Yoongi y Taehyung se casaron hace cinco años... Su matrimonio iba realmente genial, se amaban y querían mutuamente, hasta que de un momento a otro, Yoongi tenía actitudes extrañas lo cuál hizo que Taehyung desconfiara.
Quién iba a pensar que lo esta...
Al llegar a la casa de Jungkook, ambos bajaron de aquella camioneta negra y entraron.
Se sentaron en el sofá y se quedaron en silencio mirando hacia un punto fijo ambos. Pero, segundos después, Jungkook llevó su mirada a Taehyung quién sonreía de lado, aún metido en sus pensamientos.
- ¿En qué piensas? - preguntó.
El castaño despabiló su cabeza y llevó la mirada al mejor, negando suavemente.
- Nada, sólo en lo idiota que eh sido todo este tiempo... Aún se siente irreal que ya me quité un peso de encima con Yoongi - respondió.
- Eso es bueno pero, creo que ahora viene la parte más difícil.. Divorciarse, dividir sus bienes.
- ¿Serás mi abogado? - preguntó abultando sus labios en forma de puchero.
- No e visto que sea ilegal ser abogado de mi amante en su divorcio así que.. Probablemente si - sonrió acercándose a el - Pero para que todo salga bien, debería recomendarte un buen abogado amigo sólo por las dudas.
- Esta bien.. - sonrió abrazándose a su cuerpo.
Y allí estaban los dos, abrazados en el sofá de aquella sala. En silencio, pero que no era incómodo, sino todo lo contrario..
- Te tengo una sorpresa. - susurró Jungkook, apoyando su mentón sobre su cabeza.
- ¿Sorpresa? - preguntó el contrario, mirándolo mientras el otro asentía - ¿Qué es?
El pelinegro se levantó del sofá y extendió su mano hacia su castaño, esperando que este aceptara la invitación. Taehyung tomó su mano de forma curiosa, levantándose y dejándose guiar por su menor.
Fueron hacia las escaleras, subieron estas y caminaron por el pasillo yendo hacia la puerta cerrada de la habitación de Jungkook. Este se puso detrás de Taehyung y abrazó su cintura trayéndolo hacia el.
- Necesito que cierres los ojos.. - susurró sobre su oído.
El mayor le hizo caso, cerrando sus ojos por completo mientras sus manos se posicionaron sobre las del menor.
Jungkook abrió la puerta de la habitación, pero igualmente le tapó los ojos a a Taehyung con una de sus manos en caso de que quisiera espiar.
Caminaron lentamente, adentrándose a esta.
Y segundos después, Jungkook sacó su mano sobre el rostro de Taehyung.
- Bien.. Puedes abrirlos. - susurró.
La habitación del menor estaba decorada con velas y pétalos de flores... Una música muy relajante resonaba de fondo sobre la habitación y el mayor no pudo evitar sonreír al ver todo aquello.
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- Jungkook.. - susurró - Esto es muy lindo.
Sonrió aún más, mientras se daba la vuelta hacia Jungkook y lo miraba, abrazándolo por el cuello.
