Taehyung esperó en el estacionamiento del super mercado por Yurim y Naeun. Cuando de pronto, vio ambas figuras saliendo a toda prisa conduciendo uno de los carritos repleto de provisiones.
El chico rápidamente bajó del auto y corrió hacía ellas para ayudarlas.
—Nae, sube al auto.—fríamente Yurim demandó a la pequeña, quien hizo caso al instante.
A Taehyung ciertamente le desconcertó el comportamiento tan gélido de la chica, cuando regularmente era una persona que a todas horas sonreía sin problemas, pero las circunstancias indicaban que algo muy profundo la perturbaba.
—¿Todo bien?—Taehyung preocupado preguntó obteniendo una respuesta demasiado plana.
—Lo dudo.
Taehyung entendió que no era el momento para preguntar por más, esperaría hasta que Yurim se abriera y le contara eso que le afligía, en eso se basaba su relación, ninguno de los insistía hasta que se sintieran cómodos hablando de sus inquietudes.
El resto del día Yurim se mantuvo ajena a lo que ocurría a su alrededor, en su mente solo se podía repetir las palabras de Namjoon. Sobre todo por los eventos futuros que se avecinaban, pues la chica estaba consciente de que Jimin seguiría presente en su vida y eso así lo decidió desde que aceptó cuidar de Naeun.
Taehyung desde el umbral de la cocina divisó la figura de Yurim mirando a través del ventanal del departamento, había estado así durante las últimas dos horas, como si tratara de encontrar la luz en el camino.
Sutilmente el chico se acercó a ella, por lo que de inmediato fue notado.
—No sé qué haya pasado en el super mercado, pero me estás preocupando. Incluso Naeun lo está.
Yurim se mantuvo en silencio algunos segundos, hasta que dejó escapar un fuerte suspiro completamente rendida.
—Vi a Namjoon.
Taehyung no lograba comprender por qué Namjoon influyó tanto en el estado de ánimo de Yurim. Hasta donde sabía era una persona indiferente para la chica.
—El hombre saldrá pronto del encierro.
—¿Qué hombre?—ingenuamente preguntó, pero segundos más tarde se retractó entendiendo a quien se refería.—Oh... ya veo.
Taehyung tampoco sabía como sentirse al respecto, no es que fuese un problema mayor para nadie, en realidad no lo era, pero Jimin era Jimin, y Yurim legalmente mantenía la responsabilidad de su hija y eso podría significar que ambos forzosamente estarían más cerca de lo que una vez lo estuvieron.
—Naeun querrá estar con su padre y yo no puedo negarle ese derecho.
—¿Crees que Jimin quiera pelear por ella?
—Acaba de hacerlo y perdió. Probablemente espere más tiempo para volver a intentarlo, tal vez salga bien ahora que será exonerado.
—Y tú ¿Pelearás por ella?
Excelente pregunta, pensó Yurim.
—Naeun y yo hemos tenido un corto tiempo juntas, en realidad su presencia en esta casa y en mi vida ha sido positiva, le he tomado cariño y creo que ella también a mi. Pero, seamos realistas, no compartimos ni una gota de sangre, lo más adecuado es que esté a lado de su padre. De igual forma ella tendrá siempre mi apoyo, quizá no como una madre, pero si como su hermana mayor.
—Tiene que ver con tu falta de ánimos para tener hijos.
—No. Naeun crecerá y a medida que lo haga querrá saber más sobre su madre, cuando eso pase yo no seguiré siendo santa de su devoción, es un patrón inminente en este tipo de circunstancias.
—Nadie preguntó por mi opinión, pero dudo que ella llegue a sentir esa clase de sentimientos negativos por ti. Menos cuando fuiste esa persona que cuido de ella en una etapa demasiado dura y que vaya a olvidar fácilmente.
Taehyung no dijo más, entonces, rodeó los hombros de Yurim para dirigirla a su alcoba y que pudiese descansar.
—Tuviste un día difícil, ve a descansar.
—Quédate conmigo.
En ese instante, lo único que tranquilizaba la tormenta en la cabeza de la chica era Taehyung, su compañía le resultaba necesaria en todo momento. Después de todo el hombre ha sido su mayor soporte durante los últimos cinco años.
Mientras, Taehyung no podía decirle que no, de irse solo pensaría en cómo Yurim la estaría pasando, porque sin darse cuenta se había enamorado y todo hombre enamorado era capaz de muchas cosas que no estaban escritas en algún guión.
Ambos se metieron entre las cálidas sabanas en medio del invierno, Yurim buscó el pecho de Taehyung para acurrucarse en él y entre sus brazos cayó profundamente dormida, porque era el único lugar en la tierra donde podía sentirse protegida.
Sin embargo, no fue lo mismo para él, porque en su mente también se desató un caos de preguntas y posibles escenarios. A Taehyung le dolía el pecho solo de pensar en que podía perder a la persona más importante de su vida, cuando por fin la dicha estaba de su lado.
Solo le quedaba cerrar los ojos y aferrarse al presente, a ella y a ese amor que nació entre los dos.
Indudablemente Taehyung tenía una posición privilegiada en el corazón de Yurim, su lugar era irremplazable para cualquier que tratara de usurpar su lugar, eso cualquiera lo sabía.
Incluso Jimin lo sabía aún estando recluido.
Las noticias de una posible colaboración entre los dos artistas de la música clásica puso en el ojo público la relación de Taehyung y Yurim, algo que todos veían venir porque la atracción entre ambos era evidente.
Haciendo que se preguntaran quien de los dos era el más afortunado ¿Taehyung o Yurim?
Jimin cerró la revista con aquella información murmurando todo tipo de improperios, pensando en que tan miserable había convertido él mismo su vida. Si tan solo mirara cinco años atrás y fuese capaz de cambiar los acontecimientos lo haría sin dudarlo, únicamente para no perder a Yurim, sin embargo, lo hizo.
La había perdido completamente porque todo indicaba que alguien más robó el corazón de la chica de la manera más justa posible.
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Love Affair
FanfictionSu gloriosa voz y su esposo eran aquello que le daban un sentido de pertenencia en este mundo a la prima donna coreana, pero un día aquel recital en el que estuvo atrapada toda su vida se desvenece frente a sus ojos cuando el amor de su vida dice es...