Retomando el rumbo.

Parte 1 Un encuentro desagradable

Ya hace más de 12 años en una isla muy alejada de las ciudades y las personas curiosas se formó una comunidad una llena de seres mágicos de todo tipo que veían la isla como su único refugio a su inevitable extinción, solo una profecía los alejaba de una desesperación total, sabían que esta tomaría su tiempo, incluso años o siglos.

Algunos miembros de su comunidad comprendieron esto y decidieron explorar un mundo que a su vista era completamente nuevo, buscando las formas de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, aprender a vivir en armonía y por el momento mezclarse con el resto, lamentablemente en poco tiempo comprenderian que las ambiciones natas de las personas podrían suponer una amenaza aún mayor a la extinción masiva, así que mantener un perfil bajo siempre fue una prioridad.

Cierta noche la guardiana del libro de las profecías dio la buena nueva, una nueva generación de seres mágicos surgirían pero tenían que actuar pronto pues su existencia mágica era tenue o al menos eso concluyeron, solo serian luces vagas en una neblina que poco a poco se irán extinguiendo.

Era un destino cruel e inevitable, pero he aquí cuando esta historia diverge de la original una sola mentira, una falsa esperanza es todo lo que hizo la diferencia, la guardiana fue honesta y esto solo destapo un conflicto entre dos viejas amigas, fue difícil pero lo superaron solo basto que una amiga sensata la pusiera en su lugar y he hiciera que entrara en razón.

Unos minutos o tal vez una hora, quizás un día cuando tres brujitas valientes buscaron por toda la ciudad a esas encarnaciones su angustia era palpable, poco a poco algunos de estos seres solo olvidaban que tenían magia y seguían con su vida.

La profecía al final fue un éxito, si bien la magia no se restauró en el mundo, nuevos seres mágicos reforzaron la que ya existía, nació una nueva bruja llena de nuevas ideas y metas, un poderoso vampiro que con el tiempo juró proteger a los seres mágicos más desvalidos de la isla, un monstruo cuyo talento musical ayudará a romper las barreras sociales y culturales en un futuro.

Bueno no a todos les tocó un futuro tan brillante, prefirieron cosas simples, como a una joven nube que decidió volverse pescador, pero este solo se sentía atraído por las nubes del mar.

O una Jety que se estableció en un pueblito costero y abrió una simple y modesta pastelería.

En fin todo eso no tiene ninguna relevancia, no por el momento.

El tiempo pasó y la nueva bruja resultó ser más competente de lo esperado, la isla ahora no era solo un refugio se volvió un faro para atraer a más y más seres mágicos que en con el tiempo resolvieron el problema de la magia en el mundo pero eso tomaría su tiempo, así que decidieron mover la isla y establecer un pequeño pueblo costero protegido por las montañas y alejada de los curiosos, pero lo más importante lo suficientemente comunicada para no aislarse del mundo una vez más.

Una amplia costa en forma de media luna, a la distancia la isla que seguía protegiendo a todo aquel que lo necesitara.

El tiempo pasó y todos los habitantes de la isla decidieron viajar por el mundo o tomar nuevos roles, tal vez alguno que siempre quisieron, u otros que solo querían experimentar y conocer hasta esperar el momento de la gran señal que los regresara de vuelta a casa.

Y así pasaron los años...

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Una nueva ciudad, un nuevo trabajo, un ciclo cerrado o al menos eso es lo que pensaba, manejar por lugares desconocidos es gratificante, hay tantos detalles que no conoces y debes prestar más atención de lo normal.

Oscar a sus ya 25 años tuvo un ascenso en su trabajo de esos que llenaron de júbilo a cualquiera, pero ya sabía la verdad de este supuesto beneficio, simplemente lo estaban mandando a la sucursal más alejada y aislada de todo el país y su puesto era para dejárselo al hijo del jefe de la empresa, esté siempre pregonaba la amistad y la buena voluntad, simplemente otro hablador mas que este conocería en su vida y aunque relativamente joven ya había sufrido el engaño una y otra y otra vez parecía que esta no sería la excepción.

A pesar de todo el estaba algo contento con este nuevo puesto, si tuvo que mudarse lejos de casa pero su salario se iría por las nubes, no es que lo necesitara pero desde hace años Oscar se hacía cargo de los gastos familiares, desde que su padre faltó fueron tiempos complicados, Oscar se vio forzado a dejar la escuela antes de terminar la secundaria, tenia un hermanito y tenía que poner de su parte para que todo saliera bien.

La empresa para la que trabajaba era una de paquetería, él trabajó de muy joven en esta, fue ascendiendo y tras varios golpes de suerte este se volvió uno de los encargados regionales, lamentablemente en una región tan aislada que a veces la señal de teléfono fallaba.

Oscar estaba más que agradecido de que su tiempo como repartidor ya era cosa del pasado y este clima tan gri le recordaba esos días, tormentas interminables mientras repartía un paquete que generalmente eran juguetes de algún niño malcriado.

Los truenos se veían en el horizonte y las nubes empezaban a oscurecer el camino pero afortunadamente ya estaba cerca del pueblo, Oscar encendió los faros de su auto.

Las cosas parecían ir mejor, a menos de que su viejo auto tuviera otros planes -Vamos tu puedes, estamos a unos cuantos kilómetros- Oscar casi le estaba rogando a su auto que por momentos empezaba a jalonearse y hacer ruidos extraños.

Lo inevitable pasó el auto, su viejo auto comenzó a soltar humo y detenerse lentamente, no tuvo más opción que orillarse y revisar que podría estar pasando.

Oscar bajó del auto y rápidamente levantó el capó mientras una nube de humo le llenaba la cara.

- Al menos esto no podría ser peor - Un trueno se escuchó cerca lo que esperando algo a Oscar y sintió como pequeñas gotas de agua comenzaban a caer - Genial solo falta que me atropelle un auto - Óscar se quejo mientras las fuertes gotas de agua lo obligan a regresar a cerrar el capó y regresar a su auto.

Cuando abrió la puerta para poder entrar una camioneta estuvo a nada de atropellar a Oscar, el conductor esquivó al último segundo, casi pierde el control tratando de esquivar el impacto, derrapando un par de veces antes de detenerse en seco.

Oscar estaba algo impactado por el susto, pero su temor aumentó más cuando la camioneta se comenzó a echar de reversa, esta bajo el vidrio.

- Que te pasa idiota - Esta chica de cabello azul le grito toda furiosa - Que? no tienes nada que decir, al menos discúlpate por tu culpa derrame mi cafe -

- Pe.. perdon - Oscar aún estaba asimilando que casi lo arrollan en su primer día en este lugar.