CAPÍTULO 56

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De solo imaginar su lengua sobre mi piel, mi entrepierna se mojo, Matt se acercó con una sonrisa traviesa y batió el bote, después se acercó y desabrochó mi sostén, lo lanzó por algún lado de la cocina, tomó la crema y puso un poco en mis pezones, le sonreí, después siguió por mi cuello, por el valle de mis pechos, continuó bajando por mi barriga, alrededor de mi ombligo y por mi vientre bajo, puso una línea antes del comienzo de mis bragas y dejó la crema de lado.

—¿Qué otro sabor quieres mi amor?

—Oh Matt… — gemí cuando sus dedos masajeaban circularmente mi clítoris por encima de mis bragas.

—No te entiendo querida ¿chocolate o caramelo? — gemí. — te ayudaré a elegir, fue a la alacena nuevamente y tomó una barra de chocolate, la metió al microondas para derretirla un poco, abrió el chocolate y con sus dedos puso sobre mis labios, me besó suavemente, el beso sabía a chocolate, pero antes de poder seguir lo interrumpió y gruñí, él sonrió, tomó el chocolate y lo embarró en la parte interior de mis piernas, mi entrepierna estaba empapada, solo quería sentirlo, era lo único que quería. Se quitó la camisa y quise pasar mis manos por su abdomen, tomó su camisa y la envolvió se acercó a mí y la amarró cubriendo mis ojos.

—¿Qué haces? — le pregunté riendo.

—Quiero que desarrolles más tus sentidos querida. — reí — ¿Estás lista?

—Contigo siempre.

—Perfecto.

Lo escuché abrir el congelador, los nervios me estaban comiendo por dentro y la calentura quemando, lo escuché acercarse y entonces sentí su lengua pasar por una de mis piernas, solté un gemido y se rió con su risa ronca y sexy, lamió repetidas veces hasta quitar el chocolate de mi pierna, después siguió con la otra, lo hizo de la misma manera, su lengua subió un poco más arriba hasta mi ingle y me reí nerviosa, se acercó a besarme nuevamente, sus dedos rozaron suavemente mi entrepierna y mordí su labio inferior haciéndolo gemir, Matt movió mis bragas a un lado y sentí frío, paso un hielo por mi entrepierna causando que mi espalda se arqueara.

—¡Matt! — gemí.

Matt se acercó a mis pezones y lamió la crema, chupó y mordisqueo, yo solo podía recorrerse de placer y el fuego en mí interior solo crecía más y más, Matt llevó el hielo a mi clítoris y sentí que arañaba el cielo.

—Oh Matt…ah…ah…ah…

—¿Te gusta mi amor?

—S…sí…señor…ah…ah…

Quitó el hielo de mi entrepierna y comenzó a lamer suavemente la crema que estaba a través de mi vientre.

—Señorita Hoult, es usted el postre más dulce, caliente y delicioso que he comido en toda mi vida. — me encanta cuando me habla así, hace que me excite, mi centro quemaba y comenzaba a doler el hecho de no sentirlo dentro de mí.

—Matt…te…ah…ah…necesito…

—Tranquila cariño, esto apenas comienza, te haré alcanzar el cielo y al mismo tiempo te llevaré al infierno. — gemí. Matt lamió la crema que quedaba en mi  vientre bajo, al sentir su lengua tan cerca de mí entrepierna, gemí y la humedad en mi interior creció, Matt se acercó a besarme, metió su lengua a mi boca y recorrió vds milímetro de ella, estaba tan concentrada en bien que sabían sus besos cuando de repente Matt introdujo el hielo a mi vagina, solté un grito de placer.

—Ah…ah…ah…oh Matt…ah

Matt me quitó la venda de los ojos, yo solo gemia y me retorcía de placer, podía escuchar los latidos de mi corazón vuelto loco, podía sentir el hielo derretirse poco a poco dentro de mí, era una sensación fresca pero al mismo tiempo caliente, este hombre me va a matar, me senté en la barra y me sostuve con mis brazos, todo mi cuerpo temblaba, mi entrepierna estaba hinchada y caliente, dolía no tener a Matthew dentro de mí.

UN PEQUEÑO INCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora