Siete meses después
Yurim realmente se estaba esforzando por darle la cara al destino que ciertamente fue caprichoso con ella. Tal vez los primeros meses ocurrieron como cortas pesadillas que superó a través de las experiencias que le dejaban.
Las heridas físicas y emocionales comenzaban a pesarle menos, aunque, todavía tenía la necesidad de cerrar una etapa que había dejado en dilación por algunos meses.
—¿Estás segura?—Taehyung había acompañado a Yurim en ese penoso trayecto luego de la tormenta, se volvió alguien que cobró importancia en cada ámbito, haciendo que una extraordinaria amistad surgiera. Era como ese paraguas escampando el diluvio sobre su cabeza.
—De todas formas ya estamos aquí. No puedo seguir retractándome.
No después de tener momentos prolongados de reflexión antes de cerrar los ojos por las noches.
Ahora entre las manos de Yurim yacía la prueba de toda la burocracia por la que tuvo que pasar para solicitar el divorcio administrativo. Su corazón latía con fuerza, no sólo porque ahora era una mujer libre, sino porque ella misma se lo haría saber al hombre del que perdió toda comunicación meses atrás. Y del que se encontraba viviendo una condena de la que estaba segura no era culpa suya.
[••••]
—Park, tienes visitas.
Jimin como todos los días leía una revista diferente de arte o cualquier libro de derecho que mantuviera su mente ocupada ante la inmensa ansiedad que había desarrollado en esos meses. Una que se elevó estratosfericamente por el llamado del guardia.
El hombre se levantó casi de golpe esperando a que fuese conducido al área de visitas y encontrar entre las personas a la única por la que estuvo esperando durante siete meses.
Sus manos comenzaron a sudar y los latidos de su corazón incluso los podía escuchar.
—Tiene que ser ella.
Se repetía así mismo mientras cruzaba el umbral de la puerta, cuando de pronto, aquellos ojos nobles que había dejado de ver durante tanto tiempo lo escudriñaron con nostalgia.
Ante la mirada inquisitiva era inevitable no sentirse patético. Había dejado de sentirse esa gallardo abogado que la había cautivado hace diez años, ahora sólo era un miserable condenado al olvido. Y ella, Yurim estaba más radiante que nunca.
En ese seráfico rostro no quedaba ninguna marca del ayer, sólo una colorida mascada adornando su frágil cuello. Su larga cabellera ahora se encontraba considerablemente más corta: encima de los hombros, mismo que le daba un aspecto maduro, pero a Jimin le fascinaba lo que estaba viendo.
Ambos tomaron asiento en completo silencio, entonces, Yurim decidió romperlo cuando pronunció sus primeras palabras.
—Cómo has estado.
Jimin se exaltó en su lugar, y no sabía si era debido a la cortesía de la mujer, o el hecho de que el timbre de su voz se había vuelto áspero. Que poco le faltó para echarse a llorar en ese instante de sólo recordar el daño que sufrió Yurim por su causa.
—Has estado comiendo bien.—Yurim volvió a formular.
La chica al no obtener respuesta habló en un tono más demandante, que ni ella misma logró reconocerse.
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Love Affair
FanfictionSu gloriosa voz y su esposo eran aquello que le daban un sentido de pertenencia en este mundo a la prima donna coreana, pero un día aquel recital en el que estuvo atrapada toda su vida se desvenece frente a sus ojos cuando el amor de su vida dice es...