Parte 8 La frustracion de una bruja

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No hace muchos años atrás una bruja, si bien no muy poderosa, esta relucía por su capacidad de aprender e innovar con la magia, además de abrir y expandir la visión de sus compañeras brujas, si ella era conocida como Betsy.

Ella junto a las demás brujas dieron los siguientes pasos para que la magia volviera a florecer en todo el mundo pero como siempre nada salió como uno esperaría que pasara.

Los años pasaban y seguían estancados, por más que refinaran sus habilidades seguían sin un avance real y a una perspectiva negativa muchos comenzaban a pensar que solo era un final lento y agónico para algunas especies mágicas.

Algunos comentan que fue iniciativa del aquelarre, pero era más que evidente que fue Betsy quien poco a poco convenció a sus compañeras de pensar y actuar diferente, al grado de salir por el mundo, crear bases y refugios por todo el mundo, crear oasis de conocimiento y comunicación con la esperanza de remediar su situación.

Pero a pesar de ello, fue poco el avance que lograron y la frustración de algunos era más que evidente.

Cuando el gran libro dio la siguiente pista, las esperanzas volvieron a crecer tanto como no se había visto en años.

Todos eran felices e incluso Susie era feliz, había logrado lo imposible, según el libro estaban a nada de resolver su misión una misión de años, no siglos de tiempo de espera.

Se creó el campamento, varias semanas en los que los seres mágicos tendrian una revelación y se encontrarian nuevamente con su yo mágico y funciono pero los resultados fueron pobres.

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La noche era fría y las luces del campamento se habían apagado, Susie caminaba tranquila contemplando las estrellas de la noche, si bien ella estaba sonriente no era más que una falsa sonrisa sus pensamientos le atormentaban y la razón era una que solo a compartido con una sola persona.

Susie tocó la puerta de una de las cabañas, ella dudaba un poco pero cuando su mejor amiga abrió ella simplemente la abrazó y comenzó a llorar, eran años de frustración acumulada, años de estar aguantando día y noche el peso de la responsabilidad.

— No es suficiente.... ellos .... ellos son débiles, son insignificantes — Susie apenas podía componer palabras — Se supone que ellos salvarán la magia, pero no basta, no basta .... —

Betsy solo se limitó a abrazar a su amiga mientras derramaba algunas lágrimas, ella no tenía tanto tiempo en la isla pero era consciente que para Susie trabajar en esa isla dia y noche fue el equivalente a varias vidas desperdiciadas.

— Todo estará bien, todo estará bien — Betsy consoló a su amiga con las palabras más dulces que alguien había escuchado en su vida, ella no se alejó toda la noche, a su lado hasta que el cansancio llevó a la dolida al mundo de los sueños.

Ahí estuvo imbatible a través de las horas mirando como Susie en todos los años que la conocía al fin se veía tranquila y serena.

Betsy decidió usar su magia, un bello sueño la acompañara esta noche uno donde ella era feliz, donde ningún mal existio y el peso del mundo era solo una palabra hueca.

Betsy fue testigo toda la noche como un par de hermanas jugaban juntas al son de una canción infantil, observo con envidia y una sonrisa como compartían esa cena en familia.

— Mamá..... papá ..... Mildred — Susie susurraba entre sueños.

Pero sus mismos sueños antes llenos de color y alegria rapidamente se volvieron una pesadilla, sus padres desaparecian y su hermana se alejaba, Susie seguia tras ella, el tiempo pasaba y muentras mas crecian mas se alejaban hasta que el peor escenario se mostro ante Betsy.

Eran dos hermanas luchando en esta isla lejana, el lugar era un desastre, la isla estaba desecha y nadie sabía que pasaba solo el caos, las criaturas mágicas huían, si bien nadando o en balsas improvisadas.

— Debemos restaurar la magia — Grito Susie contra el viento.

— Debemos usarlo para mejorar el mundo — gritó la más joven.

— Es demasiado, una sola bruja no puede contenerlo — Grito Susie.

Mildred estaba junto a un cristal, en el ojo de la tormenta ella lo sostenía con una mano mientras le ofrecía la otra a su hermana — Por eso nosotras mejoraremos todo, no mas hambre, no mas familias separadas no mas magia descontrolada — Mildred queria alcanzar la mano de su hermana pero esta aun dudaba a pesar de sus palabras.

— No Mildred.... no es correcto se que no es correcto — Susie trataba de convencer a su hermana.

Mildred solo miro la cara de preocupación de Susie y soltó el cristal.

La calma había vuelto, y todo era silencio. Sin dejar reaccionar a nadie el cristal comenzó a arrastrar todo lo que estaba a su alrededor su fuerza atrapaba todo lo que era mágico y se desvanecía en cuanto estaba en contacto con el.

Mildred fue atrapada, primero su mano, luego su brazo, poco a poco su cuerpo fue devorado por ese cristal.

Susie trato de detenerla, de salvarla pero no podía por más que jalara, aun con todas sus fuerzas

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— Haaaagg!! — Betsy despertó del sueño agitada tratando de conseguir aire, sentía que se ahogaba, se levanto y salio de la cabaña tratando de respirar.

Ella estaba bien, agitada pero bien. sabía perfectamente que absorber las pesadillas podría ser pesado pero hoy lo hizo con gusto con tal de ver ese rostro sonriente de Susie.

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Presente

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Oscar junto a Mildred estaban de paseo por el muelle.

— A si que me convertiste en tu niñera — Oscar se quejó mientras caminaba por la playa.

— Esa no es la forma de hablar con tu superior — Reclamo Mildred — En este caso yo seria tu niñera —

— Mientras me paguen me da igual — Comentó Oscar algo conformado.

— Así me gusta ser un buen chico y sigue a tu ama — Mildred se estaba divirtiendo.

— Y como cuanto tiempo pasara para que me dejes en una hermosa oficina de dos por dos metros haciendo mi trabajo — Oscar preguntó con curiosidad.

— Ya escuchaste a la anciana, no estás listo primero debes ganarte su confianza y cuando al fin lo logres podrás encerrarte las horas que quieras en esa insignificante habitación hasta que mueras—

— Me parece razonable— Comentó Oscar mirando que estaban por llegar al muelle — Supongo vamos a ir a la isla —

— Vaya que no eres tan distraído — Comentó Mildred

— Y que encontraremos— preguntó Oscar curioso.

— Al corazón de toda la operación Óscar — Mildred comentó en un tono macabro — Vamos al lugar más importante de esta empresa.

Mildred parece que no estaba bromeando, si bien el muelle era sencillo y el transporte no era más que una lancha muy simple, la seguridad era impresionante, puntos de control, cámaras desde que salieron del muelle hasta que llegaron a la misteriosa isla, la cual era como cualquier otra.

Retomando el rumbo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora