Parte11 El misterioso caso de los campistas

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No hay como despertar y ver tu rostro.

Oscar continuaba huyendo, el paso era más complicado, se le dificulta tomar aire, le dolía el respirar no había tiempo para pensar el tenía que huir.

Hasta que en un momento Oscar perdió el control y terminó resbalando por una pequeña vereda entre los árboles, afortunadamente algunos arbustos habían amortiguado su caída, pero Susie estaba ya a unos pasos, solo unos cuantos arbustos los separaban.

Oscar estaba en una disyuntiva, o bien podría rogar por su vida o seguir escondido pero algo le decía que ambas opciones solo traerían consigo alguna tragedia.

A un metro de distancia Oscar podía ver los zapatos de Susie, Oscar hacía hasta lo imposible para calmar su respiración sabía que hasta eso podría delatarlo, ella se detuvo y Oscar en el suelo no quería moverse, tal vez si se lanzaba contra ella, tal vez si le quitaba el arma, tal vez.

Susie continuó con el sendero ella estaba decidida a escarmentar a quien se atrevió a mancillar a su hermana.

Ella continuó en silencio.

Oscar no la podía ver, pero seguía cerca tenía que moverse así que se arrastró por la hierba entre los matorrales lo más sutil que podía, la mujer con el arma podría estar a la vuelta de la esquina.

A unos minutos de estarse arrastrando el noto una cueva, algo amplia tal vez si tenía suerte podría esconderse en ella.

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Pasado...

Betsy no podia creer lo que habian hecho, Mildred pensó de la misma manera.

— Realmente Funcionó —Ambas hablaron al mismo tiempo

— Fui poseída y a la vez sigo aqui— Ambas conciencias se escuchaban como una misma

— Esto es un nuevo hito en la magia — Ambas se miraban las manos, buscaron el reflejo del cristal y se veían como Mildred.

— Soy, no somos — Betsy podía entender, Mildred se dio cuenta ambas compartían el cuerpo y la forma de ver y pensar pero seguían siendo ellas mismas.

— Estás pensando lo mismo que yo — Mildred se comenzó a reír — Por su puesto, salvaremos la magia—

— Aun con este poder y saber no podemos hacerlo solas — Mildred pensó mientras seguía caminando por toda la cueva.

— Susie no nos ayudará, Alice ella no es confiable, van a intentar detenerme, se darán cuenta tarde o temprano— Mildred seguía pensando.

— Y si reclutamos a una bruja más a nuestras filas? ella será poderosa, pero necesitamos años de entrenamiento, lo se — Mildred se regañaba a sí misma.

— Eso es perverso, acaso estoy de acuerdo, debo mantener un perfil muy bajo o me van a descubrir con facilidad— Para Mildred ahora era todo claro, y seria mas simple de lo que creia.

Esta sacó su varita y con su otra mano comenzó a canalizar la magia del cristal que ahora estaba solidificado en el suelo de la cueva, una pequeña cúpula se comenzó a formar y a expandir con relativa facilidad alrededor de la isla era de noche, había neblina y nadie se había percatado todos estarían imbuidos en un sueño.

La cúpula comenzó a crecer más y más rápido, cubriendo todo lo que era el campamento, la playa, el pueblo.

La noche había pasado

Y el amanecer fue más cruel de lo que todos habían esperado.

Lem una joven campista noto que el sol ya estaba en lo alto y empezaba a sentir hambre.

Retomando el rumbo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora