—¿El divorcio y te negaste?—Jungkook apretó los labios a punto de lastimarse, ahora que sabía tantas cosas, la situación le resultaba inaudita, y lo que más odiaba era que su hermana siguiera creyendo en una persona que no merecía nada de eso.
—Sí, Jimin y yo sólo necesitamos un par de días y estaremos bien.—Yurim no dijo nada más, mientras pasaba de largo rumbo a la sala de espera, faltaba poco para que el gran festival de otoño comenzara, donde ella era una de las anfitrionas como la directora de orquesta, por lo que, ciertamente lo menos que necesitaba escuchar eran los reclamos de su hermano.
Jungkook miró a Yurim alejarse, cuando de pronto, la figura de Seokjin en un pulcro esmoquín apareció de la nada exaltando al otro masculino.
—Es demasiado tozuda.—suspiró.
Por supuesto que Seokjin estaba igual de consciente de la situación, al ser su mejor amigo, Jungkook no pudo esperar a confesarle por lo mucho que le abatía el tema, mismo que prometió guardar el secreto hasta que encontraran una manera de romper con todas las mentiras de Jimin.
—Nunca has pensado en que tal vez si Yurim encuentra una nueva distracción, pueda...—Seokjin se detuvo unos segundos para encontrar las palabras adecuadas a lo que necesitaba externar.—No sé, olvidarse de esa absurda situación por salvar ese matrimonio. Quizá si ella encuentra una razón muy poderosa que no sea la verdad para evitar lastimarse, deje a Jimin.
—Pues, ya ves que la devoción por su carrera tampoco está funcionando, qué otro hobby interesante existe en su mundo que no sea amar con lealtad a ese imbécil.—preguntó con sarcasmo.
Pronto, unos pasos se dirigían por el pasillo, y como si fuera un rayo de luz apareció Taehyung, quién parecía estar buscando algo, o más bien alguien.
Con pena el jovencito se acercó a sus profesores rascando su nuca. Lucía tan gallardo para el festival que los musculinos se lo reconocieron al instante.
—¿Está la profesora por aquí?
Jungkook mecánicamente le señaló la puerta de la sala de espera, mientras parpadeaba repetidas veces notando el sonrojo de Taehyung, porque ahora que lo pensaba, ciertas cosas cobraban sentido.
Taehyung agradeció, y se encaminó en busca de Yurim muy sonriente, era como si hablar de ella evidentemente lo animaba más de lo permitido.
—¿Cuántos años dices que tiene este prodigio?—Seokjin inquirió divertido a Jungkook.
—Veintidós.—respondió, pero reaccionó al instante por la sutil insinuación que su amigo estaba lanzando, causando la indignación del hermano mayor de los Jeon.—No sé que haya pasado por esa cabecita tuya pero, estoy seguro de que no tiene sentido.
—Ay vamos, Jimin va a tener un hijo con su alumna, está a dos pasos de formar esa familia que tanto soñó. De verdad yo no creo que a él le interese mucho salvar su matrimonio con Yurim cuando está consiguiendo lo que más anhelaba. Es cuestión de tiempo para que nuestra chica sea lanzada, quizá si tiene un poco de diversión no lo tomará tan duro.
—No estoy de acuerdo con el famoso "un clavo saca a otro clavo". Y más vale que te quedes tranquilo, te conozco y sé que eres capaz de tramar ciertas situaciones y arriesgar personas.
—El que hayas engañado a tu ex novia no es mi culpa.—Seokjin le dio un ligero apretón de hombros a Jungkook y le dedicó una última sonrisa, pero ese mismo orgullo que demostró, desapareció casi de inmediato cuando Jungkook lo retó.
—Tampoco será la mía cuando engañes a tu cuarta esposa.
No hacía falta mencionar las circunstancias para llenar el ambiente de tensiones y miradas recelosas, ambos guardaban tantas cosas que echarse en cara, pero preferían ignorarlas por el propio bien de su amistad.
[••••]
Yurim buscó entre el público de la primera fila a Jimin, y se llevó la decepción de su vida al no encontrarlo animándola como solía hacerlo hasta hace apenas unos meses atrás.
Le prometió asistir, pero ahora que la idea del divorcio los rodeaba, comenzaba a inquietar a Yurim haciendo que su cabeza se llenara de tantas probabilidades.
Él de verdad quería hacerlo. Y si por un sólo error volvía hacer lo mismo en su concierto de conmemoración, entonces, no había vuelta atrás.
Tragando duro, la soprano le dio la espalda al público, y miró la gran orquesta que esperaba la primera señal. Pero, ahora todas sus expectativas se desvanecieron en sus propios ojos, que ciertamente ya no tenía voluntad para seguir con el show, pero dejar a todos esos jovencitos entusiasmados era injusto porque ella es la profesora en quien han depositado su confianza en un día así de importante.
Jungkook a lo lejos miró a su hermana dudativa y rogó a los cielos que cualquier sentimiento negativo se esfumara para dejar que Yurim tuviese un espectáculo igual de impecable como acostumbraba dar, sin embargo, no era el único notando el sombrío comportamiento de la chica.
Taehyung que no la había dejado de ver desde que la mujer pisó el escenario, se sentía igual de terrible luego de escuchar accidentalmente la conversación de sus profesores, una revelación que lo mantuvo inquieto mientras trataba ponerse en el lugar de los masculinos quienes buscaban mantener a flote aquel barco de mentiras que comenzaba a hundirse. Pero no lograba tampoco mantener la calma y temía que eso afectara su desempeño en el escenario.
Porque sí, esa admiración que sentía por Yurim irremediablemente comenzaba a convertirse en sentimientos que no debían ser desde su propia postura.
Ante la insistente mirada del chico, Yurim lo encontró entre el resto de los estudiantes observándola como si de una divinidad se tratara, de una forma que nadie más lo había hecho, ni siquiera su propio esposo que decía amarla, que fue imposible no sentir una punzada en el pecho.
Inconscientemente compartieron un par de risillas cómplices que hicieron a Yurim olvidar el mal trago, y a Taehyung darse cuenta de que ella era la mujer que ciertamente le atraía de una forma que no debía.
Pero el escenario les daría el privilegio de descubrir eso que ciertamente desconocían, quizá, era la oportunidad perfecta para sentirse vivos por primera vez. Y es que el simple hecho de que Taehyung y Yurim compartieran la misma pasión era el pretexto perfecto para descubrir nuevos senderos.
Tal vez, un día la distancia entre profesora y alumno; entre artista y admirador, deje de ser tan kilométrica para ambos. Porque estaban más cerca de lo que imaginan.

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Love Affair
FanfictionSu gloriosa voz y su esposo eran aquello que le daban un sentido de pertenencia en este mundo a la prima donna coreana, pero un día aquel recital en el que estuvo atrapada toda su vida se desvenece frente a sus ojos cuando el amor de su vida dice es...