Retomando el rumbo.

Parte 26 Busqueda, rescate y un corazon roto.

Algunos de los antiguos campistas y residentes de la isla víctimas del bucle, sufrieron cambios en su vida muy significativos, algunos tan afectados que se aislaron, algunos se llenaron de odio y rencor otros viven con miedo, unos perdieron todo, otros se adaptaron y algunos de ellos no sólo lo aceptaron agradecieron su nuevo destino.

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En alguna región aislada, en la parte norte de Canadá.

No hace mucho una de las antiguas campistas se había aburrido esperando a que remodelaran su vieja panadería, así que se ofreció para una de tantas excursiones de rescate, entre la comunidad lo llaman simplemente un día de campo.

Debido a que la magia se había comenzado a extender pero de una forma relativamente lenta e irregular por ello se daban anomalías algo curiosas, seres mágicos aparecian al azar en lugares remotos lejos de la civilización pero a la vez aislados de los suyos y en las peores circunstancias siendo víctimas de personas que los veían más como meras bestias ignorantes de su origen.

En este caso la pobre víctima era un joven monstruo quien había sido capturado y vendido a un extraño comprador, tan raro y excéntrico que su guarida estaba en la mitad del bosque en un castillo con fachada medieval.

Claro para la Jety llamada Lucy infiltrarse era más que un juego de niños pues a pesar de no verse como un yeti convencional era incluso más ágil y diestro en sus habilidades que la mayoría de los de su clase, tanto que el simple acto de pasar desapercibido algunos creen que lo había llevado a otro nivel.

Infiltrarse por los pasillos, no hacer ni un solo ruido y sin siquiera notar ante una cámara y una agilidad única esto era más un hobby para diestra chica.

Cuando descubrió donde se encontraba el joven monstruo entró tan sigilosamente que se dudaba que alguien se hubiera percatado, encontró las llaves y entro a la jaula a liberar al monstruo, pues una vez fuera ella lo podía ocultar y podrían salir sin problema alguno.

— Shhh, soy una amiga pronto te llevaré a casa — Lucy le susurro a la pequeña criatura.

De golpe una jaula se cerró activándose los seguros.

— Una trampa — Susurro lucy desvaneciendo en el acto, miro el monstruo y no era más que un simple peluche.

Las luces se encendieron y se escucharon los pasos cuyo eco resonaba en toda la habitación.

Lucy se quedó en silencio esperando oculta con su habilidad pero al darse cuenta de quien la había atrapado.

— Max que significa esto — Lucy se quejó enojada.

— Es simple, una trampa algo sencilla y poco glamurosa para el ser mágico más esquivo de todos — Max comentó mientras se seguía acercando.

Max llegó a la puerta cerca de la jety — Solo quiero una cosa en la vida y si es necesario encerrarse para conseguirlo, esta molestia habrá valido la pena —

— Que quieres lograr chico vampiro — Lucy se enojó — Sigues enojado por dejarte plantado esa noche —

— Para nada, solo que no me gusta rendirme tan fácil, además les hice una promesa — Max señaló una pareja ya mayor que estaban entrando.

— Te lo dije Max no estoy interesada, ellos son cosa del pasado — Lucy comentó muy molesta — Y ustedes dos que no tienen negocios que hacer o algo asi —

— Lucy tus padres han tratado de hablar contigo durante muchas veces, debes dejar de evitarlos — Max comentó en un tono sereno.

La situación era tensa, demasiado.

— Cariño solo queremos hablar — Comentó la madre de Lucy

— No sabíamos que estabas viva, el dolor nos consumía — El padre comentó.

— Por que solo mienten — Lucy les reclamo, — en cuanto salí de ese asqueroso campamento lo primero que hice fue buscarlos, sabía cómo pasar desapercibida, sería una sorpresa volver a verlos pero que me encuentro, a mis padres festejando y riendo como si fuera el mejor dia de su vida —

— Cariño debiamos, la única forma de calmar este dolor era sumergiéndonos en nuestro trabajo, y era la mejor forma de hacerlo — La madre comentó — Ese dia teniamos una reunion de negocios importante—

— Revise los papeles, seguros de vida, las notas y el dinero que cobraron. Ustedes nunca me vieron como su hija, me vieron como un objeto — Lucy comentó aún más molesta.

— Lucy creeme ellos no mienten, su sangre sólo sabe a arrepentimiento — Max comentó.

— Y tu maldito vampiro de mierda — Lucy estaba realmente molesta, tomo los barrotes y con su propia fuerza comenzó a doblar las barras dejando una apertura para salir de la jaula.

— Por favor no te vayas — El padre de Lucy rogo.

— No me busquen mas — Lucy reclamo y volteo a ver a Max con coraje — Y tu ya te lo habia dicho mas de una vez y sigues haciendo lo mismo y no me importa lo que diga mi sangre — Lucy se quitó el anillo que tenía en la mano y se lo arrojó en la cara.

— Lo nuestro ha terminado, no te quiero volver a ver y tu nunca me verás de nuevo — Lucy desapareció de la vista de todos dejando a un pobre vampiro de rodillas casi a punto de derramar un par de lágrimas.

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3 semanas más tarde....

Hace algunos años Oscar había perdido a una gran amiga, si era algo mandona, agresiva, posesiva y tal vez un poco neurótica pero al final era su mejor amiga alguien en quien podías confiar.

Hoy se siente bendecido, se había enterado que existía la remota posibilidad que su desaparición fuera por otro detalle o motivo, aunque si no mal recordaba sus padres eran, no un poco demasiado ajenos a su hija tanto que una vez Oscar se hizo a la idea que tal vez era adoptada, o la estaba adoptando su familia o quizás ella fuera en realidad su hermana.

Eran conjeturas en las que Oscar había llegado pero nunca tuvo el valor de preguntar

Mildred estaba despertando y al menos ella podría responder algunas de sus preguntas.

Pero justo antes que pudiera decir algo ella lo detuvo levantando su dedo índice y sin gloria alguna exigió tributo — Tengo hambre y quiero café — Mildred comentó mientras seguía envuelta en su sábana.

Oscar no tuvo más opción que buscar alguna parada en el camino y empezar a sospechar. acaso Mildred en realidad es Erizo? se hizo cirugía reconstructiva? en qué clase de líos se metio su amiga.

Antes de empezar a divagar aún más encontro un restaurante, uno clásico que te puden encontrar a un lado del camino y pues a pesar de la prisa que llevaba Oscar Mildred había decidido tomarse su tiempo.

— Y por qué la prisa— Mencionó Mildred.

— Es que... — Oscar pensó — No se, es como recibir un premio que no esperabas y quiero tenerlo rapido —

— Bueno mi emocionado amigo — Mildred se sirvió un poco de café y tomó un fuerte trago — Nunca esperes nada bueno y tampoco tengas altas expectativas de algo desconocido, así dolerá menos cuando te decepciones —

— Bueno es dificil no emocionarse — Oscar confesó

— Y si no es lo que esperas, no se tal vez sea fea y enorme o tuerta y malvada, quizás tengo muchos hijos o sea una despota — Mildred siguió comentando.

— No lo habia pensado asi — Oscar reflexiono — pero me alegraría mucho saber que aún vive es recuperar aunque sea un poco de algo que ya veis perdido —

— Bien, solo que si sales lloriqueando del lugar ni me busques, a menos que lleves tequila — Mildred mencionó entre sonrisas.

Era momento de volver a la carretera, pero antes de salir Oscar decidió comprar un par de botellas de whisky, quién sabe puede que Mildred tenga razón.