—Eres un completo idiota Park Jimin.
Yurim no esperó para ir en busca del hombre al que prometió no volver a ver cinco años atrás.
Por otro lado, Jimin había escuchado de su abogado la decisión de la corte dos días antes de que servicios infantiles contactara a la mujer. Aquella noticia de igual forma lo tomó por sorpresa, jamás se imaginó que su vida volvería a entrelazarse con la de Yurim, pero el destino era demasiado caprichoso con la ex pareja.
Jimin se encontraba algo apenado, sin embargo, saber que la pequeña Naeun estaría bajo el amparo de una persona tan extraordinaria como Yurim, significaba que la menor correría con suerte, y su futuro estaría más que asegurado. Conocía tan bien a la mujer y aunque demostrara cierta firmeza en sus decisiones, era tan bondadosa que dudaba de una mala acción viniendo de ella.
—Será mejor que tu excusa sea tan buena para convencerme de no abandonar a una niña de cinco años.
Mentía, en el fondo la situación la había rebasado al grado sentir compasión por una pobre niña de ojos coquetos que esperaba ser amada por alguien. Por ser llenada de amor, ese que le han negado a través de esos cinco años.
—Registré a mi hija como padre único, no cometí ningún perjuicio en tu contra, quien diría que la jueza se iba a tomar muy en serio su trabajo para proteger los intereses de la niña.
Para Jimin también resultó caótica la manera en como esa niña caería bajo la responsabilidad de su ex-esposa, y si se hubiese tratado de otra persona enloquecería de imaginar que alguien más le quitaría lo que por derecho le corresponde.
—Sin embargo, estoy más tranquilo de saber que la niña ahora será tuya, pero también asustado.
Yurim lo miró fríamente, claro que ella también estaba asustada mientras buscaba encontrarle un significado a la maternidad, sólo escuchaba de otras madres contar los retos diarios que vivían y todas aquellas experiencias que marcaban sus vidas, sin embargo, a Yurim jamás le dieron a escoger, porque repente tenía que cuidar de alguien más que no fuese ella misma.
—Tengo miedo de que un día ella me odie tanto como tú lo estás haciendo, y si ese día llega, entonces, qué sentido tendría existir.
A los dos personajes se les formó un nudo en la garganta de imaginar todo tipo de escenarios posibles.
Era cierto lo mucho que resentía a ese hombre, pero nadie merecía ser repudiado por la persona a quien amas, era tan doloroso sólo pensar lo que el día de mañana esa niña pueda creer de su padre. De un hombre que aparentemente amaba serlo, pero que el destino se había empeñado en evitar que viviera plenamente esa dicha.
—Me encargaré de que no sea así.
Yurim inconscientemente pactó una promesa que quizá en el futuro le termine dando más problemas que soluciones ¿Por qué lo veía de esa forma? Ella más adelante lo descubriría.
[•••••]
—Taehyung estoy asustada. Cómo se supone que deba dirigirme a esa niña.
Lo primero que Yurim hizo mientras trataba de asimilar la noticia fue llamar a su amigo, quien al escuchar lo angustiada que estaba por asumir tales retos, tomó el primer vuelo a Corea sin importar lo tensa que su relación con Yeonsoo se encontrara.
Le tomaron más de diez horas llegar hasta su destino, pero aquello sólo era una prueba de lo mucho que velaba por el bienestar de la única mujer a la que ciertamente atesoraba con el alma.
Cuando Yurim vio a Taehyung no dudó en hundirse en sus brazos ansiosa por sentir la calidez del joven, quien afectado por el repentino tacto de su amiga sintió que las manos comenzaban a sudarle, y la voluntad fallarle.
Para Yurim lo era todo sentir que había una persona en el mundo que la asistiera como su mayor soporte.
—Finalmente está pasando algo que evité por tanto tiempo. Quizá pienses que no soy una mujer ordinaria que espera sentada anhelando ser madre.
—Te equivocas, no sólo es la postura de una mujer, los hombres de igual forma tienen marcado la encomienda de un día formar una familia porque los hará sentirse plenos. Pero sinceramente, es demasiado trillado, muchos somos infelices.
—Pensé en huir.
Yurim comenzaba a sincerarse mientras mordía sus labios con insistencia, lo que hizo ganarse la mirada desaprobatoria de su amigo, la conocía tan bien que no toleraba esos malos hábitos que la herían de una u otra manera.
—Pero no lo hiciste, y eso habla bien de ti. Aquello explica por qué tienes un corazón de oro que a todos nos cautiva, ese que te hace única entre todas las personas de este infierno.
Irremediablemente Taehyung comenzaba sucumbir a sus sentimientos y sin medir las consecuencias de sus acciones se encontraba acariciando las mejillas rojizas de la mujer. Unas que gracias al tacto del masculino también la terminaron por afectar.
Aquella cercanía significaba un peligro latente con daños irreversibles, sobre todo para dos personas con sus vidas hechas un caos; uno a punto de casarse y entregarle su vida a la mujer equivocada, y la otra mágicamente asumiendo una maternidad inesperada.
—Yurim yo...
Taehyung estaba dispuesto arriesgar todo en ese momento donde se encontraba atrapado por ese amor que nació desde el primer segundo en que pronunció el nombre de su musa.
—Taehyung, es muy tarde. Y eso es sólo mi culpa.
Yurim se alejó lentamente del chico, porque en ese instante ambos se encontraban en sintonía y expuestos a las consecuencias de sus malas acciones.
¿Pero amarse en silencio era una mala decisión?
—Yurim.—Taehyung advirtió ya con la paciencia agotada.
—No lo digas, nunca en tu vida lo digas si no estás seguro.
—Amarte es todo lo que quiero. Entonces, por qué vas alejarme sin darme la oportunidad si quiera de intentarlo. Si crees que por ser cinco años menor que tú no seré capaz de hacer latir tu corazón otra vez, estás equivocada.
Taehyung tomó a Yurim por la cintura acortando la distancia entre sus cuerpos, estaban demasiado juntos para sentir sus respiraciones inestables, y aquellos corazones a punto de estallar producto de la euforia de esos sentimientos que se mantuvieron en cautiverio por tanto tiempo.
—Porque en este momento tu corazón está latiendo por mi.
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Love Affair
FanfikceSu gloriosa voz y su esposo eran aquello que le daban un sentido de pertenencia en este mundo a la prima donna coreana, pero un día aquel recital en el que estuvo atrapada toda su vida se desvenece frente a sus ojos cuando el amor de su vida dice es...