Capítulo 13

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El animo de Yurim mejoró exponencialmente luego de encontrarse esa noche con Yoongi, fue como deshacerse de un enorme costal de los hombros, incluso Jimin lo notó luego de esperarla despierto.

—¿Fuiste a casa de tu madre?—preguntó dejando a un lado el libro que se encontraba leyendo antes de la llegada de Yurim.—La señora Kwon dijo que saliste de emergencia ¿Ocurrió algo?

—No, en realidad me encontré con Yoongi, tenía algo urgente que decirme acerca de los próximos recitales.—mintió parcialmente, porque si, al final terminaron hablando sobre los próximos recitales, pero prefería omitir la primera parte del encuentro, no se encontraba de humor para decirle como se sentía por su causa, estaba agotada para discutir y menos si habían personas cerca.

—Pudieron hacerlo mañana, es peligroso que salgas a estas horas y sola.—recriminó después de pasar las últimas dos horas esperando por ella para irse a dormir juntos como lo hacían todas las noches.

—Me acompañó a casa, descuida.

En realidad, le preocupaba más lo que un chico y una chica hicieran a mitad de noche tratando asuntos supuestamente relacionados con el trabajo, pero luego se preguntó quién era él para desconfiar y victimizarse, si hace poco besó a otra chica, con quien no tuvo suficiente con la primera vez, así que hubo una segunda, cuando se prometió no repetir una circunstancia así. Lo peor, fue que lo hizo bajo el mismo techo que compartía con su esposa.

Era un imbécil.

[••••]

Dos horas atrás.

—No puedes acercarte de esa manera.—recriminó exaltado luego de ese incómodo momento en el que Yurim casi encuentra una escena que podría prestarse a malos entendidos.

—Profesor Park, tiene miedo ¿Cierto?—Hanbyul abandonó por primera vez la timidez como si la arrogancia haya devorado la última pizca de buena voluntad que le quedaba.

Más que nunca se encontraba determinada a obtener la atención de su profesor, no toleraría otro segundo más apartada de su aura tan imponente y varonil que le hacía sentir segura.

En esta vida perdió tantas cosas a pesar de esforzarse por ser una buena hija, estudiante y quizá un ser humano. Pero no recibía más que migajas y maldiciones del destino, entonces, si iba en contra de las manecillas del reloj, tal vez, sólo tal vez la vida podía retribuirle por todo el tiempo que la privó de la felicidad.

Entonces, Hanbyul sin medir las consecuencias de sus actos se abalanzó a su profesor enrollando sus manos sobre el cuello de éste para reclamar sus labios una vez más.

Jimin se quedó completamente quieto por lo repentino que fue todo eso y estaba decidido a rechazar tal atrevimiento, pero a medida que las manos de Hanbyul repartían ligeras caricias sobre su pecho, terminó por ceder correspondiendo el beso con total frenesí, mientras en su mente se repetía que esto sería por última vez, porque él ya tenía a Yurim y no necesitaba nada más que a ella.

Sin embargo, era demasiado débil para no seguir cayendo en los excesos que las tentaciones le provocaban cada segundo que pasaba cerca de Hanbyul.

Sin pensarlo, a la hora de clases la observaba desde la umbría aumentando más el deseo por caer en la trampa que el mismo diseñó.

Fue así, como la situación se le salió de las manos al esposo más amoroso y amable según la perspectiva de Jeon Yurim. Pero ese esposo amable no debía interceptar a su alumna entre los pasillos mientras la arrinconaba sobre las frías paredes cuando nadie los veía.
Era como si estar cerca de Hanbyul los niveles de lujuria que desconocía aumentaran castastróficamente. 

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