Retomando el rumbo.

Parte 30 Retroalimentacion.

En la búsqueda del perdón, dar el primer paso es lo más difícil.

Mildred estaba molesta, realmente molesta con su hermana, quería destruir algo, o romper cosas pero no tenía la intención y solo se limitó a patear una lata — Estupida lata — Mildred grito furioso.

(El sujeto que la tiró en la calle noto esta escena y se estaba cagando de miedo... literal)

Aunque estaba furiosa ella notó algo que hacía años no sentía, una mayor lucidez, podía pensar mejor las cosas sin ese impulso destructivo que tenía hace años.

Simplemente camino de regreso a su casa y regresó al sofá donde tenía instalado su casa de campaña, pero a los cinco minutos se sintió incómodo y decidió mejor ir a la cama de Oscar, decidió dormir.

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Ya era tarde, el sol empezaba a bajar poco a poco y no había aun rastro de Oscar, así que decidió buscar algo en el refrigerador pero estaba tan vacío que le hizo jurar que al día siguiente compraría algo para botanear.

Salió de su casa y en el primer puesto de comida compró un emparedado y decidió seguir caminando, cuando se percató que las luces del alumbrado público se habían encendido y después de pensarlo mucho decidió ir con el vampiro.

Max el vampiro uno de los pocos seres mágicos que tuvieron un desarrollo pleno como ser mágico en el campamento, este era su orgullo y literal el preferido, pues a diferencia de los demás campistas que si bien se retrajeron o se aislaron o se obsesionan con algo o simplemente hicieron algún tipo de berrinche, Max no el logro la plenitud mágica y la equilibró con un desarrollo emocional y físico que sería la envidia de cualquiera.

Pero tal fue su nobleza, que este se juró a sí mismo que protegerá y ayudará a todos los seres mágicos existentes y nuevos que llegarán a este mundo, Max sería el equivalente a la guía espiritual de la comunidad.

Si Erizo era el cerebro, Max era el alma.

Mildred llegó a la residencia- estudio de Max, toco la puerta y esperó pacientemente.

— Vaya sorpresa y a que se debe este honor maestra — Max hizo reverencia — Veo que no estás en un estado inconveniente así que dime que puedo hacer por ti —

— Mira vengo a buscar un poco de paz — Mildred observó fijamente al vampiro quien estaba escéptico — He estado siguiendo tu trabajo y creo que tomaré tu oferta, ayúdame a dejar todo atrás—

— Es fabuloso maestra — Max le sirvió una bebida a Mildred — No confunda mis palabras solo que hace un tiempo tu esencia en sí era un caos, desde que desperté esta cualidad fue lo primero que note en ti, un remolino de culpa, odio, amor, júbilo y decisión literal casi todos los espectros de tu alma se desbordaban, ahora puedo notar calma, serenidad y armonía —

— Y eso que significa — Mildred comentó.

— Significa que usted no necesita mi ayuda, has logrado una paz contigo misma que hasta un anciano jety te tendría envidia — Max recalcó.

— Entonces por qué me temen y odian — Mildred recalcó.

— Poder — Max comentó sereno.

— Tengo ese efecto tan malo — Mildred reflexiono un poco.

— No el suyo, el propio, todos habían vivido al límite de su existencia, al borde de la desaparición total y entonces llegaste tú e hiciste y diste todo para salvarlos— Max tomó un poco de su bebida — Les diste esperanza y miedo de perderlo todo de nuevo —

— admito que se ven muy diferentes a una turba iracunda — Mildred comentó — Pero si todo es tan perfecto como dices porque me siento tan mierda, a veces solo veo caras molestas, rencor y furia y me siento terrible—

— Es tu instinto materno — Max comentó sereno — Vez a cada campista y habitante con un amor materno.

— Eso se oye estupido — Mildred comentó.

— Como una buena madre buscas la felicidad de tus niños, cada campista dejo en ti una huella y si uno de ellos sufre, tú sufres — Max señalo esto con énfasis — Cuando iniciaste el primer bucle comenzaste a forjar un vínculo y todos contigo, si bien borraste memorias las experiencias se aferraron eso incluye lo emocional—

— ¿Cómo sabes de los bucles? — Mildred reclamo.

— Maestra si te comprometes en una causa siempre debes ir más allá de lo obvio y cuando mis habilidades mágicas crecieron el control mental fue cada vez menos efectivo— Max confesó.

— Genial otro lio mas para sentirme culpable — Mildred esbozo.

— Si, me parecio extraño al inicio y desconfie, pero decidí seguir el juego y ver la causa de tus acciones, en cada bucle diferente, no repetias el mismo patrón, tú crecías con ellos, asi como tu relación con cada campista—

— Yo no busco disculpa alguna, solo agradecerte por ayudarme a crecer, mi mundo habría sido tan simple e insignificante, soñando con fantasías locas — Max desapareció en una neblina, reapareciendo con una bandeja de quesos — Van muy bien con la bebida—

— Y tu familia, amigos les quite cinco años — Mildred comentó molesta.

— Para un vampiro que puede vivir miles de años eso no significa nada y esos cinco años los habría dedicado a ver televisión o jugar videojuegos o pasar tiempo en la escuela— Max sonreía — Tu acto egoísta fue mi bendición, en cuanto salí del bucle regrese con mi madre, le conté la verdad de mi naturaleza mágica y no sólo la aceptó ella reconoció que ya existía indicios en la familia, problemas de salud por la mala alimentación, Psicológicos por las habilidades mentales mal entrenada.

— Supongo que Erizo te ha estado visitando — Mildred se burló.

— A sido al contrario, mi interés personal es que cada campista esté en equilibrio consigo mismo nuevamente, en el último bucle, todos sufrimos y lloramos, como atacar y lastimar a nuestra mentora y figura materna, verla sometida y enjuiciada por lo que sabemos fue una mentira planeada.

— Creo que no pensaba muy claro en ese entonces — Mildred reconoció.

— Bien, bien y supongamos que tienes razon que debo hacer, disculparse, pedir perdón, rogar? — Mildred comento molesta

Max reflexiono un poco — Podrías comenzar con algo simple, la sanación es un proceso lento y casi siempre interminable—

— Bien dame algo más concreto, nada de palabrerías — Mildred comento.

— Para nuestra fortuna ese equilibrio la mayoría de los campistas ya lo han resuelto — Max le mostró varios expedientes — Incluso hace poco Lucy decidió darle una oportunidad a sus padres, fue arriesgado y casi me destruye—

— ¿Te pasó algo? — Mildred comentó preocupada — Si hace tres semanas Lucy termino conmigo, nuestro compromiso estaba roto por intentar ayudarla, cometí un error y esas tres semanas fueron complicadas —

— Si esa chica es dificil de encontrar — Mildred reconoció — La yeti mas esquiva de la historia—

— Por eso me sorprendió esa noche que la trajiste conmigo— Max abrazo a su mentora — Me volviste a salvar, aunque no fuera tu intención —

— Ya, ya, aunque seas mi favorito no hace falta que me adules — Mildred se levantó más desahogada — Vere que puedo hacer, tal vez sea necesario obligarlos a recomponerse —

Max no pudo decir mas cuando esta desapareció — Creo que la sutileza no es lo suyo —

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Más tarde Max regresó a ver el trabajo atrasado y casi se atraganta con su bebida cuando se dio cuenta de lo que le pasó a Pepper.