Final

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Isabel

Desperté, miré a mi alrededor. La habitación se veía iluminada por los rayos del sol.

–Buenos días preciosa.– Despertaba a Valentina con besos alrededor de sus labios.

–Buenos di…–La interrumpo, mis labios se pegaron a los suyos y comenzaron a rosarse lentamente. Tocaron la puerta, ambas nos fastidiamos por interrumpir el momento especial.

–Buenos días señoritas.– Era Silvana la mamá de Valentina, se acercó directo a la ventana y abrió las cortinas, la luz natural penetró toda la habitación, mis ojos aún no se adaptaba a tal iluminación.

–Mamá ya estábamos despiertas, no debiste hacer eso, nos cala horrible la luz.–Dijo Valentina tapándose la cara con la sábana.

–Perdón chicas, es que miren el día está muy radiante, hermosa mañana.– Silvana salió lentamente mientras observaba la ventana.

–Mira la habitación, la ropa está por todas partes, ¿Crees que se dio cuenta?– pregunté preocupada.

–No lo creo, puede que haya visto el desorden pero no le tomó importancia, estaba muy inspirada viendo la ventana.

Me pongo de pie y observo la vista de afuera, a decir verdad Silvana tenía razón. El pasto, el cielo, las nubes, el sol, el día, los colores, todo se veía vivo.

Papá me dio un beso en la mejilla al igual que a mi nov…hermana, ¿He? No, no puedo pensarla cómo una hermana, no siento un amor así, mi amor por Valentina era diferente. Una llama del deseo sexual y amor verdadero es lo que sentía por aquella chica y si sólo es un amor pasajero ese amor lo tendré bien marcado.

Jonas estaba enfermo, ayer comió demasiadas frituras, ahora sufre las consecuencias el pobre. Hoy no tengo ganas de manejar así que decido ir al colegio en la limosina.

Valentina con un control remoto cubre el hueco que nos da la vista hacia el chófer y viceversa.

–¿Qué haces?

–Necesito besarte.–Se acerca hacia mi y comienza a rosar sus labios en mi cuello; mi respiración empieza agitarse, los labios de Valentina suben hacia mi boca y empiezan a morder mis labios acompañado de besos cortos. Empecé a sentir calor, los botones de mi camiseta se iban desabrochado dejando ver mis bragas, Valentina toma con su mano un pecho y comienza apretar. Mis gemidos son ahogados por los besos, sin embargo intento no gemir fuerte, era imposible no hacerlo y más si sus dientes apretaban deliciosamente mis pezones.

–Señoritas.–Hablaba con nervios él chófer.– Ya llegamos al colegio.–Valentina crujió sus dientes, fastidiada de interrumpirnos.

 
–En unos minutos bajamos.–Hablo ella mientras abrochaba mis botones.–Esta noche te voy hacer babear y no precisamente la boca.–Me susurra al oído.

Tengo tanta suerte de tener esta vida. Al diablo con mi pasado, estoy viviendo el mejor momento de mi vida ¿Esto es lo que querías no, Isabel?.–Me pregunto.–Si, tengo una familia funcional y una novia, al diablo con el pasado y si mi mamá no me busca da igual que se quede con él jodido de Bruno.–Me respondo.

–Andas muy pensativa, Isabel.

–Una disculpa Toshio, últimamente estoy muy agobiada por mis pensamientos.

–Estas disociando mucho, ¿Quién te tiene tan así de perdida? ¿Hay algo o alguien que no me has contado?

–No, no…

–Por cierto, hoy tenemos práctica de ejercicio ¿Trajiste tu ropa deportiva?

–Por suerte si, está vez no se me olvidó.

Mi preciado secreto (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora