Capítulo 53- Nunca

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Kiara

El corazón me iba a mil por hora, mi respiración estaba demasiado entrecortada y no podía tenerme en pie, pensé en los ejercicios de respiración que me recomendaron en estas situaciones. Era algo que yo no podía controlar, no quería tener ataques de ansiedad, no lo decidí así. Pero si decidí ocultarlo, no porque me avergüence de ello, eso nunca, pero no quiero preocupar a la gente que me rodea, pero ahora mismo estamos salvando dos mundos, o al menos lo intentamos; así que lo voy a ocultar.

-Chicos, esperadme en el portal, ahora vuelvo- intente sonar natural, al menos las clases de teatro me ayudan.

-Emm, ¿a dónde vas Ki?- Hadeon no sospechaba, creo.

-Necesito ir al baño de la naturaleza, ¿vale?- Son demasiado agresivas, pero bueno qué más da, se lo merece por hacer que no ha pasado nada.

Todos siguieron hacia delante, o eso creía.

Me senté detrás de un árbol y empecé a temblar, llorar y respirar demasiado rápido, creo que tuve una pequeña taquicardia, me solía pasar en los ataques de ansiedad, desde que llegué a la EM he tenido tres, todos los pude controlar. Pero creo que es más fuerte, odio sentirme así, odio no poder controlar mis sentimientos. Apoyé mi cabeza en las rodillas y sentí como alguien me abrazaba. No quise mirar quien era, pero era uno de los chicos y no eran ni Hadeon ni Leo.

-Kiara, soy Mike.- Hizo una pausa y cogió aire mientras que me abrazaba, él se separó un poquito para que le mirara y me apartó el pelo de la cara.

-Kiara, se que tienes ataques de ansiedad, lo supe cuando saliste a la azotea una de las noches y lloraste en silencio. Quiero que sepas que aquí tienes un amigo si tu quieres que lo sea- no sé si lloraba por las palabras de Mike o por el ataque de ansiedad- pero por favor, no te encierres en ti. No hagas eso, sé que crees que eres un problema o que tenemos suficiente con lo que tenemos. Pero nunca, nunca creas que molestes. Lo único que nos va a molestar, o por lo menos a mí, es que creas que molestas, ¿lo entiendes pequeña hadita?- Mike me limpio las lágrimas mientras asentía y como si me entendiera a la perfección sabia que necesitaba un abrazo más que nada.

EM Firmado, DESTRUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora