¿celos?

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Jessica, lo que me faltaba.

–Si te quieres vengar por la otra vez espera en la salida.

–Tranquila, solo quiero hablar con Valentina, quiero estar en paz.

–No, no te acerques a ella no confío en ti.– Dije molesta.

–Jessica ¿Que haces aquí?.– Valentina se percata de Jessica que
estaba hablando conmigo.

–Nada, ya se va.– Dije molesta.

–Necesito hablar contigo, solo cinco minutos, por favor.– Jessica hacía gestos de súplica.

–Esta bien.– Accedió Valentina. La miré decepcionada y molesta, me doy la media vuelta para alejarme de ellas, Valentina intento de retenerme con su mano, no lo logra, jalé bruscamente mi brazo para alejarme de ella. Toshio corre hacía mi.

–¿Que fue eso?

–No comprendo tu pregunta.

–¿Por qué te enojaste?

–Me da coraje que este con ella, se supone que ya la superó ¿No?

–A lo que recuerdo tu hermana dejó a Jessica para irse con Cameron, así que puede que esté regresando sus sentimientos que tenía por ella.– Rodeo los ojos, por mi estúpido sentido de lógica no me acordaba que nadie sabe que me gusta.

–En fin no creo que regresen, se está acercando con nosostros.– volteo a ver y en efecto Valentina caminaba en nuestra dirección enojada y con pasos muy agresivos.

–¡Correee!– me susurra Toshio.

Sinceramente si quería correr pero me iba ver cobarde e inmadura, demostré todo lo contrario  no me moví de mi lugar esperando a que me diera una bofetada o un jalón de greñas. Esperé de todo menos a que pasara a lado mio sin hablarme, sin mirarme, siguió su camino, Toshio y yo nos quedamos sorprendidos pues esperábamos a qué sucediera algo, me dolió esa acción ¿Me lo merecía? La Seguí observandola hasta perderla de vista.

Últimamente hemos peleado.– Mentí.– Quiero comprarle algo para disculparme con ella.

–¡Vamos ahorita al centro comercial!

–¿Y las clases?

–Ya estamos en las últimas ya no son importantes.

–Esta bien, solo porque es filosofía y me aburre esa clase.

Suena el timbre.

Valentina

Había pasado diez minutos desde que el timbre sonó, la mayoría de mis compañeros ya están adentro del salón, no había señales de Isabel.

Varios minutos después el profesor entra al salón acompañado de Peter con varios libros en la mano. ¿Le habrá pasado algo malo a Isabel? O tal vez no está aquí por capricho, cálmate Valentina solo estoy sobre pensando las cosas.

–¿Que tanto hablaste con Jessica?– preguntó Peter sentándose a lado mio.

–Me dijo que se va ir el próximo mes a estudiar en Italia y se disculpó por todo el show que hizo la otra vez, hicimos las pases para estar bien sin ningún problema.

–¿Es enserio? ¿Sin ningún truco?

–La verdad no sé, si noté la sinceridad en sus ojos y su forma de expresarse.–Dije desanimada.– se enojó Isabel por hablarle y la dejé ahí sin dirigirle la palabra, me enojó mucho su actitud.

–Si ví que se fue de tu lado, pensé que estaba de acuerdo.

–Ya ví que es celosa.– Dije antes de darle un gran sorbo a la botella de agua.

–Ahora imagínate que en vez de hermanas fueran novias.

De pronto el agua que bebía se atoro en alguna parte de mi garganta provocando a qué me ahogara y tociera.

Peter reacciona rápido dándome leves golpes en la espalda.

–Por favor no se nos muera a mitad de clases Salgado.– Dice el profesor llamándome la atención

Todos mis compañeros se empezaron a reír, me sonroje de la vergüenza.

–Vale, todos atención alumnos, habrán su libro en la página doscientos ochenta y seis, hoy veremos al filósofo Diógenes.

Después de la clase de filosofía me fui directo a la clase de biología una de las clases que no compartía con Isabel, aún no veía señales de ella, me empecé a sentir mal y lo peor es que esta clase dura dos horas, las últimas dos horas de clases, se me hará eterno.

Era una de las primeras personas en entrar al aula y me alegro porque me da tiempo para sacar mi cuaderno y el bolígrafo sin apuros porque la perra de la maestra de biología nomás entra al salón y empieza a dictar demasiado rápido sin compasión, odio esta clase solo por el hecho que nos hacen cansar la muñeca de tanto escribir.

Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no me había percatado de que el salón se había llenado, una compañera rompió la burbuja que había creado con mis pensamientos.

–¿Pu-puedo sentarme a lado tuyo?– preguntó con timidez.

Despegué la mirada que tenía meditando en el cuaderno y me dirigí al rostro de la chica al ver de quién era sonreí y asentí con la cabeza.

Esa chica era pésima para socializar pero en el basquetbol era buenísima jugando y hablo de Abril la novia de Samantha.

Nunca he tomado una conversación con ella, gracias a Samantha es cuando la empecé a notar, el equipo de basquetbol no es muy valorado en esta escuela y más porque solo es un equipo de chicas, empezó a valorarse un poco más gracias a Samantha pero eso es otra historia que contar.

–Estoy aquí desde temprano porque pensé que la maestra ya estaba dictando pero al parecer es la primera vez en todo el cuatrimestre que se tarda.– Hablé para crear conversación.

–Lo sé, ya me veía afuera del salón por llegar tarde.

–Hoy a sido un día muy raro.

Abril solo asiente y se enfoca en sacar sus materiales de la mochila.

–Hoy a sido algo agotador en el entrenamiento, Amsi a estado últimamente algo agresiva, esa niña enserio quiere ganar el campeonato y ganarse una beca en la universidad.

–Esa niña es medio especial.– Dije sin pensarlo.

–¿La conoces?

–Claro, es mejor amiga de Jessica, mi ex.

–¿Tu ex? Entonces tú eras la chica que causó que Jess se fuera del país y Amsi se enojara demasiado.

–¿Por qué Amsi se enojaría bastante?

–¡¡Apunten!! La neurobiología proviene del estudio de las células del sistema nervioso, su organización de circuitos funcionales que procesan la información y median en el comportamiento.​– Exclamó la maestra de biología.

–¡Profe! aguante todavía no saco mi libreta.

–¿Cómo que todavía no? Byron llegué quince minutos tarde, es para que hubieras aprovechado en sacar tu libreta y lapicero, menos dos puntos por indiciplinado.

–Que perra...– susurro Abril.

Después de un largo dictado y explicación por parte de la maestra     no me di cuenta del tiempo, ya faltaban cinco minutos para que dieran el timbre.

–Eso es todo chicos, está vez no habrá tarea, nos vemos el viernes.

La maestra se retira del salón.

–Menos mal, ahorita estoy estresada, se aproxima el último partido, tenemos que dar todo lo que se pueda, se nos otorgará una beca en la universidad.

–Verán que lo ganarán, la última vez jugaron muy bien. Suerte.– Sonreí, ella agradece y me despido para después salirme del aula.

No sé cuándo no sé a qué horas pero mi mente estaba a todo lo que da sobre pensando, caminaba automáticamente sin darme cuenta ya estaba a media calle caminado como una zombie hasta que un pitido de un auto me despertó de mi trance, me asusté mucho, la combi estaba a un metro de mí, ¡Si! ¡Una combi casi me atropella!

Mi preciado secreto (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora