—Buenos días mi amor. — me giré y besé sus labios suavemente.
—Después de ayer, debería ser yo quien prepare el desayuno.
—Lo preparé yo porque quiero consentirte, ayer no descansaste bien.
—Que linda mi amor ¿Cómo te sientes?
—Solo me duele un poco la cadera y tengo una pequeña molestia en el vientre, pero estoy bien.
—¿Te lastimé mucho? ¿Necesitamos ir al doctor?
—No mi amor, tranquilo, no necesitamos ningún doctor.
—¿Segura?
—Muy segura, mejor hay que desayunar.
—¿Te digo un secreto?
—Dime.
—Esas camisas te hacen ver muy sexy. — sonreí.
—¿Ah sí?
—Sí. — rodeé su cuello con mis brazos y nos besamos suavemente.
—Bueno, ve a sentarte cariño, ya te llevo el desayuno.
—Te ayudo.
—No es necesario.
—No importa, yo te ayudo.
—Gracias.
Llevamos todo al comedor y nos sentamos a desayunar juntos.
—Todo te quedó delicioso cariño.
—No soy experta, pero tengo mis habilidades en la cocina.
—No es por presumir, pero yo soy un experto en la cocina. — sonreí.
—Hasta no ver, no creer.
—En este caso sería probar.
—¿A ti o a la comida?
—Como que alguien está un poco alborotada.
—No puedes culparme con el sexy novio que tengo.
—No querida, aquí la única sexy eres tú. — terminamos de desayunar y Matt se encargó de limpiar y lavar los trastes, fui a la habitación y tendí la cama, levanté la ropa del suelo y ordené un poco el desastre que habíamos dejado ayer, cuando terminé, salí a la sala, ahí estaba Matt, me senté a su lado y subí mis piernas a las suyas.
—Mis papás me invitaron a comer. — dijo Matt — ¿Quieres ir conmigo? — le sonreí.
—¿A ti te haría feliz que te compañera?
—Mucho.
—Entonces iré contigo. — sonrió y me besó suavemente.
—Mamá va a reventar de felicidad.
—Nunca creí tener una suegra que me quisiera.
—Bueno, pues la tienes ¿Cómo te sientes mi cielo? — acarició mi mejilla suavemente.
—Estoy bien cariño, no te preocupes tanto.
—Es que no quiero que te pase nada mi amor. — me senté en su regazo y lo abracé.
—No me pasa nada, es normal, tranquilo. — besé sus labios suavemente. — ¿A qué hora es la comida?
—Tres.
—¿Tienes ingredientes para preparar un pie?
—¿De qué pie?
—De manzana.
—Sí, hay todo, pero no es necesario mi amor, descansa.
—Quiero llevar un pie. — le hice carita de bebé y sonrió.
ESTÁS LEYENDO
UN PEQUEÑO INCIDENTE
RomanceCuarto libro de la saga "Pequeños " Ellie Hoult una universitaria hermosa en último año, con un par de hermanos celosos, anhela tener un amos como sus padres, nunca ha tenido una relación amorosa, pero eso está por cambiar cuando conoce a Matthew Ha...