojos.

-Eres hermosa, Keira... definitivamente.

Me sonríe antes de alcanzar uno de mis pezones con su boca y chuparlo.

-¡Mhg! -me cubrí mi boca con una mano y sentí mi cuerpo crisparse.

Chris me toma por los lados, acariciando mis costados y bajando más el vestido. Me suelta jadeando para levantarme y quitarme el vestido, me mira de pies a cabeza y sonríe. Se levanta haciendo notar la diferencia de estatura pero ahora me sentía más nerviosa, me sentía indefensa. Chris besa mis labios una vez más a la vez que me hace girar y caer en la cama, se quita la remera dejando ver su cuerpo digno de un capitán y se coloca sobre mí besando mi cuello de nuevo.

Sus manos agarran mis bragas y las estiran hacia abajo, sentí el frío corriendo por mi cuerpo ya completamente desnudo, estaba avergonzada pero Chris me hacía sentir cómoda. Acaricia mi intimidad sorpresivamente y frota sus dedos allí.

-C..Chris... -murmuré avergonzada pero sintiéndome bien.

Sus dedos comienzan a deslizarse mejor y yo sentía como mi intimidad se mojaba más. Hasta que solté un gemido de sorpresa cuando uno de sus dedos entró en mí, se sentía apretado y dolía un poco pero pronto me acostumbré. Mueve su dedo de adentro afuera rápidamente.

-S..Se siente raro... -admití.

-¿De verdad? -sonríe-. Pronto estarás mejor, no te preocupes.

Mete un segundo dedo e intenta hacerme aflojar por dentro, lo estaba consiguiendo y yo estaba sintiéndome en las nubes con solo sus dedos. Sentía que algo se acercaba, mi cuerpo se retuerce pero justo antes de que suceda él se detiene, un sentimiento de frustración me recorre. Hasta que lo escuché quitándose el pantalón.

Lo miré cuando se acomodó entre mis piernas, se pasaba la mano por su miembro el cual no podía dejar de mirar.

-¿Quieres hacerlo? -corrobora Chris.

-S..Sí...

Recordé una cosa y le apunté a mi vestido, donde también había caído el bolso que Naya me había prestado.

-Y..Yo encontré la caja en el baño...

Chris se sorprende pero sonríe y asiente, se estira hasta agarrar el bolso y sacar el preservativo que había agarrado. Lo abre y se lo pone antes de presionar la punta en mi entrada.

-Creo que me alegro de que lo hayas encontrado.

Me avergoncé pero no me dio tiempo a decir algo cuando ya estaba entrando en mí. Solté un jadeo junto a un gemido.

-¡D..Dios...! Esto es... Mhmg.

Apreté mis uñas en sus hombros mientras cerraba los ojos y lo sentía entrando, no dolía como lo había pensado pero si era extraño. Me arqueé y abrí los ojos de par en par cuando mi interior estaba lleno.

-¿Estás bien? -me pregunta jadeando.

-Sí...

-¿Puedo moverme?

Asentí en respuesta, me gustaba que se preocupara en realidad. Chris lo hizo, empezó a mover sus caderas haciéndome sentir como salía y entraba de manera repetitiva. Pronto fue más rápido y golpeando mi trasero con sus caderas, el frote entre nuestros sexos me hacia sentir increíble, no sabía que esto podía llegar a ser tan placentero.

-¡A..Ah...! Hmg... C..Chris.

-Nhg... -él gime en mi pido mientras acaricia mi cintura.

Se levanta solo para agrarr mis manos y entrelazar nuestros dedos para aprisionar estas contra su cama. Fue más rápido y yo enredé mis piernas en su cintura, sintiéndolo más profundo. Jadeó en mi oreja haciéndome estremecer y erizar. Sus gemidos se escuchaban tan bien.

-Keira... Mhm...

Cerré los ojos y pude sentir como me corría por completo, él se vino después y ambos quedamos jadeando. Chris sale de mí para quitarse el preservativo y tirarlo a la basura, besa mi frente y me sonríe. No dijimos nada, no hizo falta, solo nos mantuvimos juntos.

SER EGOÍSTA SUELE ESTAR BIENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora