Capítulo 3

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La soprano y los dos contratenores, Yurim, Jungkook y Seokjin, habían terminado de evaluar a todos los chicos que tenían más de un sueño por cumplir.

Era difícil ahora imaginar que la mayoría de todos esos chicos no podrían seguir cultivando el camino, justo como ese barítono del pasillo que se ganó el interés de Yurim.

—Kim Hoseok.—mencionó Seokjin.—Fue demasiado limpio a pesar de estar nervioso y creo que merece estar en los pupitres de esta institución.

Yurim y Jungkook estuvieron muy de acuerdo con aquellas afirmaciones. Sin embargo, a Jungkook también le daba vueltas un asunto que estaba dispuesto a desahogar con su hermana.

—Hoseok es barítono, pero no fue el mismo que escuché en los pasillos.—declaró.—Parece que faltó otro chico ¿No es el mismo que estaba contigo cuando fui a buscarte Yuri?

—Creí haber sido la única en escucharlo. Por supuesto que Hoseok no es ese barítono, acepto que es muy bueno, pero el otro chico era igual de excepcional. Es una lástima que no era un aspirante.

—¿Por qué? Es buenísimo, podría estar en Europa recitando, de verdad Seokjin, tuviste que haberlo escuchado fue tan...—Jungkook se sacudió los escalofríos.—Tan exquisito.

—¡Eso mismo pensé!—secundó Yurim.

—No le preguntaron sus motivos. Puede que sea un chico de escasos recursos, no todos puede costearse una matrícula aquí.

Yurim y Jungkook se miraron momentáneamente pareciendo conectar sus pensamientos.—Y si...—dijeron al unísono.

—Estamos a punto de traer a los admitidos, podemos preguntarle a Hoseok por su acompañante.—sugirió Seokjin.

Los hermanos Jeon complacidos mandaron a llamar de inmediato a Hoseok como el primero en encabezar la lista de admitidos.

El chiquillo completamente extasiado por la noticia entró en llanto, entonces, Yurim emocional por ver al jovencito así de feliz, se paró del asiento tomando su pañuelo y caminó hasta él para ofrecérselo.

Siendo así un gesto que Hoseok jamás olvidaría, y si ya consideraba a Yurim, ahora nada le impediría atesorar ese recuerdo con mucho cariño, pensando que la nobleza que demostraba Yurim en el escenario era tan real incluso en la vida ordinaria.

—Felicidades Hoseok. La Escuela de Artes Jeon te da la cálida bienvenida esperando cumplir con tus expectativas.

A las felicitaciones se unieron Jungkook y Seokjin muy satisfechos por el empeñó que mostró el chico durante la evaluación. Pero habían otros temas que desahogar con él.

Yurim regresó a la mesa del jurado y ya cómoda procedería a realizar un par de preguntas que tal vez iban más allá de lo permitido por la institución, pero ninguno del jurado estaba dispuesto a perder a un tesoro como Taehyung.

—Hoseok, es obvio que recuerdas lo ocurrido en los pasillos.—Yurim expresó.

Hoseok al escuchar aquello lo tomó por sorpresa, no creía que se acordara todavía de ese encuentro teniendo en cuenta que Yurim era una mujer muy ocupada y con miles de pensamientos que no sean los dos chiquillos del pasillo, pero parecía no ser así.

—Nos preguntábamos, quién era ese jovencito que estaba contigo en el pasillo.

Hoseok se exaltó en su lugar pensando únicamente en su hermano mayor, debía ser él.

—Es mi hyung.—respondió.

—Te importaría si lo llamas ahorita.

El chico no dudó ni dos veces sacando su móvil para textear el número de Taehyung, un, dos, al tercer toque respondió.

[••••]

Taehyung entró perfectamente erguido al recinto donde se ganó las miradas del jurado, en especial la de Yurim, a quien sencillamente le parecía que ese jovencito de verdad tenía la presencia que los escenarios estaban esperando.

—¿Eres barítono?—Yurim lanzó su primera pregunta, en cambio, Taehyung pasó una mano detrás de su cuello algo apenado al responder pensando a que se debía todo eso, entonces, le lanzó una mirada fugaz a su hermano menor y éste emocionado enseguida le susurró que respondiera.

—Sí.

—Podrías mostrarnos aquella presentación que diste en los pasillos, Seokjin fue el único que no te escuchó.

Taehyung abrió muy grande los ojos ¿Seokjin fue el único? Entonces, cabía la remota idea de que Jungkook también lo hizo, pensó.

Además, le resultaba demasiado irreal que grandes figuras de la música clásica le pidiesen semejante cosa, hasta donde sabía no se consideraba especial, pero ellos le hicieron sentir que sí lo era.

El chico dio dos pasos al frente, le dio una última mirada a Hoseok quien le alzó los pulgares y que comience el show.

...

Los sentimientos que Taehyung puso en esa presentación lograron alcanzar los corazones de cada uno de los miembros del jurado, definitivamente los hermanos Jeon tenían ese don tan particular de encontrar oro donde nadie más podía ver.

Aquí estaba la próxima estrella de la música clásica, de eso Yurim se encargaría como el mayor de sus propósitos.

Y es que, luego de escuchar a Hoseok decir que su hermano era todo lo que los escenarios buscaban, pero que, desgraciadamente su familia no tenía la capacidad de costear ambas matrículas y uno de los dos hermanos debía sacrificarse siendo Taehyung el de corazón noble accediendo, pudo calar los sentimientos de la soprano y los dos contratenores.

La Escuela de Artes Jeon no podía dejar escapar un diamante en bruto cuando juntos podían hacer historia.

—Kim Taehyung, felicitaciones, las puertas de esta institución están abiertas para ti.—dijo Jungkook.

—Por las cuotas descuida, la fundación Jeon se encargará de incentivar tu futura carrera, sólo por favor, no pierdas tus objetivos de vista, tienes mucho potencial que explotar.—finalizó Yurim.

Después de todo, el que Yurim sirviera como evaluadora esa tarde no fue en vano, había sido como encontrar esa clase de primer amor, porque no se le podía llamar de otra manera a la persona que con su voz había hecho que su corazón latiera con tanta fuerza al grado de estremecerle.

Love AffairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora