Mi bella maldición

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Isabel

¡Un perro me esta lambiando mi rostro!

–¿¡Qué es esto!? Quítenmelo de encima.– No odiaba a los perro pero tampoco era grato que te despierten sin saber quién o que te estaba “atacando”

–Thai, Thai, Vieni qui.–jessica le hablaba al perro en italiano

–Tu perro, si que me quitó la cruda del susto.– Era un hermoso dálmata de tamaño mediano, el perro se me acerca olfateando  desesperado mi vestido.

Jessica se queda observando con melancólia.

–Ese vestido… ¿Es tuyo?

–No, es de Valentina.

–Con razón Thai reconoció el olor, por eso está así contigo.

–¿Thai conoció a Valentina?.– pregunté emocionada, ella sonríe con melancolía.

–Valentina me regaló a Thai por nuestro primer mes de novias.

–oh, entonces…¿Thai fue cómo su perrijo?

–Así es.– Afirmó acariciando a Thai.

–¿Cómo pudo abandonar a su perrijo? ¿¡Por qué nunca me contó de su perrijo!?

–Tranquila Isabel, mejor vamos a dormir, el sofá ya está empaquetado, te puedes dormir en el suelo o en mi cama conmigo.

–Ja, Ja, ja, ni loca me duermo contigo.–Dije firmemente, aunque probablemente me trague mis palabras.

–Como quieras, veni Thai.–Jessica apaga las luces y junto con Thai se suben corriendo en la escaleras, dejándome sola con la oscuridad, reacciono inmediato persiguiéndolos hasta llegar a la habitación, di un mal paso tropezándome al cuerpo de Jessica, ella intentaba sostenerse, sin embargo mi peso venció su fuerza y ambas caímos al piso.

Mi cuerpo estaba encima del suyo, nuestro rostros estaban a centímetros, nuestra respiración sincronizaban, no quería hacer esto pero…Me acerco apoyando sus labios a los míos, rozando cada parte de su labio inferior, nuestros labios se entrelazaba perfectamente convirtiéndose en un beso profundo, nuestras lenguas se acariciaban cómo si se conocieran, cada vez que  rozábamos nuestros labios era aún más sensual.

Jessica

Me quedé sin aliento, no sabía cómo reaccionar, me besó tan bien que diría que fue el mejor beso que me hayan dado en la vida o mejor dicho me quitó el enamoramiento que tenía por su hermana. Isabel es tan intensa, tan elegante y tan hermosa que junto a sus cualidades forma un bello ser, esto es una maldición, lo sé, pero es mi bella maldición.

Me levanto y voy hacía ella, Isabel miraba al suelo, sentada en una esquina de la cama.

–Me golpeaste espantosamente al punto de odiarte con toda mi alma pero me diste un beso que hizo enamorarme profundamente de ti.

–Ya basta.–Se levantó de la cama, agarra una almohada que estaba en las cama y lo avienta al piso junto en las cobijas de Thai.–Me voy a dormir con Thai.

Me acerco al closet buscando un conjunto de pijama.

–Puedes desabrocharme el botón de mi espalda por favor.–Se acerca Isabel

–Si claro.–Le entrego la pijama después de acorralarla.– Si me prometes dormir conmigo y juro que ya no te molesto.– Isabel asiente con fastidio.

Después de que se haya puesto la pijama en el baño, preparo la cama para acostarnos.

Al día siguiente.

Mi preciado secreto (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora