Capítulo 22.

8K 885 100
                                    

Taehyung saludó solo con una mueca y tomó asiento callado al igual que Yoongi a su lado.

- El.. Es Marco, es extranjero, pero vive aquí hace un año. - dijo Jimin tratando de cortar aquel silencio incómodo que se formó en la mesa.

Marco los saludó a ambos y ellos hicieron lo mismo siendo amables con el, aunque a Yoongi se le notaba que estaba molesto.

- Es un gusto Marco, yo soy Taehyung y el es mi esposo, Yoongi.

- Es un placer. - comentó.

- Y cuéntame.. ¿Qué tal estuvo el viaje que hiciste con Jimin? ¿Qué conociste? - preguntó de forma inocente y apoyando su rostro en la palma de su mano, mostrándose ansioso por su respuesta.

Inmediatamente, Marco se puso nervioso, y llevó su mirada a Jimin esperando que dijera algo o le diera letra. Pero, cuánto más tardaba en responder, más rápido le daba la razón. Taehyung sintió la mano de Yoongi en su muslo, en muestra de que estaba incomodando al chico, pero el pelinegro sólo lo ignoro.

- E-estuvo bien.. Paseamos por alrededores de Seúl y Jimin me llevó a su pueblo.

- Oh, ya veo.. Que bien entonces. - sonrió de forma amigable.

Hasta que escuchó un carraspeo de garganta, notando de reojo que era Jungkook.

- Quiero presentarles a alguien.. - habló - Ella es Gea.

Taehyung llevó su mirada a aquella mujer, con rostro angelical y demasiado bella para ser real y no un ángel.. Sólo sonrió falsamente y llevó su mirada a la mesa.

- Hola.. Cómo dijo Jungkookie, soy Gea. - respondió sonriente - Es un placer.

"Jungkookie.."

- También es un placer Gea.. Cómo escuchaste recién, mi nombre es Yoongi y el es Taehyung, mi esposo. - una sonrisa se formó en sus labios y llevó su mirada a su mejor amigo - Así que Jungkook.. ¿Ella es la famosa persona de la que estás enamorada desde jóven?

Jungkook se quedó en silencio unos minutos sin saber que decir hasta que llevó su mirada a Taehyung.

- Si.. Es ella. - dijo manteniendo su mirada en Taehyung.

El pelinegro bajó su mirada a su regazo y se quedó allí sin decir nada, sólo escuchando.

Jungkook sonrió tomando la mano de Gea, entrelazando sus dedos con los de ellas, mostrando la diferencia que había entre sus manos.

- Woow Jungkook.. Jamás me imaginé que estabas enamorado de una chica. - comentó Jimin mirándolo.

- Pues, nos conocimos y sólo pasó. - respondió serio.

El menor de ellos, sabía lo que quería hacer el rubio y a dónde quería llegar pero, simplemente lo ignoró.

- ¿Y dónde la conociste? - curioso, dijo Yoongi.

- En la universidad.. Pues, estudiamos diferentes carreras pero, nos conocimos en el buffet. - respondió ella con una sonrisa mirando al castaño.

- Ya que estamos con el interrogatorio/entrevista, ¿No tienes nada para preguntar, Taehyung? - Jungkook dijo mirándolo.

Taehyung levantó su mirada hacia el y sonrió.

- No tengo nada para preguntar.. No me interesa. -respondió serio - No quiero perder el tiempo en preguntas y respuestas que no me interesan, prefiero comer.. Sin ofender, claro. - habló mirándola a la chica.

Y sin más, Taehyung tomó el menú que había dejado hace un rato el mozo.

Todos en la mesa se quedaron sorprendidos por el comportamiento de Taehyung, y es que el era el más simpático de los cuatro.. Era amable y dulce, pero sabían que si alguien le caía mal, lp ignoraría o simplemente lo demostraría sin pelos en la lengua.

Y tanto Jimin, como Yoongi y Jungkook, se dieron cuenta que aquellas dos personas nuevas, le caían mal.

Pero en fin, todos pidieron lo que iban a comer y a los minutos, el mozo volvió con la comida.

Todos en la mesa hablaban de distintas cosas, risas también se escuchaban al igual que anécdotas del pasado. Y por otro lado estaba Taehyung, quién comía tranquilo y de vez en cuándo se incorporaba a la conversación o hablaba con su esposo. Pero, no más que eso.

No estaba de humor con salir, tampoco tenía ganas de fingir ser el mejor amigo de todos y ser tan amigable cuándo esta cena era toda una farsa.

Todos habían terminado de comer y vendría el postre, pero antes de eso, Taehyung decidió ir hacia la barra del lugar y pedir algún trago fuerte. Cuándo se lo sirvieron, lo tomó en un segundo y fue hacia el baño para resguardarse un minuto allí, alejado de todos.

Al llegar, hizo sus necesidades y en cuánto salió, se acercó al lavamanos. La música podía escucharse desde allí pero en segundo plano.

Se mojó un poco el rostro y movió su cuello de un lado al otro para descontracturarse. Pero, se detuvo al escuchar una voz.. Una que conocía bastante bien.

- Cuánto tiempo, Tae.. ¿No lo crees? - dijo aquella voz.

El pelinegro dio un suspiro y abrió sus ojos llevando su mirada hacia la puerta, encontrándose allí con el menor, apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa.


𝐂𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐈𝐒𝐌𝐀 𝐌𝐎𝐍𝐄𝐃𝐀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora