Se veía la ciudad y todos los edificios iluminados por las luces, era tan precioso, se veía tan tranquilo.
—¡Es hermoso Matt! — me giré a abrazarlo, él sonrió.
—Me alegro de que te guste, ¿ahora entiendes porqué quería que fuera de noche?
—Sí.
Extendió una manta en el suelo y sacó una canasta del auto, acomodó la cena, era pizza, trajo papas fritas, dedos de queso, una botella de vino y sacó dos copas.
—La cena esta servida señorita. — nadie había hecho algo así de lindo por mí, le sonreí, Matt se sentó con las piernas abiertas y me dio la mano, la tomé y me ayudó a sentarme, me senté entre sus piernas y me recargué en su pecho, él me abrazó, comenzamos a cenar juntos.
—Nadie había hecho algo así de lindo por mí.
—Te lo mereces ojitos bonitos. — besó mi nuca, sirvió las copas de vino y me dio una a mí.
—Gracias ¿Por qué vamos a brindar?
—Quiero brindar por ti, porque siempre seas feliz y tengas esa sonrisa tan preciosa y ese brillo tan lindo en tus ojitos. — le sonreí y chocamos las copas.
—Yo también quiero hacer un brindis.
—Adelante.
—Quiero brindar por nosotros, porque siempre estemos juntos. — sonrió chocamos las copas y bebimos, terminamos de cenar y limpiamos un poco, nos quedamos sentados en la misma posición, más tarde Matt tomó una cobija y nos cubrió a ambos, besó mi mejilla, amo su perfume, me hace sentir tranquila, segura, entre sus brazos me siento bien, como si nunca quisiera dejar de estar ahí, Matt hace mi corazón latir como en una montaña rusa, miré su rostro, sus ojos, su nariz, sus pestañas, sus labios, esos labios que besé una vez y me hicieron adicta y cada vez que los veo el único pensamiento en mi mente es besarlos, me giré a él, tomé su rostro entre mis manos y él sonrió, me acerqué lentamente a él y dejé un beso sobre sus labios, nos quedamos a una distancia corta, él puso sus manos en mi cintura y me pegó a su cuerpo, sonreí y sus labios atraparon los míos, comenzamos a besarnos sin podernos detenernos, solo quería más y más, quería tenerlo más cerca, Matt interrumpió nuestro beso y me sonrió, besó mi frente.
—Tengo que darte tu regalo.
—¿Otro?
—Técnicamente es el único regalo, esto fue una cita. — sonreí y me separé un poco de él, me quedé viéndolo, saco una cajita pequeña. — antes de que te quedes en shock, no es lo que piensas — abrió la cajita y era un anillo, era hermoso, delgado y lleno de pequeños diamantes brillantes en todo su alrededor, era hermoso, lo miré con una sonrisa — Ellie me gustas mucho, todo este tiempo que hemos pasado juntos, puedo asegurarte que ha sido el mejor de toda mi vida, hemos salido varias veces juntos y cada día lo que siento por ti crece más y más, me haces sentir como un adolescente emocionado, haces que mi corazón se descontrole, que yo me descontrole, y quiero compartir más aventuras contigo, más momentos especiales, conocerte más, robarte sonrisas, abrazarte, robarte besos cada que pueda — me reí — voy en serio contigo, no solo quiero que seamos amigos, contigo quiero más que eso, es por eso que quiero hacerte una pregunta hoy en tu cumpleaños — mi corazón latía rápidamente y las mariposas en mi estómago no paraban de revolotear — Ellie Hoult ¿me darías el honor de ser tu novio? — mis ojos se llenaron de lágrimas y sonreí, Matt acarició mi mejilla para quitar con sus pulgares mis lágrimas, asentí, si quería, quiero estar con él.
—Sí, Matt, sí quiero. — sonrió y me estrechó entre sus brazos, me aferré a él, no quería soltarlo, lo quería tener así siempre, siempre, siempre, nos separamos del abrazo, tomó mi mano y puso el anillo en mi dedo anular, el anillo era tan hermoso, nuestros rostros estaban muy cerca.
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UN PEQUEÑO INCIDENTE
RomanceCuarto libro de la saga "Pequeños " Ellie Hoult una universitaria hermosa en último año, con un par de hermanos celosos, anhela tener un amos como sus padres, nunca ha tenido una relación amorosa, pero eso está por cambiar cuando conoce a Matthew Ha...