Retomando el rumbo.

Cap 63 Mi heroe

Había sido una lucha monumental para este par solo su voluntad y esfuerzo fisico, pero al final lograron algo que la misma Susie llamó milagro.

La bruja estaba sentada tratando de recuperar fuerzas tras todo el esfuerzo, con cuidado se levantó tratando de ignorar el hecho que empezaba a dolerle el cuerpo, la adrenalina del momento estaba bajando y las lesiones físicas empezaban a sentirse.

Miro a Oscar quien estaba claramente lastimado, incapaz de poder moverse por el dolor de tener un brazo y una pierna dislocada, el dolor era intenso y punzante y mientras mas se movia mas fuerte era y a pesar toda la incomodidad estaba casi jubiloso Mildred estaba de vuelta.

— Bien hecho Oscar, ahora comprendo y casi estoy segura que yo misma te di esa poción de inmortalidad — Susie sonrió mientras caminaba con su hermana quien aun estaba algo aturdida en el suelo de la misma caverna.

— Susie? ¿Eres tú? — Mildred casi estaba llorando ella se levanto y abrazo a su querida hermana — Susie perdoname no sabia que podria ser tan peligroso —

— Tranquila todo estará bien — Susie no dejaba de abrazar a su hermana quien estaba destrozada emocionalmente.

Mildred solo soltó el llanto, años de estrés y miedo acumulado afloraron y por varios minutos estas hermanas no estaban más que para consolarse.

Varios minutos en los que solo Susie podía sonreír y varios minutos en los que Mildred desahogaba toda esa soledad.

Oscar sentía una mezcla de sentimiento, por un lado gusto por salvar a Mildred y la otra envidia, pues quería en alguna parte de sí que ella estuviera agradeciendole a besos y abrazos su valiente acto, mientras se quejaba por las dolencias.

Pero algo no cuadraba mucho para Oscar.

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Al cabo de unos minutos Mildred se había calmado y este par de hermanas se separaron ambas acudieron donde estaba Oscar y observaron el mal estado de Óscar.

— Y este chico es Oscar dice conocerte y fue el que te sacó de ese cristal — Susie lo señaló.

Oscar por su parte saludó con su mano intacta — Si, no se te olvide que me dislocas un par de veces y el dolor comienza a ser algo complicado de sobrellevar —

— Puedes usar magia? — Susie comentó a su hermana.

Mildred sin necesidad de usar varita alguna movió unas cuantas rocas de la cueva lanzándolas con violencia.

— Supongo que yo me haré cargo— Susie comentó mientras recibía la afirmación de Mildred.

— Bueno Oscar sujétate con tu mano saludable debemos sacarte de esta cueva y así poder ayudarte — Susie aun quejándose de las dolencias abrazo y levanto a Oscar.

Oscar a pesar del dolor pudo aferrarse a Susie.

Fuera de la cueva Susie intento usar su mágico y esta vez no había problema, levito sin esfuerzo a Oscar — Oscar cuando es tu cumpleaños —

Oscar estaba confundido y cuando intentó responder "crack" los huesos dislocados estaban de vuelta a su lugar, un fuerte grito de dolor se escuchó en todas partes.

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Después de unos minutos Oscar se animó a moverse con cuidado, noto que ya no había dolor, solo una leve molestia pero nada que no se arregle con un par de pastillas.

Este observó a Mildred esperanzado de que ella supiera exactamente que pasó, por sus ropas y traje que usaba sacado de una novela casi parecido a los que veía en los documentales de los grupos amish esta chica se comportaba más tímida y tranquila a la Mildred que conocía, precavidamente le estiro la mano, Oscar se la dio pensando que era para ayudarle a levantarse pero ella solo saludo como si a un desconocido se tratara.

— Muchas gracias por salvarme de esa prisión, es un placer mi nombre es Mildred — Esta soltó al chico y regresó a espaldas de su hermana.

Oscar se preocupó de inmediato — pasa algo malo — Oscar miró a Susie quien solo negó.

Oscar gritó enfurecido — Es suficiente Alice o quien seas, basta!! — Oscar solo quería que esto terminara se acurruco y con el ánimo destrozado este simplemente resintió realmente la posibilidad de estar solo y aislado de nuevo.

— Escúchame pequeño llorón, no se como solucionar tu problema, pero si alguien puede es el rey alien, esa cosa ha vivido más de lo que crees — Susie le extendió la mano, Oscar dudo pero al final decidió creer en sus palabras.

El camino de regreso fue tranquilo, aunque algo incómodo, Oscar, Susie y Mildred compartían la misma escoba tal vez su encierro la desestabilizó un poco, tanto que terminó desarmando su propia escoba.

Susie trataba de controlar la escoba, Oscar detrás de ella se aferraba aterrado por la altura y Mildred se aferraba a Oscar más por otros motivos.

Cuando llegaron de regreso a las cabañas dejó sorprendida a Betsy y a Alice quienes ya las estaban esperando — ¿Es ella? — Preguntó Betsy curiosa.

— Si es ella — Susie respondió con un poco de recelo.

Oscar casi de inmediato intervino y le susurro a Susie al oído dejándola sorprendida por ese dato — Bien chicas diganles a todos que Mildred Mccallister es mi pequeña hermana y vivirá con nosotras de ahora en adelante y si alguien tiene alguna queja que venga y me lo diga en la cara —

Mildred se veía feliz y Alice confundida y Betsy admirada.

Oscar solo recibió un puñetazo de agradecimiento en el hombro de parte de Susie — Gracias chico — Susie comento con un relativo alivio.

Las palabras de Susie fueron fuertes y claras en cuestión de segundos cada objeto de la isla, cada criatura con la capacidad de hablar ya estaba compartiendo el mensaje, entre las nubes, entre los árboles, en las mismas aguas del mar y cada lago nunca unas palabras de ese nivel se habían esparcido tan rápido y efectivamente.

Lo más drástico fue en el pueblo de Heartforde donde estaba un pequeño y simple museo y existía una simple ala sobre la bruja más aterradora de la historia, fue tal el temor de los encargados que en minutos desmontaron esa sección y todo lo guardaron en sus bodegas, solo una sonrisa fingida estaba en los rostros de los encargados.

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Tras una seria discusión aun tenian un problema que solucionar, buscaban a Oscar y mientras mas dias pasaban mas grande se haria el problema, Oscar explico como es que exactamente inició su búsqueda y todas concordaron que fue algo exagerado, pronto uno de los alien que estaban cerca a órdenes de su rey decidieron encubrir un accidente para que el chico se le viera como a un héroe, el escenario una barranquilla cerca de su hogar.

Susie se ofreció para fingir ser la víctima que Oscar intentó rescatar pero que también quedó atrapado, era lo menos que podía hacer por el chico, así que el alien fácilmente falsificó papeles de Susie para evitar cualquier contrariedad, así como un lugar de residencia relativamente cerca para que todo concordara.

Y el espectáculo fue simple, una llamada a emergencias, el rescate milagroso de una joven que cayó en un socavón que se había formado inesperadamente, el intento heroico de Oscar para salvarla y como quedaron atrapados en esa grieta sin poder salir.

Fingir unos raspones con magia y listo los medios catalogaron al chico como un héroe, fue premiado en su escuela y por el gobierno local. Nadie preguntó nada más, todos estaban felices sobre todo su mejor amiga Erizo quien tenía los ojos rojos de haber llorado durante días.

El rey alien mandó un mensaje, sabía a quién contactar pero le tomaría un poco de tiempo así que de una forma u otra les pidieron que trataran de llevar su vida lo más normal y simple posible.