Parte 37 La chica que golpeaba muy fuerte

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Nunca dejes de sorprenderte.

El ambiente era muy diferente para Jim su amiga Lucy le había platicado que literal todo mundo ahora sabia de quien era hija y que por el motivo que fuera ella era más que bienvenida y no era para más, lo estaban demostrando con intereses.

El lugar estaba solo, con algunos escasos turistas pero para Jim eso era lo de menos, ella tenía su vista puesta en su principal objetivo, el Arcade.

Este lugar digno de llamarse museo poseía los videojuegos más variados y clásicos de la región, desde los más nuevas entregas, hasta viejos juegos de mesa como el pinball, pero no uno simulado uno real en excelentes condiciones y era su favorito por una sola razón, es impredecible.

Ella empezó a recordar que hace unos años había venido con su madre, a disfrutar los videojuegos no se comparaban con los que tenían en casa, pero lamentablemente en esta comunidad los celulares, aparatos de videojuegos no funcionan bien si acaso algún equipo de cómputo siempre y cuando este estuviera bien protegido.

Hablando de protección Jim volteo al techo de ese gran salón de juegos y si realmente podía notar en la estructura, las formas mágicas por eso este era de los únicos lugares donde un aparato electrónico podría funcionar.

Jim dejó de distraerse, estaba divagando demasiado, demasiadas luces, opciones y sonidos que la invitaban a divertirse pero no sin antes tratar de derrotar a su antiguo némesis.

Que pasaba con este viejo juego de Pinball, sus controles, su diseño y estructura este juego estaba configurado mecánicamente para no repetir el tiempo de reacción ni patrones de los resortes que empujan la pelota cada determinado tiempo asi que por el momento solo odiaba a muerte este aparato mecánico.

Era la ejemplificación de un caos mecánico, impredecibles rebotes y el tiempo de reacción de sus únicos dos botones nunca eran los mismos.

Claro Jim estaba conciente que no sería fácil, ella sabía de antemano que este juego era una obra maestra de la ingeniería élfica, pero ella estaba consiente a sobrevivido a videojuegos como Dark Souls esta pieza de museo sería pan comido.

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35 minutos de odio y frustración después.

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Jim estaba consciente que si hubiera tenido su varita a la mano, habría incinerado esa máquina infernal.

Así que para descargar su ira fue a diferentes videojuegos, eran algunos muy simples, otros te tratan como un bebe recién nacido, ese juego de la garra para tomar un peluche era pan comido, pero cada vez que pasaba al lado de esa reliquia de juego llamado pinball esta realmente se molestaba.

Claro hasta que un fuerte golpe de fondo llamó su atención.

puff, un golpe seco seguido de un contador, si bien el ruido se perdía contra las diferentes máquinas fue suficiente para llamar su atención, Jim siguió ese rastro solo para ver nuevamente al llegar ver esa tonta maquina, esa donde uno golpea y un contador te dice la potencia del impacto.

y ahí estaba esa chica, primero se preparó y dio un golpe fuerte dando un puntaje enorme.

— Na, he visto monstruos con mejor puntaje — Expresó Jim que ya lo había visto.

La chica preparó de nuevo el juego y con un golpe veloz, pero realmente veloz, y la máquina hubiera sido una persona ella estaba segura que ni siquiera se habría dado cuenta que la golpeo, a Jim no le sorprendió el puntaje fue la velocidad.

— ¿Otra vez? — Jim miró curiosa como se preparaba y checaba que no hubiera nadie cerca — otro puñetazo fuerte —

Pero no, fue una patada una poderosa y rápida patada que la chica soltó como si solo estuviera estirando un brazo con una potencia mayor al primer golpe.

Jim estaba sorprendida, cuando esta chica se retiró Jim se acerca la máquina y trato de repetir la hazaña.

Primero un golpe fuerte y poderoso, pero el puntaje fue muy bajo.

Segundo intento, Jim trató de dar un golpe rápido — Ahh, mi mano — Solo pensó, cuando se dio cuenta de que sus dedos no estaba hechos para las peleas.

— haaaaaa!! — Jim se quejaba en silencio mientras sacudía su mano

Antes de retirarse de su humillante derrota, Jim volteo a todos lados, no quería testigos.

Insertó la moneda, el perol bajo, Jim estaba ansiosa, se limpió la frente, respiró ondo, se lamió los labios y se preparó.

— hhhhaaaaaa!! — Fue el grito de pantalla de Jim al lanzar la patada.. Pero por primera vez en años las matemáticas le habían fallado y más cuando noto que el techo se movía a su vista y su otro pie se resbalaba supo que había fallado.

Su impulso fue bueno, no tuvo buena postura y su pierna no estiro ni lo más mínimo, el resultado un golpe seco contra el piso.

Jim agradece que no hubiera testigos o casi.

— Niña estás bien — comentó la joven que hace poco estaba golpeando la máquina.

— Solo me duele el orgullo — Comentó Jim aun en el suelo.

Con un poco de esfuerzo Jim se recompuso mirando con un poco de vergüenza a la único testigo y analizando la posibilidad de buscar algún hechizo que modifique la memoria.

— Fue un buen golpe, pero solo te falta un poco de resistencia— La chica comentó — Hola mi nombre es Lem —

— Lo siento mi madre me dice que nunca hable con desconocidos — Jim se levantó y se retiró del lugar, no tenía su varita y no se sentía realmente segura sin ella.

Jim fue al área donde vendían bocadillos pidió unas papas con su refresco y para su sorpresa la chica Lem se acababa de sentar al otro extremo del establecimiento, el lugar estaba obviamente solo y esto era semi incomodo mas por el hecho que esta se estaba medio escondiendo y sus vestimentas eran un poco sospechosas.

Si bien para Jim la moda no corría por la familia, con solo ver a su desorganizada madre y su padre tan promedio está invitada desconocida tenía atuendos muy cliche en los juegos como el GTA.

Su acceso a la base de datos de los habitantes de la región le permitió conocer a casi todos los habitantes — Nota mental: Pedirle a madre que clasifique mejor la información, puedes encontrar fotos de hemorroides en las primeras páginas de los expedientes — Susurro Jim para sí misma.

Esta mujer llamada Lem era una turista, usando jeans, su chamarra, lentes oscuros y tenis parecía más una traficante cliché de los juegos de video a demás por su conducta parecía que se estaba ocultando.

La preocupación de Jim se volvió interés, pues ya tenía conciencia de el domo inferior que cubre el área.

Una rara mezcla entre magia y tecnología de su madre, un domo principal para la isla y uno tan simple como una brisa de aire que ni siquiera una bruja se percataba de su existencia, solo los alien tienen esa tecnología.

Jim sabia que en cualquier momento, los Alien usando sus disfraces indagaron a esta turista para ver si tiene armas o drogas y sus persecuciones suelen ser de película, desde que vieron "Hombres de negro" algunos de ellos les gusto aplicarlo a su rol de vigilancia por diversion.

Jim trataba de disimular pero un show así en vivo — Ya entró alguien al lugar — la luz no la dejaba ver bien pero la reacción de la turista, valía oro esta se levantó semi espantada, haciendo gestos cuando, — espera? que hace la chica rosa—

Alexa, la responsable de los temblores de la región se había lanzado sobre la turista — Wow la va a someter — Jim pensó emocionada sin dejar de tomar su refresco.

Pero para decepción de Jim esta estaba jubilosa, la abrazaba y le daba besos y mimos a la turista está solo trataba de escapar como un gato nervioso, para mayor sorpresa entró un grupo de sujetos igual de animosos quienes cargaron como si fuera una festejada a la pobre chica y entre gritos de ánimo y fiesta y lanzamiento de la pobre chica en el aire y entre porras y gritos salieron del lugar.

Jim se quedó atónita — Tendré que preguntarle a madre que fue todo eso — 

Retomando el rumbo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora