Capítulo 26.

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Cada minuto que pasaba, era una copa más de vino para Taehyung..

Poco a poco, aquella botella bajaba en cuánto al líquido de adentro. Desaparecía por los labios de un pelinegro sufriendo por amor y sintiendo celos.

Pasó un momento en el que, ya ni siquiera se servía en la copa, sino que tomaba de la botella sin hacerle asco, bebiendo como si se tratara de agua.

Un vino de antigua cosecha, el cuál era uno de los mejores... Y eso significaba, ponerte borracho a la segunda copa.

Quizás era algo bueno para Taehyung, ponerse borracho por unas horas, poder descargarse de todo lo que sentía y no podía sacar.. Lo que no podía hacer sobrio, quizás podía hacerlo borracho.

Taehyung pasó por muchos estados de ánimos, primero reía sin parar, luego lloraba abrazándose las piernas como un niño y finalmente, se enojaba y le gritaba a una almohada como si allí estuviera Jungkook.

En estos momentos, estaba sentado en el suelo, jugando con el poco vino que quedaba en la botella.

Hasta que la borrachera comenzó a hacer más efecto y a comenzar a actuar por el.

- Debo ir.. - susurró a si mismo.

Se levantó del suelo algo mareado y dejó la botella sobre la mesa para tomar las llaves e ir hacia el garaje. Abultó sus labios y refunfuñó ya que el auto no estaba allí... Yoongi se había ido con el.

Volvió a la casa y en cuánto salió de casa, comenzó a sentir gotas sobre el, dándose cuenta que estaba lloviendo desde hace rato y ni siquiera pudo darse cuenta. 

- Carajo.. - susurró.

Le dio un portazo a la puerta, y caminó hacia la calle para así extender su brazo para parar un taxi. Se subió a este y le dió la dirección de la casa de Jungkook para ir hacia allá.

Al llegar, bajó del taxi sin pagar y caminó tambaleándose... El taxista iba a bajar para pedirle el dinero pero, al verlo en ese estado, decidió que mejor no.

Así que este arrancó, y se fue de allí.

Taehyung al llegar a la puerta, golpeó esta muchas veces y tocó el timbre sin parar.

- ¡Jungkook! ¡Jungkook! ¡Jungkook! - gritó sin parar.

Pero nada, parece que no estaba en casa..

El pelinegro dio un suspiro, y se sentó en la entrada de la casa, aferrándose a sus brazos comenzando a sentir frío.

- Idiota, dónde estás... - dijo Taehyung enojado.

"De seguro aún sigue con ella, de seguro salieron a cenar y ahora están en un motel follando... De seguro le dice las misma cosas que me decía a mi" Pensaba Taehyung..

Lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, rojas por el alcohol, su cabello despeinado lo hacía ver vulnerable y sus labios estaban algo morados por el frío... Se veía cómo un niño.

Pasó al menos cómo una hora desde que Taehyung fue a casa de Jungkook. Este seguía sentado en el suelo, abrazando sus piernas y llorando con sus ojos cerrados tratando de pensar en otra cosa que no sea morirse de frío.

Hasta que escuchó un auto llegar.. Y era Jungkook, estaba seguro que era así. Llevó su mirada hacia el auto, entrecerrando los ojos por la fuerte luz del auto..

En cuánto las luces se apagaron, y segundos mas tardes bajó un peligro, Taehyung se levantó como pudo y corrió a este.

Jungkook se asustó por aquello pero, al verlo a Taehyung se calmó, aunque no mucho por cómo se veía el mayor.

- Oye, ¿Qué haces aq-

- ¡Tú, idiota! - gritó enojado.

El mayor de ambos, comenzó a golpear al contrario en el pecho aún bajo la lluvia, haciendo que ambos siguieran mojándose.

- ¡Dijiste que yo era tu única conquista! - gritó furioso - Usas tu perfume desde hace cinco años porque yo te dije que era delicioso.. - golpeó su pecho - Dijiste sólo era yo... Me pediste que te usara y aún así te enojaste conmigo.

Las lágrimas de Taehyung no paraban de salir mientras miraba fijamente a los ojos a Jungkook, quién estaba en shock y sin entender nada de lo que estaba pasando.

- Me dijiste que te pertenecía completamente, y que tú me pertenecías a mi. - dijo llorando deteniendo los golpes y apoyando su frente en su pecho.

- Tae.. - susurró sin saber que decir o hacer.

- La llevaste a mi restaurante favorito, le pediste mi plato favorito... La besaste y abrazaste frente a mi. - comentó sollozando.

Jungkook frunció el ceño, sintiendo cómo su corazón se estrujaba al verlo de este modo a Taehyung. Sólo puso sus manos en sus hombros y trató de consolarlo de esa forma.

El pelinegro levantó la mirada y se concentró en los ojos marrones del menor.

- Quiero que me lo digas a la cara... Quiero que me digas que no me amas y que la amas a ella. - suplicó.

- Tae, por favor.. Estás borracho. - comentó dándose cuenta por sus mejillas y su aspecto.

- Dime que ahora ella es tu todo y que, en realidad era de ella quién te enamoraste hace cuatro años y no yo.. - dijo acongojado - Dilo y me iré, no te veré nunca más en la vida.

Jungkook suspiró y echó su pelo mojado por la lluvia hacia atrás.

- ¿Podemos entrar? Vamos a resfriarnos ambos, y más tú. - dijo.

- ¡No! No me cambies de tema Jeon Jungkook, contéstame ahora y me iré. - gritó furioso.

Taehyung comenzó a llorar cómo si se tratara de un niño al que su padre no quiere comprarle aquel juguete que tanto anhelaba.

Jungkook no sabía que hacer, pero tomó a Taehyung de las mejillas para mirarlo fijamente.

- Suéltame.. No me toques con esas manos que de seguro anduvieron tocando los senos operados de esa chica. - se quejó con un puchero y Jungkook rió.

- Hace mucho tiempo no veía al Taehyung borracho, esto es increíble. - el contrario lo miró mal y golpeó su hombro - Auch.

Taehyung se quedó mirándolo fijamente a los ojos, tambaleándose de vez en cuándo ya que no tenía estabilidad en estos momentos, mientras que Jungkook, miraba su carita, notando lo lindo que se veía con su naricita roja al igual que sus mejillas y sus ojitos brillosos por llorar.

- ¿No piensas contestarme? - preguntó el mayor mirándolo fijamente.

- No, no lo haré... - dijo mirándolo - Al menos no con palabras.

Y sin más, una sonrisa se formó en sus labios, confundiendo a Taehyung por aquello.

Pero, en cuánto sus labios se unieron después de mucho tiempo, correspondió aferrándose a su camisa. 

Un beso bajo la lluvia..

𝐂𝐎𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐈𝐒𝐌𝐀 𝐌𝐎𝐍𝐄𝐃𝐀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora