Parte 40 un gran espacio

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En la casa siempre habrá un favorito.

Lem estaba algo contrariada, y le incomodaba esta situación, tan solo unos días atrás Alice, la consejera de ese fatídico campamento la había contactado, ella ayudó mucho a todos los padres a aceptar la pérdida, trabajó día y noche, algunas semanas no dormía, investigadores, policías nadie daba con los campistas.

Alice siguió en contacto con todos a pesar de que pasaban los años, ella no dejaba de tratar de asimilar la situación, Lem sentía pena en ocasiones era fácil verla llorar en alguna esquina, maldiciendo su debilidad.

Esta noche Lem estaba con su hermana, su desaparecida hermana.

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Días después de la desaparición de los campistas. (cap 11)

Lem era aún muy joven y no comprendía bien la situación, su madre lloraba y su padre duraba horas en el teléfono reclamando a los policías, a la consejera Alice y eso era muy seguido, en ocasiones ella se presentaba en casa y su padre le gritaba y ella solo agachaba la cabeza, era una vista terrible.

Con el tiempo los policías dejaban de venir, pero solo la consejera Alice seguía volviendo, Su padre se había cansado de gritarle, tardó 3 años lleno de furia que descargaba contra Alice pero ella nunca se quejó, ni una sola vez.

Con el tiempo Lem sentía esta forma de actuar más como si tratara de excusar algún mal terrible que hubiera cometido, ella se martirizaba a sí misma como la responsable.

Después de 3 años de reclamos de parte de su padre, este al fin pudo llorar la desaparición de Alexa, ella era su todo su orgullo, su luz.

Después de esa noche Alice no volvió a su casa.

Lem por más que se esforzaba no podía competir con ella, a pesar de su esfuerzo nunca pudo cubrir ese gran espacio que dejó su hermana.

Lem se esforzaba día y noche, estudiando, siendo la mejor en los deportes, siendo de las mejores en algunas áreas pero no, nunca era suficiente.

Con el tiempo Lem se rindió, después de cumplir 18 años y tirar su vida en la vagancia, Lem era un desastre, no tenía motivación, sus padres nunca se esforzaron en tratar de conectar con ella y parecía que a simple vista ella no era más que un cero a la izquierda.

Esa noche justo en su cumpleaños ella solo salió de casa sin rumbo, por las calles solitarias en esa pequeña comunidad donde ahora residía, fue casualidad visitar a su familia del campo, tal vez era solo una excusa para deshacerse de ella.

La luna llena iluminaba los vacíos y Oscuros senderos de terracería, a quién le importaba, a su padres no, pues parece que a ella tampoco.

Era justo la medianoche — Wi, felicidades Lem ahora eres una adulta en esta vida de mierda — Comento Lem para sí misma con sumo desprecio.

Después de 30 minutos de caminata en la oscuridad de la noche, solo siendo guiada por esa enorme luna llena, esta llegó a esa tienda justo al lado de la carretera, era de esas tiendas que a pesar de estar en la nada siempre estaban abiertas.

Lem entró y solo tomó un paquete de cervezas, unos cigarros y como si nada salio del lugar, ella sabía que el muchacho encargado siempre estaba dormido.

Así que Lem solamente se sentó en la entrada del lugar, destapo una lata, le dio un sorbo y encendió su cigarro, la noche era muy callada esa noche y ni siquiera los grillos hacian ruido.

Después de la tercera cerveza Lem miró la lata con desprecio y la tiró con coraje — Carajo!! —

Lem tomó otra lata y con algo de esfuerzo la destapo, tomó todo de un golpe y tiró la lata.

Ella sentía rabia y coraje, odiaba a sus padres, odiaba su casa, odiaba su escuela pero sobre todo extrañaba a su hermana.

Ella intentó alcanzarla, ser como ella pero nunca lo logró y solo decidió rendirse.

Lem se recargó en el vidrio de esa tienda, sentía que algunas lágrimas empañaron sus ojos, ella quería que este se romperá y la lastimara.

Ella quería seguir sufriendo y quejándose hasta la madrugada, claro hasta que una voz seria y ronca la interrumpio.

— Pobre chica, toda rota por dentro — La voz grave comento.

— a ti que te importa vejete, lárgate — Lem levantó la voz para parecer amenazante.

— Me importa y mucho — La voz seria comento de nuevo.

— Escucha idiota — Lem saco un cuchilo y lo levanto — hacercte si tienes los huevos, quiero cortartelos—

La chica levantó su ánimo, tal vez esta era una excusa para apostar y perderlo todo que ya nada importaba.

— Una chica ruda y con agallas sin nada que perder, tal vez podrías ser de utilidad — La voz seria comento de nuevo entre las sombras.

— Y si te dijera que tu hermana está viva — La voz seria comento.

— Te diria que eres un idiota, ahora verte a la mierda — Lem comento amenazante.

De entre las sombras de la noche salió una foto arrastrada por el viento — La reconoces, así es ella esta viva —

Lem sintió que su corazón se aceleró y se levantó a perseguir a ese sujeto sin siquiera alcanzarlo — De donde sacaste esto maldita sea!! — Grito Lem a todo pulmón.

— Ella es prisionera — La voz susurro — Un demonio la tiene atrapada—

Lem no comprendía qué clase de broma bizarra era esa.

— al igual que tú también quiero salvar a una amiga, pero ese demonio tiene comprada a la policía, a cualquiera que pudiera hacer algo — La voz se escuchó decepcionada.

— ¿Qué quieres? cual es tu tonto juego? — Lem comento molesta.

— Ninguno, ninguno, solo quiero prepararte, quiero que la recibas con los brazos abiertos cuando la tenga de vuelta, esperame mañana en la noche, se que eres la primera que merece encontrarse con ella—

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Lem no sabia que creer, realmente la policía estaba coludida, no se podía confiar en ellos y tampoco de ese extraño así que busco en ese viejo ropero y se encontró un un viejo revólver de su familia, ella lo cargo y guardar en una mochila. esperó paciente hasta la noche.

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Lem estaba fumando afuera de esa tienda en medio de la nada, nerviosa movía el pie inconscientemente esperando ver a su hermana aparecer de entre los cultivos de maíz pero no.

— Lo sabía era una estúpida broma — Lem comento molesta, saco la foto y determinó que estaba alterada, así que la rompió con coraje.

A los 10 minutos, la misma voz se escuchó entre las sombras respirando agitado y con dificultad — He fallado ese demonio es demasiado poderoso —

Lem reconoció esa voz y deprisa se dirigió al encuentro del sujeto, sacó su arma la preparo — Sal de una jodida vez —

— No puedo — Comento la voz con dificultad.

— Estoy armada y no dudare en dispararte — Lem amenazó — Donde esta mi hermana—

— Guarda esa basura — no servirá de nada.

— Cuando me recupere en 30 días volveré a este mismo lugar — La voz se alejaba quejándose.

Lem estaba realmente enojada, corrió hacia el extraño sin encontrar rastro de ese sujeto — Maldición, maldición, maldición!! — Grito a todo pulmón

Lem estaba furiosa, qué clase de retorcida persona hace tal cosa.

La chica limpiándose la cara regresó y tomó esa foto que había roto, sabía que nadie le creería.

Retomando el rumbo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora