Capítulo 40.

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Felices, se besaron con cariño... Celebrando que las cosas llegarían a su fin esta vez.

Esperaban que fuera así.

Las manos de Jungkook se perdían sobre el cuerpo de su castaño, haciéndolo suspirar por cada caricia que le regalaba.

- Kook.. - susurró.

Este llevó su mano hasta su nuca para acariciar su cabello con tranquilidad, mientras Jungkook se acercaba a su cuello y dejaba besos húmedos sobre su piel.

- Entremos al auto, por favor... - dijo excitado, mirándolo a los ojos.

- ¿Y por qué no aquí? - sonrió.

- Eres un morboso, no lo haremos.. No ahora. - dijo tomándolo de su camisa y llevándolo hacia la camioneta.

Se subieron a la parte trasera. Taehyung se sentó encima del menor, poniendo las piernas a cada lado de su cuerpo.

Y allí comenzó el juego.

Besos iban y venían, caricias de parte de ambos... La ropa empezaba a desaparecer ya que sólo servía para estorbar en ese momento tan excitante.

Jungkook besaba su pecho desnudo, acercándose a su pezón y lamiendo este como si fuera el fin del mundo. Taehyung no paraba de soltar jadeos, porque pese a que no fuera la gran cosa... El pelinegro conocía sus puntos débiles, y eso era algo que lo volvía loco.

Mientras estaban en este lindo momento, pequeñas gotas bailaban sobre los vidrios polarizados, dándose cuenta que había comenzado a llover.

Mejor imposible.

La mano de Taehyung daba caricias sutiles sobre el bulto de Jungkook, provocándolo. Por lo que el pelinegro no aguantó más, y cambió la posición, haciendo que la espalda desnuda del castaño chocara sobre aquel cuero frío de los asientos.

Se acomodó entre sus piernas y mientras sus manos acariciaban sus muslos, Jungkook besaba los labios de Taehyung con desesperación.

- Por favor.. Te necesito más cerca, te extrañé demasiado. - Confesó sobre sus labios.

- Yo también te extrañé con todas mis fuerzas.. - susurró, con su voz grave.

Y sin más, el pelinegro bajó por su pecho dejando delicados besos sobre su piel, manteniendo la mira fija en sus ojos. 

Se acomodó sobre el asiento y puso las piernas del contrario sobre sus hombros, para así, lamer su entrada con tranquilidad.

Taehyung estaba al borde de la muerte, desde el primer momento en el que Jungkook apoyó su lengua contra su piel, arqueaba la espalda y se aferraba al cabello negro de su chico, tratando de mantener la cordura. Pero ya era tarde, los movimientos del menor eran algo imposibles de explicar.

Jungkook sabía perfectamente el punto ideal para hacer volver loco al contrario, conocía su anatomía al perfección aunque hayan sido dos o tres veces en las que estuvieron en esta situación.

Cuando notó que estaba cerca de perder la cabeza, decidió alejarse para acomodarse y sin esperar súplicas de su mayor, entró en el. Taehyung se aferró a su espalda ejercitada, gimiendo su nombre mientras hundía sus dedos en ella. 

La lluvia se intensificaba, pequeñas gotas se deslizaban sobre los vidrios fríos de esa camioneta.. Aunque por dentro ardía, ya que era tanta la pasión que desde adentro las ventanas estaban empañadas, el ambiente estaba caliente, ellos también.

Habrán estado al menos dos horas en aquel asiento trasero, acompañados por la lluvia para silenciar sus gemidos y jadeos. En cuánto terminaron, Jungkook cayó exhausto sobre el pecho de Taehyung, mientras que este con una sonrisa, acariciaba su cabello algo mojado.

Sus pechos subían y bajaban con algo de apuro, sus respiraciones estaban agitadas pero volvían a la normalidad de a poco, cómo si hubieran corrido una maratón.

- Haré una lista con los lugares donde podemos hacer el amor y los iré tachando.. - comentó.

Taehyung rió suavemente mientras jugaba con su cabello negro y miraba por la ventana la neblina que tapaba el paisaje de la ciudad lejana.

- Debo decir que.. Aunque es demasiado incómodo el asiento de tu lujosa camioneta, estuvo increíble.

- No tenía planeado que pasara aquí y ahora.. Por eso no preparé nada. - dijo mirándolo.

- Lo sé, es que no aguantaba.. Pero, la pasé increíble, vi las estrellas incluso más allá del techo de tu camioneta. - susurró cerca de sus labios.

- ¿Será porque quedó el vidrio y las puedes ver de verdad? - miró hacia arriba y sonrió.

La lujosa camioneta de Jungkook tenía un sistema en el techo del asiento trasero, con un botón podías correr el techo normal de la camioneta, dejando ver uno de vidrio el cuál permitía ver el cielo.

- Sé sincero conmigo, ¿La compraste por esa ventana? Para que cuándo tengas sexo.. ¿Sea "mágico"? - preguntó.

- No cielo, la compré porque me gustaba, y una vez acostado aquí descubrí que se podía hacer eso... Eres la primer persona a quién invito a ver las estrellas.

El castaño sonrió algo tímido, mientras el pelinegro se acomodaba entre sus piernas y ponía su rostro junto al del contrario.

- Taehyung... No se si sea el momento de ser cursi, pero, eres el único en mi corazón desde que te vi por primera vez. - confesó - Y planeo que sea así por muchos años más..

- Kook..

- Te amo, Taehyung.

Sus ojos, se miraban fijamente.. Aquellos ojos marrones, con esos ojos negros. Sus miradas intensas y profundas, que sin decir nada, se decían todo.

Una sonrisa se formaba de a poco en los labios finos del mayor... Sintiendo cómo si de la nada, le hubiera agarrado taquicardia.

¿Así se sentía que alguien te ame realmente?

Había olvidado ese sentimiento, ni siquiera recordaba que se sintiera así, cómo si fuera una película y sean reales las mariposas que vuelan dentro del estómago.

Ver a Jungkook frente a el, con mechones de su cabello contra su frente, con sus labios hinchados de tanto haberlos besado, la punta de su naricita roja por el frío aunque haya calefacción en la camioneta... Y de fondo, las estrellas y la luna asomándose sobre el vidrio del techo, como si quisieran espiarnos.

Fueron segundos silenciosos, en los que sintió diez mil sensación distintas, y no podía creer que dos palabras ocasionaran algo así.

Jungkook mientras esperaba alguna respuesta, miraba los ojos del mayor dilatados, y aquella sonrisa tonta que lo caracterizaba. Aunque sentía que había dicho algo que no debía, por lo cuál iba a retractarse.

- Tae, yo..

- Te amo. - dijo en susurro- También te amo, Jungkook.

𝐂𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐈𝐒𝐌𝐀 𝐌𝐎𝐍𝐄𝐃𝐀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora