—¡Estoy harto de ti!
El hombre bajo los efectos del alcohol, comenzó a romper todo a su paso sin medir las consecuencias de sus actos.
Pero no era el único harto de la situación, Hanbyul y su madre también lo estaban de su padre y marido alcohólico. Estaban cansadas de sus humillaciones y la manera tan asquerosa de vilipendiar su dignidad.
El hombre apunto de agredir a Hanbyul se vio interrumpido por la madre de ésta, quien se negaba ver a su hija sometida a un monstruo como lo era su marido, mismo que no le importó golpear a su esposa como si de un costal de boxeo se tratara.
Hanbyul deseaba borrar de su mente aquella horrible escena, justo como cada una de las que ha presenciado desde que nació, entonces, entre pánico y lágrimas tomó su móvil marcando al primer contacto que se le ocurrió, o más bien, a la única persona en quien actualmente confiaba.
Park Jimin
Eran casi las doce, así que las probabilidades de que respondiera eran nulas. Sin embargo, lo intentó obteniendo resultados favorecedores.
—Señorita Kwon ¿Está bien?
Al otro lado de la línea Jimin se podía sentir preocupado luego de escuchar gritos y sollozos provenientes de Hanbyul.
—Por favor, ayúdeme.
[••••]
Jimin y Yurim estaban a punto de dormir, cuando el móvil del masculino comenzó a timbrar con urgencia, y para ser honestos, tenía intenciones de dejarlo así, pero resultaba molesto para Yurim escuchar el tono de llamada si quería conciliar el sueño.
—Contesta, podría ser importante.
—¿Tú crees?
Yurim asintó, entonces, Jimin tomó su móvil observando el nombre del contacto.
—¿Quién es?—preguntó Yurim.
—La señorita Kwon. Crees que le haya ocurrido algo.—dijo con preocupación, ella no era de las que llamara, y mucho menos después de lo que pasó ese día porque el ambiente entre los dos se volvió incómodo sin tener oportunidad de arreglarlo.
Sin más preámbulos Jimin decidió contestar y al escuchar a Hanbyul pedir ayuda lo asustó haciendo que parara de golpe.
—¿Qué sucede Jimin?—Yurim al notar el extraño comportamiento de su esposo decidió preguntar.
—Al parecer el padre de Hanbyul perdió el control, y tanto ella como su madre pueden estar en peligro.
Yurim llevó una mano a sus labios sorprendida por las malas noticias de Jimin.—Déjame acompañarte.—se ofreció dispuesta ayudar en lo más que pudiera.
—Prefiero que no, puede ser peligroso y no planeo exponerte.
—¿Bromeas? Tampoco dejaría que vayas solo, no sabemos la clase de hombre que sea el padre de Hanbyul.
Yurim se incorporó de la cama buscando el primer abrigo a la mano, era por demás que Jimin discutiera por algo así con Yurim en un momento donde el tiempo era valioso.
La pareja salió del complejo de apartamentos rumbo a la dirección que Hanbyul les transmitió posteriormente.
Por el rabillo del ojo Yurim notó como las manos temblorosas de Jimin tomaban el volante pronunciando más las venas de éste, así como una respiración entrecortada y que decir de su rostro completamente rojo.
Sin duda era una nueva faceta que no conocía de él porque en el tiempo que llevaban juntos nunca lo vio perder tanto la paciencia.Era evidente que la ira lo carcomía ¿Por qué? Igual podía entender hasta cierto punto, una chica estaba en apuros que hasta ella misma se sentía terrible por Hanbyul, pero creía que Jimin estaba llevando esto a otro extremo por una alumna.
El panorama se agudizó cuando Jimin entró al pequeño departamento de Hanbyul y su familia, donde los gritos incluso alertaron a los vecinos quienes no dudaron en llamar a la policía, entonces, cuando ellos llegaron, el padre de Hanbyul estaba siendo trasladado a la fiscalía para atender la situación.
Yurim caminó entre cristales rotos viendo todo con exaltación, eran de esas experiencias que prefería nunca vivir, admitía que sus padres un par de veces discutieron pero al siguiente día volvían a ser los mismos, sobre todo, trataban de arreglar sus diferencias lejos de sus hijos para no perturbarlos. Entonces, era difícil entender cómo se estaría sintiendo Hanbyul y su madre.
En cambio, Jimin si tuvo la mala fortuna de vivir en un ambiente similar al de Hanbyul, que terminó con el trágico suicidio de su madre. Quizá, era una de las razones por las que hace unos momentos el hombre sentía una latente necesidad de sacar a Hanbyul de un ambiente así.
Yurim apenada se acercó a la madre de Hanbyul que estaba completamente magullada del rostro, sacó de su abrigo un pañuelo que siempre cargaba consigo misma y se lo ofreció del mismo modo en que lo hizo con Hoseok en el examen de admisión.
La madre de Hanbyul negó rápidamente con vergüenza.—Podré mancharlo de sangre.
—Descuide, tengo varios de estos.—con una ligera sonrisa Yurim lo colocó entre las manos de la señora y después comenzó a dejar leves palmadas en la espalda de ésta tratando de transmitirle aunque sea un poco de tranquilidad que necesitaba ante el desastre que más adelante vendría en los juzgados con el padre de Hanbyul.
Al otro lado del pequeño departamento, Jimin se encargaba de Hanbyul, la chiquilla parecía más aterrada que su madre y todo indicaba que estaba en medio de un ataque de pánico, entonces, Jimin con gentileza la abrazaba para calmarla.
De pronto, los oficiales de policía entraron para fotografiar algunas partes de la casa como evidencia que más tarde el fiscal requerirá. Así como las declaraciones de madre e hija.
Jimin en seguida tomó la posición como abogado de las dos mujeres, por lo que, los oficiales le comentaron que mañana durante las primeras horas del día la señora Kwon y su hija debían acudir a una audiencia preliminar con el juez dado que ambas habían levantado cargos, entonces, eran partes interesadas del proceso.
—Jimin.—Yurim se acercó a su esposo hablando en voz baja.
—Dime.
—Y si llevamos a Hanbyul y su madre a nuestro departamento, tenemos las habitaciones para visitas, creo que si pasan la noche aquí será duro para ambas.
El hombre miró expectante a su esposa por la sugerencia tan inesperada, pero viniendo de Yurim no era una sorpresa, la mujer tenía un alma demasiada bondadosa que estaba dispuesta ayudar a todo aquel que le solicitara la mano.
—¿No tienes inconveniente?
—En realidad no estoy en casa la mayor parte del día, y éste lugar quedó destrozado, ellas necesitan un respiro.
—Gracias nena, eres un angel.
Nada malo podría salir de esto ¿Cierto? Pero era casi como abrirle las puertas al diablo. Sólo que Yurim más adelante lo sabría.

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Love Affair
FanfictionSu gloriosa voz y su esposo eran aquello que le daban un sentido de pertenencia en este mundo a la prima donna coreana, pero un día aquel recital en el que estuvo atrapada toda su vida se desvenece frente a sus ojos cuando el amor de su vida dice es...