Epílogo

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Yurim

Tan pronto supe por boca de Naeun que Jimin la había acompañado hasta París, le pedí una audiencia para saludarlo después de mucho tiempo. Ambos habíamos crecido como personas y los rencores habían quedado en el pasado. Eso definitivamente me hacía sentir en paz.

—Naeun llegó esta semana a mi academia y puedo decir que se convirtió en una jovencita muy hermosa y talentosa, tiene una voz magnífica que me recuerda a mi yo de hace veinticinco años. No dejes que nada arruine su esencia.

—La niña estaba nerviosa por cómo lo tomarías, incluso yo pensé que la rechazarías por ser quien es.

Reí y bebí un sorbo de mi café.

—Me tomó por sorpresa que después de todos sus rechazos aplicara en mi academia. Para Taehyung y para mi fue caótico cuando vimos su video que mandó para audicionar, no creímos que se encaminaría a este mundo de locos artistas.

—Quiero creer que la aceptaron por sus cualidades y no por otra razón oculta.

—Taehyung y yo sabemos identificar a chicos con potencial, Corea del Sur hace tiempo que no tiene una prima donna después de que yo me mudara del país y me parece que Naeun es una digna sucesora mía.

—Gracias Yurim. Tengo la plena seguridad de que así será. Además, cambiando de tema, te felicito, supe que eres madre.

Cuando dijo madre, lo primero que se vino a mi mente fueron a las dos personas que me hacían feliz todos los días, Taehyung y Taemin. Ambos eran como una fuerza que llegaron de la nada y agradecía al tiempo por retrasar muchos eventos en mi vida, y que me hicieron ser lo que era hoy.

—Te negabas a ser madre ¿Qué cambió?

Decirle a Jimin qué tal vez conocí a la persona correcta sería cruel, pero no era más que la verdad, porque Taehyung se convirtió en eso a lo que nunca deseaba renunciar aunque me escuchara egoísta, pero con él podía ser yo misma, que amar mi carrera sin renunciar a la persona que amo, nunca me resultó imposible.

—Tal vez esperé a que el tiempo hiciera lo propio.—contesté de la manera más sutil, pero Jimin era tan listo que estoy casi segura de que dedució mis palabras correctamente.

De pronto, el móvil de Jimin comenzó a vibrar y todo indicaba que estaba recibiendo una serie de mensajes. Entonces, esperé a que se disculpara y partiera, pero fue todo lo contrario.

—Oh Dios, Naeun dijo que está en el hospital, parece que el desayuno le cayó mal.

Cuando terminó de explicar, yo también me asusté de imaginar que algo malo le ocurría a la niña, entonces, decidí ir con Jimin para asegurarme de que Naeun estaría bien.

Pensé que Jimin opondría resistencia evitando que lo acompañara, pero accedió con un buen ánimo.

—Te llevo Jimin, es mejor a que tomes un taxi, puedes perderte y retrasar más.

El hombre me citó la dirección, a lo que rápidamente respondí que era erróneo, porque esa zona no habían hospitales o al menos no que yo conociera, más bien era una zona conocida por albergar salones para toda clase eventos sociales.

—¿Estás seguro?—repliqué.

—Fue lo que Naeun me dijo.

Conduje hasta el sitio y seguía sin entender como terminamos en esta situación, podría ser que Naeun nos estuviese jugando alguna broma.

Cuando llegamos al local, a simple juicio se notaba que adentro algo grande acontecía.

—No me digas que Nae visita esa clase de clínicas clandestinas.

—¡Esa niña!—Jimin murmuró avergonzado.

Pero después de divagar entre todas las posibilidades, un hombre pulcramente trajeado salió a recibirnos y detrás de él ¿Taemin?

—¿Taemin qué haces aquí? ¿Y tu papá?

Me alarmé cuando vi a mi hijo solo con un desconocido, de pensar que Taehyung había cometido el descuido ponerlo en una situación así, me preocupaba más de la cuenta.

—No sé, tal vez adentro.

El pequeño reclamó mi mano para dirigirnos a Jimin y a mi a ese lujoso sitio que se encontraba decorado por muchas flores y listones blancos.

Además, noté que mi hijo vestía un esmoquin, de acuerdo ya había entendido.

Pasamos por algunos pasillos hasta llegar al jardín, donde algunos rostros conocidos como el de mi madre, Jungkook, Seokjin, Yoongi, Hoseok y Naeun esperaban.

Pero aquello que me dejó atónita fue al masculino esperando por mí en lo que parecía una clase de ceremonia nupcial.

Taehyung se veía tan majestuoso en aquel traje, como solía verse cada que se paraba en un escenario a recitar. Y yo en jeans rotos, tenis y la primera sudadera que encontré en mi armario.

Me dio vergüenza acercarme, donde todos veían mi llegada con expectación, aquella vergüenza se reflejó en mi rostro coloreado de rojo.

Entonces, las risillas de Jimin y Naeun en el fondo me hicieron dar cuenta que todo fue perfectamente orquestado por Taehyung.

—¿Una boda sorpresa? ¿Qué es esto Taehyung? ¿No sabes lo preocupada que estaba por Naeun? Y-y cuando vi a nuestro hijo solo.

Quería echarme a llorar, pero enseguida los brazos de Taehyung abrazándome y rogando por mis disculpas apaciguaron el momento.

—Sé que me tomé mucho tiempo en hacer esto.—rascó su nuca apenado.—Pero ¿Aún estoy a tiempo cierto?

—Esto apenas lo planeó ayer.—Jungkook apareció de pronto con unas sortijas en mano.—Sabes lo frustrante que fue para mi mamá y para mi viajar hasta aquí de la noche a la mañana, solo porque a este tipo se le ocurrió de la nada. Más te vale que aceptes hermana.

—Dame esto.—Taehyung tomó bruscamente las sortijas de matrimonio y con torpeza comenzó a colocar la primera en mi dedo anular.—Sé que esto que tenemos no necesita un nombre, porque es genuino y siempre lo ha sido, pero creí que era correcto esperar hasta que por fin tú y yo estuviésemos en sintonía.

—Por Dios Taehyung, nuestro hijo tiene siente años ya, y tú crees que la cuestión estaba en mi manos. Hemos pasado por tanto, yo definitivamente te necesito a ti.

Taehyung soltó un gran suspiro cuando dije tales cosas, pero aún así, agradecía desde lo más profundo la paciencia que tuvo conmigo todos estos años, y darme ese amor que solo se transformaba en uno más auténtico.

De pronto, tomó el mechón de mi cabello sobre mi cara que me impedía verlo, después jugó con él de la misma manera dulce que lo hacía siempre y recorrió cada tramó de mi rostro con devoción, esa que se avivaba con el pasar del tiempo.

—Si tú dices que me necesitas y yo siento lo mismo cuando paso dos segundos lejos de ti, entonces, creo que deberías aceptar, todos están esperando tu respuesta, bonita.

Tímida por las sutiles palabras de Taehyung, miré por el rabillo de mi ojo izquierdo las expresiones expectantes de toda nuestra familia, incluso, Taemin estaba igual de ansioso que todos ellos.

Pero en ningún instante dudé de los nobles sentimientos de Taehyung. Jamás lo hice desde que lo conocí, entonces, en ese momento vino a mis recuerdos el día que lo encontré en los pasillos de la Academia de mi madre recitando frente a su hermano para animarlo, y nunca pude imaginar que no solo había encontrado a un diamante en bruto que más tarde brillaría en los escenarios conmigo, sino también había encontrado a esa mitad que tanto me faltaba para sentirme completa.

—Con quién más podría compartir el escenario, sino es contigo. Te amo, Kim Taehyung.

Love AffairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora