Es hora de hacerte mía (+18)

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Abrí poco a poco mis ojos no se enfocaba muy bien mi vista tampoco captaba mucho dónde estaba, sentí la brisa de la mañana, las escenas de ayer me aparecían, permanecí toda la noche en el pasto, estaba Valentina acurrucada semi desnuda a lado de mí, la cubrí con mi saco; tenía que despertarla antes de que los trabajadores nos vean.

–Valentina acompáñame al cuarto .–le hablo al oído mientras sacudo suave su cuerpo, sus ojos se abrían lentamente, quisiera cargarla hasta la habitación pero su masa muscular es demasiado para este debilucho cuerpo que tengo y mi estatura es más baja.

–Dios, ¿qué paso ayer?.– Dijo ella adormilada.

–De todo, lo importante es que estamos salvas y vivas.

–A veces tengo ganas de morir.– Se levantó del pasto.– pero eso era antes, ahora que te conozco tengo esas ganas de vivir la vida, contigo.
Dios, esta chica me va matar de tantas emociones positivas que me produce en el estómago. Solo sonreí al cumplido, soy una estúpida lo sé, ella me mira con amor y yo solo estoy muriendo de nervios, odio no decir nada, ¡Yo también quiero vivir la vida contigo!

–Chicas, ¿Qué hacen ahí?.– preguntó Layna asomándose desde una de las ventanas de la casa.–Si siguen ahí van a conseguir un resfriado.

–Entendido.–Respondí, tomé la mano a Valentina, sonreímos y entrelazamos los dedos.

Era un domingo el ambiente se sentía frío, desganado, toda la familia estábamos desvelados. Después del desayuno nos tomamos una ducha juntas, nos tocamos algunas partes del cuerpo y uno que otro beso.
La combi olía alcohol rezagado.

–Si alguien entra pensarán que aquí vive un vagabundo alcohólico.–Dije haciendo una mueca desagradable.

–Con un poco de perfume se quita el mal olor.– Valentina empezó a rosear por todas partes dentro de la combi.–Ahora huele a cítricos.

–Cómo tuuu.–Me acerque a sus labios, nos besamos deliciosamente, sus labios eran suaves y estaban calientes.

–Debemos ir por Jonas.–Dijo, retirándose de mis labios.

*****

–¿Enserio comías pizza cada domingo?

–No, un domingo cada mes y es porque se antojaba cada vez que un partido clásico de fútbol se presentaba en la tele los domingos por las tardes, mi rutina era despertar y no hacer nada solo ver la geta de Bruno y estar con mi mamá en casa.

–¿Cómo era tu vida antigua antes de venir a este país?

Esa pregunta me hizo recordar mi vida pasada, me sentía desconcertada así como Willy Wonka cuándo recordaba su infancia pero a diferencia es que yo no lo recordaba cómo un trauma. Miré a Jonas por el retrovisor, lo veía concentrado en su Nintendo portátil acompañado de sus auriculares.

–La verdad es que no tenía muchos amigos  los pocos que me hablaban sólo era para fumar o beber alcohol, siempre estaba brincando de escuela a escuela tenía pésima conducta, Bruno el novio de mi mamá me hacía la vida de cuadritos lo veía como un hermano mayor fastidioso lo único bueno de él es que veíamos juntos el partido acompañado de cervezas y pizza.

–¿Tu mamá te dejaba beber alcohol siendo menor de edad?

–Así es, pero no le vayas a decir a papá, mi mamá se dejaba manipular por Bruno.– Hice una mueca de tristeza.– A veces pienso y me pregunto ¿Cómo sería mi vida si mi papá no se hubiera apartado de mi mamá?–Las dos nos quedamos en silencio por un buen rato.

–No…–Valentina iba hablar; sin embargo la interrumpí.

–Ya no me importa nada de eso y que bueno que mi papá tomó la decisión de irse, esto es mejor, tengo a la chica de mis sueños y a una familia funcional.
Minutos después llegamos a casa, mis padres no estaban y Jonas se fue al cuarto de videojuegos, me sorprende que no estuviera de encimoso con nosotras, él está en su mundo, a veces me pregunto si él se siente sólo o solo es un niño feliz disfrutando de los privilegios.

–¿Qué hacemos?– pregunté.

–Es domingo y hay partido en la NFL.– ¿Quieres verlo mientras encargo pizza y cervezas?

–Solo la pizza, hoy beberé vino tinto.

–Que elegante señorita.

–Es que todavía no entro en confianza de beber cerveza cómo un señor delante de ti, aún siento pena.

–Para otras bebidas eres muy buena bebiendo.–Me guiña el ojo.–¡Atrápame si puedes!.–Valentina empieza correr subiendo las escaleras, la sigo detrás intentando alcanzarla; ella se mete a su habitación, sin embargo yo la alcanzo abrazándola por la cintura ambas caímos al suelo.

Ella me observa con timidez hacía los labios.

–No sé porque no lo intentas.-Cambia su rostro a una mueca intentado descifrar lo que le dije.– Intenta besarme y no te quedes con las ganas Valentina.

Valentina.

Me inclino hacia ella, nuestros labios se juntan y se empiezan a rosar con suavidad, sentí erizarse mi piel y una corriente eléctrica pasando sobre mi cuerpo. Isabel me vuelve loca con sus caricias, voy hacerla mía.
Con la ayuda de Isabel baje su pantalón, frotaba su zona íntima encima de su prenda Interior.
Aumenté el ritmo del beso; Deslicé mi mano hacia su cuello, presionando su garganta suavemente, mis dos dedos iniciales de mi mano izquierda penetró la vagina de Isabel; sus gemidos se escuchaban ahogados, mis dedos aumentaban poco a poco el ritmo, cada vez expulsando más y más fluidos, fui directo a sus senos y empecé a succionar cómo un vampiro sus pezones, sus gemidos me prendía, gemía sonoro, rico demasiado rico, si un día me preguntaran la definición de la música respondería: Isabel (los gemidos de Isabel) desesperada mi lengua jugueteaba con sus pezones. Su piel sobre todo sus senos estaban hinchadas de un color rojizo ella estaba en el piso, todo este tiempo estábamos haciéndolo en el suelo, Isabel tenía la respiración agitada aún estaba excitada, yo la observaba con una mirada psicópata, alterada, no sé cómo quieran llamarlo. Estaba de pie, extendí mi mano le di la señal a Isabel para que tomara mi palma, levanto su cuerpo con ayuda de mi brazo, ella ya estaba completamente desnuda, la empujé, Isabel cayo a la cama, sin pensarlo más con la ayuda de mis brazos tomaron las piernas de Isabel.

–Es hora de hacerte mía.

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lo sé escribo pésimo los +18 no escribo lo suficientemente pasional cómo para que se exciten a la hora de leer mis capitulos, no me juzguen hace más de un año que no follo jajaja pero gracias por llegar hasta este capítulo, ahora sí falta un capítulo más para concluir esta historia.

Mi preciado secreto (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora