Parte 36 El dia libre de Jim

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Toda regla tiene su excepción.

Jim estaba aburrida, estar castigada sin su varita era el equivalente a quitarle las manos, tener que levantarse por un vaso de agua era a veces un fastidio pero que mas hacer en este dia, el laboratorio en la isla no tenía todas sus cosas como en casa, no tenía sus videojuegos y una de las máquinas de su madre interferia con el internet de toda el área.

El dia seria un total fastidio o a menos que aprovechara el día para pasear, su madre dijo

"estas castigada sin magia" y nunca dijo que no podría salir a distraerse, aunque el lugar estuviera cerrado ella ya sabía de antemano como burlar toda esta seguridad.

Paso 1 pasar a la bodega de fantasmas.

— Hola chicos — Jim saludo a varios fantasmas que su madre tenía guardados en frascos.

— Hola jim — — holas— cuanto tiempo si visitarnos — — vamos de paseo sii—

Varios de ellos estaban contentos de saludar a la chica.

— saben necesito algun fantasma que esté aburrido y quiera salir fuera de la isla — Jim comento algo tranquila y casual.

— yo, yoo yoo — se escuchaban varias voces a la vez.

— quien adivine que numero estoy pensando del uno al 100 — Jim propuso de repente.

— 1 — 88 — 35 — todos los fantasmas escogieron su propio número

— y el número ganador es once — Jim comento,solo uno de ellos festejaba y los demás se entristecían.

—vamos no se desanimen, les traje esto del laboratorio — Jim comentó sonriendo.

— ¿Una pelota? — comentó un de ellos — en una botella?

Jim destapo la botella y de esta escurrio una esfera que al salir de la botella crecio tan grande como un fantasma promedio — una pelota fantasma —

— haaaa!!-- comentaron con incredulidad mientras pegaban su cara al cristal de cada botella.

— bien ya saben la regla uno vigila, nadie sale de la habitación y si madre vuelve todos a sus botellas y se vuelven invisibles, ¿trato? —

Los fantasmas vitorearon, jim sacó una de las tarjetas de identificación de su madre, fue al tablero principal, presionar un par de botones, paso la identificación y cada botella se abrió al momento.

Así los fantasmas se pusieron a jugar con la pelota en esa bodega, uno de ellos acompañó a Jim.

La forma más fácil de evitar la seguridad, las cámaras, y el domo protector de la isla era solo una cosa, los fantasmas, pero no cualquiera, solo estos fantasmas podían pasar tal lugar, así que este fantasma cubrió a Jim y esta se fue en dirección al muelle secundario donde un pequeño y simpático bote transparente que le pertenecía la estaba esperando, perfectamente camuflado y bajo la invisibilidad del fantasma no se vería su avance.

Al llegar al muelle estaciono donde siempre y el fantasma regresó a su forma.

— Puedes pasear por el muelle y las cercanías, nos vemos aquí a las 3 de la tarde — Jim le recalcó al fantasma — si hay una emergencia silbare pero si no regreso después de las 3 regresa a la isla a tu botella, queda claro —

El fantasma asintió y salió del lugar.

El viejo muelle, este lugar que casi siempre está desierto, lo estaba más a esas horas, cuando los pocos niños del lugar están en la escuela, pero ella estaba atrapada por culpa de su pequeño capricho de encontrarse con su padre.

Retomando el rumbo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora