Parte 13 Como pudiste hacerlo.

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Cuando la cruda realidad te golpea y te arrepientes de lo que hiciste en el pasado.

El examen médico de Oscar se pospuso para otro día, ahora la prioridad era un caso de emergencia, una joven trabajadora de la isla estaba por ahogarse, pero afortunadamente Oscar como todo un líder, hombre de valor y entrega salvo el día arriesgándose a sí mismo.

Claro eso decía el periodico local, Oscar obtuvo un jugoso cheque de agradecimiento y unos días de asueto que por supuesto aprovecho para instalarse en su nuevo domicilio, pues después de tan heroico acto todo mundo lo miró con ojos diferentes.

Betsy estaba en un hospital local recuperándose solo estaba débil pero unos días de observación médica no estaban de más.

Todo mundo tenía preguntas, muchas preguntas pero cada vez que surgía el tema está lo evitaba o sucedía algo y por supuesto Susie sacaba del lugar a quien estuviera molestando.

Susie decidió no preguntar, tal vez más adelante cuando Betsy quiera hablar pero por el momento ella decidió confiar, así que a todo mundo no le tocó más que aceptar las cosas como estaban.

Ya era el segundo día y Susie no se alejaba de la habitación del hospital, día y noche haciendo guardia como un águila cazando una presa.

Al tercer día, a unas horas que le dieran de alta Mildred acudió al hospital para visitar a la doliente.

*Toc *Toc

Mildred saludo con un buen humor.

— Y que te trae por este lugar — Susie cuestionó a su hermana.

— Vamos, ya casi dan de alta a Betsy y no has arreglado su habitación — Mildred comento sin voltear a ver a Susie.

— Sabes que no me iré de aquí — Susie comentó seriamente.

— Bueno yo solo decía — Mildred comentó.

Betsy noto la indirecta y trato de ayudar — Susie, no ire a ningun lado, tómate un descanso, un baño saldré pronto y quisiera que me dieras un paseo por el lugar —

Susie se calmó un momento y aceptó, con algo de reserva pero aquí estaban las dos era una buena señal.

Al momento que Susie se transporto con su magia Mildred usó su varita y bloqueo por completo la habitación, nadie la molestara hasta que Susie volviera.

Esta apuntó su varita hacia Betsy amenazantemente mientras esta estaba con una sonrisa de par en par.

— tienes idea de lo que hiciste? — Mildred comentó molesta.

— No se tu dime — Betsy se burló un poco.

A mildred casi se le salia una lagrima pero era de vergüenza — Cállate de una vez, por tu culpa ya no puedo ver ami hermana a la cara —

— Pero no fue tan malo tú también lo disfrutaste — Betsy comentó sonriente en medio de un suspiro.

— Eres una maldita ninfomana — Mildred comento con la cara roja.

— No lo digas asi — Betsy estaba comenzando a apenarse y tapándose la cara — Creo que solo fue un leve accidente —

— Accidente? — Mildred miro con desdén a Betsy — Le llamas accidente invadir la ducha de Susie—

— Solo era su cabello— Betsy trató de minimizar.

— Después su espalda y no sé en qué momento llegaste a juguetear con sus pechos — Mildres se tapó la cara — Que va a pensar de mi Susie—

— vamos no exageres, solo era un jugueteo entre hermanas, eso es normal — Betsy dijo en tono reservado—

— Vamos no estas exagerando un poquito sobre eso — Betsy sonrió

— Estas bromeando y que paso cuando empezaste a invadir la cama de Susie diciendo que tenias miedo o pesadillas — Mildred le recordó.

— Vamos tu tambien querias dormir con Susie, siempre te aferrabas a ella — Betsy reclamo

— Si, pero fuiste tú quien comenzó a meterse bajo su ropa — Mildred le reclamó.

— No exageres, es normal que cuando duermes te muevas un poco y algunos botones terminen sueltos— Betsy se defendió.

— No mientas, recuerda, compartimos el mismo cuerpo — Mildred reclamo — Fue tu impulso el que empezó a desabrochar botones.

Betsy solo jugueteaba con sus manos — Me sentía segura y tu lo sabes también estuviste ahí —

— Se que no eran mis impulsos, pero era mi cuerpo, mi persona — Mildred se quejo mientras se sentaba en la pared — Ya no puedo ver mi hermana a la cara sin morir de vergüenza—

Mildred solo se encogió y se le ocurrió la solución — Tenemos que decirle la verdad —

— No, no no y no — Betsy exigió a Mildred.

— ¿Qué le voy a decir? que jodí la vida de innumerables familias? ¿Que arriesgue la vida de todos solo por una corazonada? ¿ Que todo este tiempo todo lo malo que ha pasado fue por mi culpa — Betsy comenzó a sollozar — Ambas sabemos que Susie no me va a perdonar nunca, a ti ya te perdono porque eres su hermana, pero yo... no soy nada —

— Pero tenemos que aclarar las cosas— Mildred exigió. — me da verguenza de solo ver a Susie.

— Porfavor, no le digas nada a Susie hemos compartido demaciado — Betsy estaba rogando mientras sollozaba en desesperación — Hazlo por mi, me la debes, por favor no me quites lo único que me queda —

Cuando Susie regresó al hospital por Betsy el ambiente era tenso Mildred estaba molesta y Betsy demasiado angustiada.

— Pasó algo mientras no estaba — Susie pregunto algo seria.

— Nada , solo acordamos que ella se quedaría en mi cuarto — Mildred mencionó ver a su hermana — Ella necesita ponerse al día contigo.

Betsy solo afirmo con la mirada sin voltear a ver a ambas.

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Oscar estaba contento no, era feliz él tenía su propia casa, un hermoso cuarto con una cama completamente nueva, este se lanzó sobre ella y disfruto el olor a mueble nuevo.

Si la casa tenía algunos muebles pero él tenía un hermoso cheque por su heroísmo y la casa merecia una remodelacion, este repaso cada una de las habitaciones, una chochera para cuando reparen su auto, un enorme baño con regadera y su tina rustica muy de las viejas novelas, una pequeña cocina conectada con el comedor y como joyita del pastel un enorme televisor y una sala con sillones que lo estaban llamando para ver sus series favoritas.

Cuando intentó acercarse Oscar arrugó la cara y se dio cuenta que estaba una pequeña invasora en su sillón.

— ¿Qué haces aquí? — A Oscar le cambio el animo por completo.

— Cumpliendo una promesa, recuerdas — Mildred le enseñó la mano — Una promesa es una promesa —

Oscar no tardó ni un minuto y ya estaba cargando a Mildred y su maleta fuera de la casa, y sin mediar palabras cerró la puerta.

Mildred solo sacó su varita y se transportó nuevamente a la sala, ya casi empezaba su serie favorita.

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En otra parte de la ciudad en una casa al lado de un taller mecánico.

Betsy se estaba instalando, estaba por descansar y Susie se retiraba a su habitación pero esta la detuvo, con mucha pena y en voz baja — Susie podrías acompañarme no creo poder conciliar el sueño si estoy sola —

Susie estaba feliz, así que estaba más que dispuesta a complacer a su amiga.

Retomando el rumbo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora