Capítulo 22

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El rostro juvenil de Taehyung irradiaba un brillo especial a medida que Yurim le decía algo que a la distancia Jimin desconocía; Ambos compartían una cercanía demasiado evidente, como si se tratara de esas amistades cultivadas por las circunstancias del pasar de los años, que para Jimin fue como un golpe en su orgullo a medida que las preguntas rebozaban en su cabeza ¿Desde cuándo su esposa carcajeaba con esa intensidad?

La risilla de Yurim era tan discreta que fácilmente pasaba desapercibida, pero Taehyung ahora parecía el motivo que hacía desbordar de alegría a Yurim.

Y aparentemente había llegado la hora de decidir, pues la mujer alternaba la vista entre su coche, y la figura de Taehyung que parecía pedirle de su compañía. Pero finalmente, la chica terminó por sucumbir por el extraño encanto de Kim.

Yurim corrió detrás de Taehyung, ambos riendo de un comentario que posiblemente el chico le hizo, dando la misma impresión que dos adolescentes conociendo el primer amor, esos de primavera con un toque de dulzura, y así de noble, como los sentimientos que albergaban en el pecho de Taehyung por la mujer que más admiraba.

Jimin terminó por arrojar las flores al bote de la basura y retrocedió esa noche con las intenciones que su misma codicia le exigía.

¿Quién era él para molestarse si comenzaba a perder todo lo que una vez consideró importante? Sin embargo, la imagen mental de Yurim y Taehyung estando cómodos con la presencia del otro logró perturbarle.

Así que sacó su móvil y buscó entre sus contactos favoritos el de Yurim, marcó y esperó al menos cuatro timbres cuando la chica atendió.

Dime.

Todo indicaba que el hecho de recibir la llamada de su posible ex esposo le desagradaba, y no era para menos, después de haberle prometido asistir al festival y echarse para atrás, fue duro de digerir para ella.

—¿Podemos vernos?—Jimin preguntó en súplica, porque rogaba que la decisión de Yurim esa noche fuera dejar tirada la compañía de Taehyung y corriera una vez más a él; Estaba siendo codicioso, una parte de si mismo que aún desconocía, pero finalmente la ha amado todos estos años, y la necesidad de tenerla cerca no se comparaba con la presencia de otras personas.

No puedo, estoy por irme a la cama.

Mintió.

Por primera vez le había mentido; Aquella mujer que decía dormir era la misma que corrió detrás de su joven aprendiz hace unos minutos.

—Comprendo.

Jimin colgó y sonrió con amargura de la vergüenza que se dio, porque después de todo qué podía esperar de la mujer a la quien engañó y pidió el divorcio.

[••••]

Taehyung miró por el rabillo del ojo a Yurim, quien parecía desconectada después de recibir una llamada, en la que ella claramente prefirió omitir ciertos detalles, pero todo indicaba que de Park Jimin se trataba.

Para romper la incomodidad, el chico habló.

—Hoseok me dijo que cerca del parque central hay un buen saxofonista ¿Le agradaría ir?

Yurim se giró a Taehyung con una gran sonrisa antes de pedirle cierto favor que venía pensando desde hace días.

—Podrías tutearme, aún sigo en mis veintes.

El rostro de Taehyung se encendió porque para él era como estar a una palabra de romper esa barrera "mentora-aprendiz".

—Aún así no puedo. Usted es la persona que me está ayudando a forjar una carrera, y mi gratitud es inmensa que lo mínimo que puedo hacer es mostrarle mis respetos.

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