Parte 18 Navegando entre sueños.

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Oscar hace años que no tenía una sonrisa de par en par, él estaba ahí con su familia disfrutando de su cereal favorito disfrutando de esta charla familiar, aunque parecía que el único que se estaba divirtiendo era su padre.

Alguien estaba tocando la puerta, cuando Oscar salió atender era su amiga Erizo quien lo esperaba para ir a la escuela, aun faltaba tiempo pero ella se veía emocionada por asistir, Oscar no espero más, de un sorbo terminó su cereal, tomo su mochila y se despidió de sus padres como cada mañana lo hacía.

Erizo estuvo toda la mañana hablando sobre lo maravilloso que sería este nuevo año escolar, los concursos que estaban por llegar y cómo desde este momento se estaba preparando ella se llevaría el trofeo este nuevo año Oscar por instinto la estaba animando.

Y como cereza del pastel Erizo le enseñó a Oscar su proyecto de vacaciones, que era un álbum o una bitácora con fotos detallando sus actividades en vacaciones, ella lo presentaria, así como otros compañeros pero Erizo tenía esa cualidad de resaltar y explicar cada detalle, Oscar lo tomo un momento y pudo reconocer como ella y su familia visitaron diferentes lugares, cada momento era único y preciado para ambos y Erizo estaba más que feliz para compartirlo con el resto de sus compañeros.

Lamentablemente esa alegría se termino pronto, a una cuadra de llegar un par de hermanos, los gemelos los abusones de su escuela ya estaban molestando a un pobre incauto ambos decidieron avanzar lo más rápido posible haciéndose de la vista gorda, claro llamaron la atención de este par pero no pasó a mayores.

— Eso estuvo demasiado cerca — Comentó Erizo — No sé qué habría hecho si le pasaba algo a mi proyecto.

— Ese par son horribles, me siento afortunado de no estar en su salón de clases — Oscar afirmó.

— Y yo soy afortunada de que sean chicos y que no se metan con las niñas — Erizo comentó con una risita nerviosa.

— Si bueno nos vemos a la hora del receso —Oscar se despidió como en cada mañana.

— Claro, a la hora de siempre — Erizo se despidió.

Oscar estaba en clases, pero algo le incomodaba es cierto no era el más inteligente de la clase, ni el más hábil pero estaba en racha, pregunta tras pregunta, trabajo u actividad no había nada que Oscar no superara con intereses.

Sus mismos compañeros estaban asombrados, solo antes de vacaciones Oscar era incapaz de resolver algunas cuentas ahora era todo un maestro, para Oscar era el mejor día donde era el centro de atención y casi un héroe o bueno al menos para su maestra, esa ancianita estaba tan orgullosa.

Oscar estaba ansioso de presumirselo a Erizo, ella estaría tan impresionada.

El descanso había llegado y tenía que correr al comedor, las filas eran largas y como siempre él se encargaba de comprar los alimentos y Erizo guardaría los lugares, lamentablemente no se le daba muy bien eso de guardar lugares.

Cuando Oscar llegó con los bocadillos no encontraba a Erizo por ningún lado, el la busco por todas direcciones y nada, no estaba en el patio de receso, ni en los baños, hasta que encontró a una de sus amigas y esta muy nerviosa le comento que estaba en el salón de clases, sin dudar un poco Oscar acudió y en cuando entro a su salón la visión que tenía le estrujó el estómago y no sabia bien como reaccionar.

Erizo estaba llorando, su trabajo, su álbum de fotos estaba despedazado, las fotos a duras penas estaban amontonadas en lo que era anteriormente su hermoso proyecto y su amiga recargada en su pupitre sin querer levantarse.

Cuando Oscar se acercó ella no quería responderle, se negaba a mirarlo o que la viera.

— Vete Oscar — Decía la chica aun entre lágrimas.

Retomando el rumbo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora