Rinney - Brance - Grilly

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Los dos chicos se encontraban en la rueda contemplando el atardecer.

— Es muy bonito, ¿no crees? — dijo Finn mientras veía el cielo, Robin lo miro confundido.

— ¿Que cosa? — preguntó mirando a Finn y el chico le devolvió la mirada, pero la quito rápidamente.

— El atardecer — volvió a decir y Robin asintió.

— Si es muy bonito — dijo refiriéndose al clima, pero discretamente también a Finn.

Cuando ya habían bajado se fueron a la casa del peli castaño.

— Me la pase genial hoy Robin, gracias por invitarme — dijo abriendo la puerta.

— Yo también me la pase genial contigo Finn, deberíamos intentarlo otra ves — dijo mientras sonreía.

— Si — dijo y los dos chicos se quedaron mirando, por unos cuantos segundos, hasta que el peli castaño se acercó al peli negro y le dejó un beso en el cachete, causando una pequeña sonrisa en el peli negro — adiós — se despidió con la mano y cerro La puerta.

— Adiós — susurró con una sonrisa y se fue.

Cuando el castaño entró, no se tardo en aparecer la pequeña chica.

— Y ese peluche, ¿quien te lo dió? — preguntó con los ojos entre cerrados mientras se cruzaba de brazos.

— Robin — dijo y la chica chillo, asustando al peli castaño.

— ¡Hay Dios no te puedo creer! — dijo y dio saltos de emoción, causando que el castaño suelte una carcajada.

— Fue tan hermoso Gwen — dijo y soltó un suspiro de enamorado.

— ¿Te gusta mucho verdad? — preguntó Gwen sonriendo.

— No te voy a mentir, Robin me encanta y mucho — admitió mientras se dirigía al sillón.

— Viste, yo siempre tuve la sospecha de que terminarían enamorándose — dijo la pequeña chica mientras se sentaba en el sillón seguida por Finn.

— No creo que Robin sienta lo mismo por mi — susurro bajando la cabeza y la chica lo miro incrédula.

— Robin es más obvio que tu, por Dios se recontra nota que le gustas — dijo mientras se paraba.

— ¿Tu creés? — preguntó mientras veía como la pequeña caminaba hacia la cocina.

— ¡Claro que si! — dijo mientras agarraba una manzana y se dirigió hacia Finn.

Finn sonreio un poco y volvió a enfocar su vista en el televisor, mientras abrazaba el peluche que Robin le había "obsequiado."

Cuando Robin entró a su casa cerro la puerta lentamente y camino hacía las escaleras, cuando estuvo a punto de subir su tío habló.

— ¿Que son estas horas de llegar Arellano? — preguntó su tío y Robin sintió un escalofrío pero se voltio y lo miro seriamente.

— Lo siento, se me fue la hora — dijo y al ver como su tío se acercaba retrocedió con miedo aunque no lo mostrará. Cuando su tío estuvo lo suficientemente cerca cerro los ojos esperando algún golpe, pero su tío solo paso por su lado, cosa que confundió al peli negro y abrió los ojos para mirarlo.

— Empieza a limpiar, mañana quiero todo limpió — ordenó su tío mientras subía las escaleras, Robin soltó un suspiro de alivio y minutos después empezó a limpiar.

Vance estuvo a punto de entrar a su casa hasta que escucho como lo llamaban.

— ¡Vance! — llamó la peli negra mientras corría hacia el, el chico se confundió.